El director Carl Rinsch, creador de la inconclusa serie Conquest, que dio lugar a una filmación en la plaza Independencia con cientos de personas desnudas, fue arrestado este martes en West Hollywood, California. Ese mismo día el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo había acusado de estafar a Netflix por 11 millones de dólares, dinero que debía utilizar para terminar la ficción filmada parcialmente en nuestro país.
La acusación presentada por la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York señala que entre 2018 y 2020 el director obtuvo fondos de la compañía de streaming, que él utilizó en operaciones bursátiles de alto riesgo en lugar de destinarlo a la serie Conquest, originalmente conocida como White Horse. Con las ganancias de esa inversión demandó a la propia Netflix, exigiendo pagos adicionales para terminar el trabajo, que utilizó para comprar artículos de lujo.
Por estos hechos fue acusado de fraude electrónico, lavado de dinero y múltiples cargos relacionados con su participación en transacciones derivadas de actividades ilegales. La pena, cuenta la prensa estadounidense, podría ser de hasta 90 años de prisión si las condenas se cumplieran en forma consecutiva.
Rinsch había presentado la serie a Netflix en 2018. Para entonces había filmado seis episodios cortos y un tráiler de tres minutos con ayuda económica de Keanu Reeves, quien luego figuraría como productor. La compañía decidió invertir 44 millones de dólares para producir una primera temporada, que además de filmaciones en Uruguay preveía rodajes en Brasil, Kenia, Rumania, Hungría y Alemania.
El rodaje excedió el presupuesto inicial y Rinsch dijo que con el dinero inicial solamente podría terminar uno de los ocho episodios planificados. La producción estuvo temporalmente detenida y el creador exigió otros 11 millones de dólares para completar la temporada, que Netflix accedió a pagar en 2020, con la esperanza de salvar el proyecto. Luego llegaría la pandemia, y después de una reunión con ejecutivos de la compañía, en la que Rinsch parecía más interesado en difundir teorías conspirativas sobre la covid, Netflix entendió que no había intenciones de terminar Conquest y decidió cancelarla.
Según el texto presentado ante la justicia, Rinsch había transferido los 11 millones de dólares a su propia cuenta y rápidamente perdió cerca de la mitad de los fondos en diferentes inversiones. Mientras tanto, aseguraba a Netflix que la serie era “maravillosa” y que iba avanzando “muy bien”. El resto del dinero fue invertido en criptomonedas y en objetos costosos que supuestamente servirían para una segunda temporada que Netflix nunca había autorizado.
Las compras incluyeron un colchón de lujo de 638.000 dólares, ropa de cama y sábanas por 295.000 dólares, 180.000 dólares en artículos de cocina, casi cinco millones y medio en muebles y 1,7 millones en dos automóviles Rolls Royce. El dinero también sirvió para pagar el alquiler de su vivienda en España e incluso para cubrir los costos de los abogados que demandaban a Netflix por incumplimiento de contrato.
¿De qué iba Conquest?
Conquest, coescrita con su entonces esposa, la modelo uruguaya Gabriela Rosés Bentancor, trataba de un genio que inventa una especie humanoide artificial llamada Inteligencia Orgánica. Estos seres son enviados a diferentes partes del mundo a llevar ayuda humanitaria, hasta que las personas descubren sus verdaderas intenciones.