“No suelo escuchar mucho mi música porque la música duele, la escucho de vez en cuando. Amar duele, escuchar música duele, recordar duele, aunque sea bonito o feo lo que suena, pero duele. Entonces yo evito algunas cosas para protegerme, porque no puedo ser vulnerable a tantos sentimientos y cargas emocionales”, admite con pesar José Luis Rodríguez, el Puma, al otro lado del teléfono, en diálogo con la diaria desde su casa en Miami, donde reside desde mediados de la década de 1980.

La inconfundible voz de célebre cantante popular de origen venezolano trae a la memoria un aluvión de éxitos que podría arrancar con la telenovesca “Voy a perder la cabeza por tu amor”, la cristiana y heroica “Se busca” e incluso con las bailables “Pavo real” y “Agárrense de las manos”.

Sin embargo, lo primero que disparan sus palabras es la imagen de la portada de Dueño de nada (1982), su álbum solista número 14 (mirada animal, smoking, cabello en volumen elevado), y la canción de fino arreglo orquestal que le da nombre al disco, que sigue sonando en cada radio uruguaya sintonizada en CX 20 Montecarlo a la hora del programa Aquí está su disco.

El impacto de ese álbum de consagración mundial bastaría para explicar sus cuidados preventivos (hay clásicos como “Te propongo separarnos”, “Un toque de locura” y “Si a veces hablo de ti”), pero quizás convenga recordar su actual estado físico y las dificultades que tuvo que atravesar en 2014, afectado por una fibromatosis pulmonar grave. “¡Ahora estoy perfecto!”, dice el cantante, luego de las cirugías de un doble trasplante de pulmón, al tiempo que resalta su fe cristiana, “ahora aún más fuerte”, luego de sus percances de salud.

El cantante vuelve a Montevideo para festejar sus 50 años de trayectoria musical: 60 discos editados, incluidos los que grabó durante la década de 1960 como integrante de Los Zeppys y Billo’s Caracas Boys, más de 40 participaciones en películas, telenovelas, programas de tevé e incontables giras por todo el mundo, cimentan la adhesión y la fidelidad de su público, especialmente el de habla hispana, que suma tres millones diarios de reproducciones de sus canciones en plataformas digitales.

Cantante de protesta

“La música no detiene una guerra ni tumba gobiernos, está comprobado, pero ayuda a que la gente se divierta, se enamore, que la gente se reconcilie, pero puede tener mensajes espirituales como los que hay en mi música”, asevera el artista y empresario.

Entre sus lanzamientos más recientes se encuentra la pícara cumbia santafesina “Juanpacho”, grabada junto con el grupo argentino Los Palmeras (con quienes también grabó una versión de “Agárrense de las manos”) y su último LP hasta la fecha, Yo regresaré (2021).

“Yo regresaré / a la Caracas bella donde las estrellas / brillan en la noche. / Yo regresaré / a la ciudad que un día fue la maravilla, / reino de los hombres, / y con mi bravo pueblo / vamos a celebrar, / con gente de los cerros / cantando en libertad”, arranca el tema que le da título al disco, escrito por el cubano Amaury Gutiérrez.

“Esa es una canción de esperanza”, cuenta. “Y lo que uno espera es que algún día las cosas cambien, porque no tiene que durar toda la vida eso. Todo se derrumba en algún momento. Al régimen cubano ya no le queda de dónde agarrarse”, afirma. “Uno, que está cerca de Cuba y de los cubanos aquí en Miami, conoce su lamento y su sufrimiento, el clamor que tienen de la comida, la electricidad, los hospitales, la medicina, la educación; todo ha sido nefasto. Eso no ha funcionado en ninguna parte. Cuando oprimes, no puede funcionar. Son tan estúpidos que Venezuela es el país con las reservas más grandes del planeta, y a la gente la empobrecieron. Agarraron el modelo de Cuba y lo llevaron a Venezuela para empobrecer a la gente y seguir a ellos ricos. ¡Qué estupidez tan grande! Cuando Venezuela podría estar ahora en, no sé, tres millones de barriles diarios que alcanzarían para toda su población y para que regresen los que están afuera, para tener hospitales, escuelas, todo. Es muy diabólico”, sostiene el Puma, al tiempo que pide “disculpas” por dejarse llevar por la política.

“Lo que América Latina necesita es una verdadera revolución espiritual”, afirmaba el Puma en una entrevista de 1991. “Sigo pensando lo mismo”, ratifica ahora. “No sé si alguna vez sucederá. Tiene que ser un milagro de Dios. Habría que clonar a [Javier] Milei, a [Nayib] Bukele, son el tipo de gente que puede cambiar un país. Porque no son políticos. Bukele, tal vez, pero Javier viene de otro lugar. Milei es un excelente guerrero que está transformando y va a transformar a Argentina en algo muy importante. Todos los que se fueron de sus países van a regresar”, proclama.

¿Quién eras en la época de tu disco Grito al mundo (1969)?

Casi nadie. No existía. Estaba buscando mi origen, estaba buscando mi lugar, pero no me encontraba. En ese entonces había canciones de protesta como “Grito al mundo”, y el negocio de los discos funcionaba de otra manera. Estaba buscando mi lugar en la música.

¿Lo encontraste?

Encontré un estilo. Yo creo que cada artista tiene un algo particular cuando se lo oye, cuando se lo ve. Yo considero que formo parte de esas personas que se destacaron y que la gente puede recordar: Raphael, Julio [Iglesias], Juan Gabriel, [José Luis] Perales. Cuando tú ubicas a esas personas recuerdas también un momento de tu vida, una música, un momento.

Puma arreglista

Por la música orquestal de sus más grandes clásicos, el Puma le da todo el crédito al compositor, arreglador y productor español Manuel Alejandro, principal responsable de su sonido baladista ochentero, inspirado, en gran medida, en las interpretaciones sinfónicas del cancionero popular de los franceses Paul Mauriat (director) y Richard Clayderman (pianista), entre otros.

“Salvo en canciones como ‘Pavo Real’”, apunta el Puma. “Esa versión se me ocurrió a mí. Era una canción folclórica venezolana [de César Ávila]. Todo comenzó en mi casa con el piano, y se me ocurrió que podía cambiarle el ritmo para que fuera más bailable”, cuenta. “El estilo rítmico tenía que estar porque yo soy del Caribe. Mi combinación siempre fue la de un estilo romántico y otro rítmico, para que la gente disfrute las dos cosas”, dice.

El Puma confiesa que en su casa en Miami sólo escucha música clásica en piano. “También cuando voy en auto a la playa”, aclara.

¿Y sigues tocando el piano?

Tocaba, pero ya no, ahora sólo puedo tocar a mi mujer.

José Luis Rodríguez, Tour 50 aniversario. Domingo 30 en el auditorio Nacional del Sodre. Entradas a $ 2.900 y $ 3.800 en Tickantel.