Como ocurrió otras 96 veces, Hollywood vivió esa noche especial en la que se premia a sí mismo por sus logros cinematográficos. Con el recuerdo de los incendios forestales que asolaron a Los Ángeles muy presentes, los primeros segundos de la ceremonia del Oscar estuvieron dedicados a un clip con escenas que homenajeaban a la meca del cine para después continuar con Ariana Grande y Cynthia Erivo, de Wicked, cantando en vivo.

Después de un pequeño clip en el que Conan O'Brien salía de la espalda de Demi Moore al mejor estilo de La sustancia, el veterano comediante se presentó con un monólogo cuyo timing se pareció más al de los late shows que condujo durante décadas que a una ceremonia de estas características. El humor no estuvo tanto en los chistes, que se fueron refiriendo a la mayoría de las nominadas, sino en los sobrerremates, en las reacciones a las reacciones y en las aparentes salidas de libreto.

Esos minutos de O'Brien no quedarán para la historia, pero al menos se dio el lujo de terminar con un par de momentos absurdos, como la aparición de Adam Sandler con vestimenta informal y un musical sobre no perder el tiempo que incluyó a un gusano de arena de Duna tocando el piano y a un Deadpool bailarín. Más tarde tendría un ida y vuelta con Nick Offerman, quien fue la voz en off de la ceremonia y se dio el lujo de decir mal (a propósito) el nombre de Amy Poehler, su excompañera de Parks and Recreation. Y el gusano regresaría porque, como explicó Conan, cuando gastás tanto dinero en un chiste tenés que hacerlo dos veces.

La ceremonia transcurrió en su mayor parte como era de esperarse, con discursos de ganadores extranjeros con dificultades de comunicación y locales que nombraban ordenadamente a los responsables del estreno de sus películas desde algún papelito sacado del bolsillo. Aprovechando que la noche todavía era joven, el actor Kieran Culkin le pidió a su esposa que honrara la promesa que le hizo un año atrás de tener un tercer y un cuarto hijo “cuando ganara un Oscar”. Lo hizo por Un dolor real.

Más allá de un llamado por Ucrania de la actriz Daryl Hannah, el momento más cargado de política de la noche (uno de los pocos) fue el discurso del periodista palestino Basel Adra y su colega israelí Yuval Abraham, dos de los directores de No Other Land, película ganadora del Oscar al Mejor documental, pese a no haber contado con distribución en el país de la Academia.

“La película refleja la dura realidad que hemos padecido durante décadas, y todavía resistimos, y le pedimos al mundo que adopte medidas serias para detener la injusticia y para detener la limpieza étnica del pueblo palestino”, dijo Adra. “Mi gente estará realmente segura cuando su gente sea realmente libre”, agregó Abraham, quien además criticó a Estados Unidos por entorpecer una salida. “Hay una solución política sin supremacía étnica, con derechos internacionales para ambos pueblos. Y tengo que decir, ya que estoy aquí, que la política exterior de este país está ayudando a impedirla. ¿Por qué?”.

La ceremonia estuvo salpicada de momentos clásicos, como el In Memoriam, y también de un extenso tributo musical a James Bond y otro al productor Quincy Jones, ejemplo de la “excelencia negra”, en palabras de Whoopi Goldberg. O'Brien tuvo contadas apariciones, como en las de un segmento grabado en la que presentaba la nueva forma de ver películas: la sala de cine.

En la última tanda de premios se disputaba el Oscar a la Mejor película internacional, donde estaban la letona Flow (ganadora como Mejor película animada) y la multinominada Emilia Pérez. Finalmente, la estatuilla fue para Brasil, lo que fue celebrado de inmediato por la cuenta oficial de Lula da Silva en las redes sociales.

“Hoy es un día para sentirse aún más orgullo de ser brasileño. Orgullo de nuestro cine, de nuestros artistas, y sobre todo orgullo de nuestra democracia”, escribió. “El Oscar a la Mejor película internacional por Aún estoy aquí es un reconocimiento al trabajo de Walter Salles y todo su equipo, de Fernanda Torres y Fernanda Montenegro, Selton Mello, Marcelo Rubens Paiva y familia, y todos los involucrados en esta obra extraordinaria que mostró a Brasil y al mundo la importancia de la lucha contra el autoritarismo”.

Al final de la noche, la ceremonia se sintió como aquellas de los viejos tiempos, cuando todavía era seguida por las grandes audiencias, y en especial desde la producción se notaba el amor por el cine, que se extrañaba incluso en una fiesta endogámica como esta.

Los números

Parecía que sería otro de esos años de premios repartidos hasta que Sean Baker empezó a aparecer cada vez más seguido en el escenario. Anora fue la gran ganadora de la noche con cinco premios (película, dirección, actriz protagónica, guion original y edición). Cuatro de esos premios tuvieron como ganador a Baker, que además de escribir, editar y dirigir la película, fue uno de sus productores, junto con Alex Coco y Samantha Quan. El restante premio fue el de Mikey Madison por interpretar a la mismísima Anora.

En segundo lugar quedó El brutalista con tres premios: el de Adrien Brody era el que se daba por descontado, pero además triunfó en categorías técnicas como banda sonora original y fotografía. Finalmente, tres películas se llevaron dos estatuillas: Duna: parte dos (sonido y efectos visuales), Wicked (diseño de producción y vestuario) y la polémica Emilia Pérez (actriz de reparto y canción original).

Cónclave se conformó con el premio al Mejor guion adaptado, mientras que La sustancia se llevó merecidamente el de Mejor maquillaje y peinado.

Lista completa de ganadores

Mejor película

  • Anora

Mejor director

  • Sean Baker, Anora

Mejor actriz protagónica

  • Mikey Madison, Anora

Mejor actor protagónico

  • Adrien Brody, El brutalista

Mejor actriz de reparto

  • Zoe Saldaña, Emilia Pérez

Mejor actor de reparto

  • Kieran Culkin, Un dolor real

Mejor guion original

  • Anora (Sean Baker)

Mejor guion adaptado

  • Cónclave (Peter Straughan, basado en la novela de Robert Harris)

Mejor película animada

  • Flow

Mejor película internacional

  • Aún estoy aquí (Brasil)

Mejor documental

  • No Other Land

Mejor cortometraje documental

  • La única mujer de la orquesta

Mejor cortometraje

  • No soy un robot

Mejor cortometraje animado

  • A la sombra del ciprés

Mejor diseño de producción

  • Wicked (Nathan Crowley y Lee Sandales)

Mejor fotografía

  • El brutalista (Lol Crawley)

Mejor vestuario

  • Wicked (Paul Tazewell)

Mejor maquillaje y peinado

  • La sustancia (Pierre-Olivier Persin, Stéphanie Guillon y Marilyne Scarselli)

Mejor banda de sonido

  • El brutalista (Daniel Blumberg)

Mejor canción original

  • “El mal”, Emilia Pérez (Clément Ducol, Camille y Jacques Audiard)

Mejor sonido

  • Duna: parte dos (Gareth John, Richard King, Ron Bartlett y Doug Hemphill)

Mejor edición

  • Anora (Sean Baker)

Mejores efectos visuales

  • Duna: parte dos (Paul Lambert, Stephen James, Rhys Salcombe y Gerd Nefzer)