Este fin de semana el teatro El Galpón recibe desde Argentina la obra Suavecita, escrita y dirigida por Martín Bontempo, y protagonizada por Camila Peralta. De su trama se sabe poco, pero es adrede: una mujer que trabaja en un hospital público del conurbano bonaerense descubre que tiene un don para curar pacientes, que aprovecha para ganar dinero y así darle las mejores condiciones de vida a su hija. En la obra hay “erotismo, ciencia ficción y misterio”, dice Peralta sobre una puesta que agota localidades desde su estreno en 2023 en Buenos Aires, y que también se presentó en el interior de Argentina y en México.

Peralta es la única actriz de la pieza y debe interpretar múltiples roles. “Era un súper desafío, que es lo que a mí más me divierte como actriz”, dice sobre el momento en que Bontempo le ofreció el papel. “Tuve una ambigüedad de sensaciones, de decir ‘Esto me da miedo y me da nervios, pero quiero intentarlo, quiero probarlo’. Porque aparte era una situación ideal de dos amigos juntándonos a probar; si salía mal, no lo hacíamos. Eso es lindo porque te permite que después en los ensayos una pueda entregarse, jugar, proponer, no tener miedo a hacer el ridículo, porque estás en una situación de confianza”, agrega. La actriz de Envidiosa, División Palermo y En el barro, spin-off de El Marginal_ que llegará a Netflix en agosto, agrega: “Era una situación bastante ideal y, por suerte, salió bien. Le metimos mucho trabajo al momento de los ensayos, de probar. Cambiaron un montón de cosas del texto, aunque mucho se mantuvo porque ya era sólido. Pero le fuimos encontrando la manera de que yo pudiera apropiarme de eso y hacer cada personaje con mucho detalle y profundidad”.

¿Qué incidencia tiene el "erotismo" en lo que vemos? Peralta aclara que “tiene ese condimento, pero no es para nada subida de tono. Creo que el éxito de Suavecita es que realmente la ha visto todo tipo de público”. Las funciones están habilitadas para mayores de 15 años. En todo caso, en el núcleo de la obra hay un secreto. “Es una propuesta a la que le viene muy bien ese factor sorpresa, porque el punto de vista es el de la protagonista, y ella durante la obra va descubriendo algo que no sabía que podía hacer. Está bueno que ese descubrimiento el espectador lo viva con ella al mismo tiempo. Igual no pasa nada, pero suma darte cuenta con ella de lo que va pasando, porque al inicio hay una situación de no entendimiento que se resignifica conforme va pasando la obra”, dice Peralta.

“El teatro es el lugar de la sorpresa, de encontrarte con cosas que no sabías que te podían generar lo que te generan, con nuevas maneras de escuchar un texto o de ver el cuerpo de una persona. Está buenísimo que existan cosas novedosas, ya sea por la historia o por la manera de abordar esas historias. Porque aparte es como que no hay truco; uno puede ver una película que pasó por 250 manos, con efectos especiales y de todo, y un poco pierde esa sorpresa porque sabés que no pasó de verdad. En el teatro, que es más artesanal, pasa que ves magia delante de tus ojos”, agrega.

La obra se volvió un éxito y les permitió llevarla a otras ciudades y luego a otros países. “Es el sueño de alguien que hace teatro, o por lo menos yo compartía con Martín el sueño de viajar con la obra, que no me había pasado nunca. Se trabajó para que eso pudiera ser posible; incluso se pensó de qué manera la escenografía podía ser transportable. Pero se pensó sólo apostando a ese sueño, porque nada te asegura que pueda suceder”, dice.

“Gracias a la efusividad que tiene la gente para recomendar la obra, podemos estar en un teatro para 600 personas desde hace un año. Entonces está esa doble sensación de decir ‘Me encanta que la recomienden y sean tan intensos’, pero después hay que cumplir con esas expectativas. Lo que siempre pienso es en hacer la obra que hago desde siempre y mejorarla cada vez que puedo. No paro de pensar en eso. Y también es lindo hacer la obra con esa responsabilidad de tener que estar a la altura de lo que les dijeron que iban a ver. Después puede pasar, subjetivamente, que no te guste y que qué sé yo, y está perfecto. Pero bueno, es un poco más de presión”, agrega la actriz. Peralta cree que la audiencia se lleva algo de la obra de teatro: “Trabajamos mucho para que pase eso y que no sea sólo un entretenimiento. Aunque también es súper válida la creación de espectáculos sólo para eso, porque te llevás la posibilidad de que, si estás pasando un mal momento en tu vida, de repente entrás al teatro, te cagás de risa, la pasás bien, y eso ya es llevarte algo en lo que después podés ponerte a pensar y te hace bien”.

Cree, sin embargo, que Suavecita es diferente: “Esta obra tiene un contenido que está bueno para pensar: la situación de una madre soltera, el abuso de poder. Si bien no están explícitos, hay varios temas de los que uno después se puede quedar hablando. Así que me parece que está buenísimo que la gente pueda irse hablando de la obra y debatiendo”.

Suavecita. Sábado 9 a las 21.00 y domingo 10 a las 19.30 en el teatro El Galpón. Entradas en Redtickets $ 560 2x1 para la diaria.