Desborde y emoción: en diez minutos de juego Robert Ergas se avivó y puso en ventaja a los del barrio Bolívar; el volante mandó un tiro libre perfecto y puso el primero de la hermosa tarde en el Parque Capurro. El remate era esquinado, por eso Darío Denis regaló el palo esperando el centro, pero Ergas, vivo, lo engañó y metió un golazo tras un zurdazo divino, con rosca, que se metió. Boston River ganaba y Fénix estaba hundido, casi en la B. Pero de las cenizas renació.
Juan Ramón Carrasco se paró con 3-3-1-3, con un equipo que estaba bastante cerca y buscaba jugar mejor. Todas las guindas iban a Leonardo Fernández, quien intentaba hacer rápidas las transiciones y darles opciones a sus compañeros en ataque. Rindió. Diez minutos después de recibir el gol los de Capurro empataron y tomaron un respiro. Mathías Acuña entró en el área, aguantó el balón y dejó solo a Maxi Pérez. El delantero la mandó a guardar.
Con ese margen Boston River intentó también ir por lo suyo, pero el 3-5-2 que paró Alejandro Apud mostraba un equipo muy partido que no podía conectarse. Bruno Foliados y Diego Coelho quedaba muy solos en ataque.
Cerca del final del primer tiempo, Fénix vio la luz. Centro de Leo Fernández y en el camino la encontró Romarito Acuña para poner el 2-1 y desbordar de festejos el Capurro. Fénix estaba vivo.
El complemento se jugó con uñas y dientes, con garra, típico de descenso. Carrasco movió piezas y pasó a jugar con cuatro en el fondo, intentando replegarse más para aprovechar las contras. Pudo ser con un remate de Leo Fernández y con otro de Roberto Fernández, pero ambos fueron tapados muy bien por Gonzalo Falcón. El Turco Apud también movió piezas y sumó hombres en ataque. Cerca del final, una jugada con dos cabezazos, el último de Gonzalo Mastriani, pudo ser gol, pero en la línea misma –mientras venía bajando– la sacó Andrés Barboza (y en la tribuna de Fénix se gritó como un gol).
Triunfazo capurrense que entusiasma a los hinchas con escaparse al descenso. La lucha sigue.