Con un gol convertido por una de las cracks del campeonato, Nicole Pérez, México se metió en la final del Mundial femenino sub 17. Lo hizo de forma merecida, hasta categórica por momentos. Primero porque supo dónde jugarle a Canadá para limitar todo su buen fútbol. A eso lo hizo muy bien. Pero también fue muy bueno de mitad de cancha hacia adelante, en casi todos los casos generándose las chances a través de la presión en tres cuartas canchas. Seguramente las mexicanas sean la revelación del torneo. Pero de ganar con autoridad también saben. Quedó demostrado.

El gol de la capitana Pérez fue a los 23, pero tuvo mucho de gestación anterior. En la presión, básicamente. Canadá no podía salir del fondo. Tocaba, mantenía la posesión, pero iba de defensa a mediocampo y de ahí otra vez a empezar de cero. A los 13 la marca le dio a México su primera chance, pero Natalia Mauleón la tiró por encima del travesaño. Diez minutos más tarde fue Alison González quien se la robó a la zaguera Maya Antoine y se fue expresa hacia el arco. Antoine la derribó en la desesperación y fue penal. Lucimiento para Nicole Pérez, quien pateó de derecha. cruzado y abajo, para que la pelota diera sobre el costado interno de la red. Como lo dicen los libros, vamos.

Si una parte del planteo mexicano era limitar al rival, eso se acentuó con la diferencia a favor. Sabían las mexicanas que la referencia en las marcas era Jordyn Huitema, otra de las mejores jugadoras del Mundial. Bien clarito: no la dejaron ni tocar la pelota. Empezó jugando por izquierda, pasó a jugar por derecha, terminó haciéndolo de centrodelantera. Siempre intentó, pero no pudo. Hay planteamientos defensivos que son brillantes.

Los equipos se consolidan con el paso de los torneos. Hay toda una biblioteca detrás de ese pensamiento. México femenino sub 17 es un ejemplo de uso y método: reconoció sus limitaciones, potenció sus virtudes, amoldó su juego colectivo, ganó en confianza y ahora tiene la gloria a un partido de distancia.

Silvana Flores, de México, y Lara Kazandjian, de Canadá, en el estadio Charrúa.

Silvana Flores, de México, y Lara Kazandjian, de Canadá, en el estadio Charrúa.

Foto: Sandro Pereyra