Fénix y Danubio empataron 2-2 por la cuarta fecha del Torneo Intermedio. Los goles fueron convertidos por David Terans y Leandro Sosa para Danubio, a los 14 y a los 52 respectivamente, mientras que para los locales, que empataron las dos veces de atrás, mojaron Rodrigo Abascal a los 28 y Nicolás Vigneri a los 64.

La nota de la tarde la dio Rampla Juniors, quien venció 2-1 a Racing y tomó aire en el descenso. Con los tres puntos, los picapiedras cortaron la racha de triunfos de los cerveceros.

Era el partido para los dos, era la clave. Los de Sayago llegaban entonadísimos con tres triunfos al hilo y de ganar quedaban bien posicionados para definir su zona en el Intermedio. Los rojiverdes están en un momento crítico, pero el cambio de entrenador les renovó el clima y eso se está viendo en la cancha, con otra actitud. Fueron valiosísimos los tres puntos obtenidos, que los mantiene en la pelea, y los estimula para afrontar todo lo que viene, en lo local y en lo internacional.

De arranque parecía que todo quedaba en casa. Racing tenía la guinda, la distribuía y llegaba con suma facilidad a posición de ataque, aunque sin peligro. El 4-4-2 que paró Rodrigo López estaba muy aceitado, pero faltó conexión entre volantes y delanteros, y eso se sintió. En las transiciones de defensa a ataque los albiverdes estuvieron correctos, pero les faltó picardía y firmeza para cerrar en línea final y llegar con más peligro al arco de Rodrigo Odriozola.

Rampla se paró bien, sólido y tajante en sus movimientos. Fue vivo y pícaro en el primer tiempo, algo que le permitió irse en ventaja. Apuró en salida a los cerveceros y los obligó a fallar. La última línea de Racing quedó mal parada e Igor Paim se aprovechó. El de Santa Catarina peleó una guinda, un defensor cervecero se cayó, y quedó solo de cara al arco. Pateó y puso el 1-0.

Para el complemento Racing tuvo esa firmeza que le faltó, pero no fue inteligente. Ingresó Jean Pierre Barrientos y Míchel Araújo para mantener el orden y el equipo sí empezó a caer con peligro. Rampla Juniors se replegó y eso le hizo mal, porque lo empataron. En un ataque rápido cayó Barrientos en el área y Javier Bentancur compró. Penal que no fue, pero que el propio volante racinguista cambió por gol.

Con el resto por jugar la mesa estaba servida y se vio lo mejor de la tarde. Ambos fueron a buscarlo, pero los del Cerro tuvieron su premio, otra vez por una falla en salida. Tiro de esquina, cabezazo, y la pelota le quedó a Diego Martiñones, que la empujó desde el piso para el 2-1. Los de Sayago quisieron más, patearon, cayeron por arriba, por las bandas, pero no tuvieron éxito.