Sólido, firme y exuberante volvió a estar el equipo de Alexander Medina, que desbancó a Racing del liderazgo del grupo A para quedarse solo arriba cuando faltan dos fechas para conocer a los finalistas. Además los tricolores, con buen juego y mejor efectividad (llevan nueve goles en los dos últimos partidos) se aseguraron seguir adelante en el primer escalón de la Tabla Anual.
Al igual que en el partido del domingo con Wanderers, Nacional abrió el marcador con un córner que fue la consecuencia de una jugada de casi gol. Como aquella vez, Tabaré Viudez fue el encargado de mandar un medido envío y el argentino Rodrigo Erramuspe anticipó para vencer a Diego Melián. Iban 7 minutos de juego.
Nacional pasó a ser infinitamente superior a Racing, que se vio desbordado por la buena posesión de pelota del equipo del Cacique Medina.
A los 22 minutos llegó el segundo gol tricolor por parte de Gonzalo Bergessio, quien picó una pelota puesta entre líneas por Viudez y venció al arquero con toque sutil.
Al cierre de la primera parte Luis Aguilar, con un maravilloso tiro libre de pierna derecha, puso el tercer gol. La euforia ganó el estadio Centenario: su alegría, la alegría de los compañeros y la alegría de los hinchas festejando la primera anotación del futbolista de José Enrique Rodó con la camiseta de Nacional.
El cuarto llegó ya en el segundo tiempo cuando Racing jugaba con nueve por las expulsiones de Franco Romero, al fin de la primera parte, y de Pablo Lacoste en el complemento. Un centro templado del jacintense Alfonso Espino encontró en el área a Diego Coelho, que resolvió de cabeza de la mejor manera posible haciendo que la pelota cayera llovida en lo alto del arco, venciendo cualquier intento de Melián. A 10 minutos del final llegó el quinto gol: Barcia se fue por la derecha, mandó el centro y un mal cierre defensivo de Ángel Cayetano permitió que la pelota le quedase picando a Viudez, qué machacó un derechazo directo a las redes.
Como nota al pie debemos reseñar dos situaciones que no se deberían repetir: el intento de ingreso absolutamente impertinente de la Policía para retirar del campo a Lacoste, que después de la expulsión permaneció hablando, sin la menor violencia, intentando cambiar lo que el árbitro Esteban Ostojich no iba a cambiar, y al cierre, en un error técnico importante, terminar el partido en el minuto 90, cuando sólo en esa incidencia mencionada se habían perdido 4 minutos de juego, sin contar los cambios y otras detenciones de juego.