Danubio no pudo revertir el resultado con los colombianos y quedó fuera de la Copa Sudamericana. Le ganó y bien a Deportivo Cali 3-2, pero la diferencia de goles lleva a que sean los caleños los que siguen adelante. Si el fútbol de por sí es un gran abanico de variables, imaginen cuántas variantes más puede haber en un partido en el que hay que dar vuelta un 0-3 y en una cancha donde la lluvia fuerte y continua modifica las instancias de juego. Eso es el fútbol. Con sorpresas o absolutamente previsible. Con continuidad en la estrategia y en el desarrollo o con zigzagueantes cambios tácticos, de desempeños, de individualidades o de sociedades colectivas.

Iban apenas dos minutos de juego cuando, en la primera carga de la franja, el Corto Nicolás Prieto avanzó por la derecha y mandó el centro, y entre el punto penal y el segundo palo apareció Leandro Sosa para marcar la apertura. Era poner en acción el sueño, pellizcar el imposible cuando todo empezaba.

Llegado el cuarto de hora, pareció encontrar el empate el equipo caleño cuando tras una serie de rebotes la pelota le quedó a Didier Delgado, que remató al arco. Pero su tiro fue neutralizado por la defensa danubiana.

En toda la primera parte el elenco montevideano, sin ser plenamente desequilibrante y con una trabajosa pero, a la postre, segura apropiación y mantención de la pelota, fue arrimando al segundo. Sin delanteros netos, con David Terans jugando de falso 9, con Sergio Felipe y Prieto adueñándose por completo de la banda derecha, la franja estuvo cerca de arrimar al segundo gol. Hubo un penal contra el Rey David Terans que no fue sancionado, y un gol que no subió al marcador por una presunta posición adelantada que no fue.

Deportivo Cali se mantuvo apretado y defendiendo, y no lo hacía mal. Por lo menos achicó hasta llegar al entretiempo con dos goles de ventaja, aquellos que traía desde Cali menos el recibido en la calle Herrera y Reissig.

Todo cambió en el segundo tiempo. Danubio salió pacientemente a tratar de sumar otro gol para que después llegara el otro, pero el equipo azucarero cortó con tanta dulzura: con goles casi consecutivos de Nicolás Benedetti a los nueve del complemento y de Didier Delgado un par de minutos después –dos golazos, por otra parte– liquidó la eliminatoria.

En la media hora Pablo Cepellini puso el empate 2-2 y venció por fin a Camilo Vargas, que en el complemento había atajado todo. En el minuto 40 el Pumita José Luis Rodríguez puso el 3-2 para la victoria de Danubio.