Ya lo habíamos anunciado: con la llegada a los Alpes comenzaría la dura montaña en el Tour de France 2018. Hoy, en una 11ª etapa que tuvo muchísimas escapadas y quiebres en los pelotones producto de las duras subidas, el ganador fue el galés Geraint Thomas (SKY). Con el triunfo, tiempo y bonificación mediante, Thomas quedó como primero de la general.
La etapa fue corta pero intensa. 108,5 kilómetros entre Albertville y La Rosière poco más que escalando al cielo: una primera subida, la Montée de Bisanne, con un puerto de 12,4 kilómetros al 8,2%; una segunda trepada, el Col du Pré, con otros de 12 kilómetros al 7,7%; más las siguientes interminables montañas: Col du Méraillet (no puntuable), Cormet de Roselend (2ª categoría, 5,7 km. al 6,5%), y la subida final a La Rosière -primera vez en el Tour de Francia-, unos 17,6 kilómetros al 5,8% con 6 kilómetros intermedios con tramos entre 8 y 9%.
Entre estas últimas subidas se armó el desparramo. Primero Alejandro Valverde y Marc Soler (ambos del Movistar) moviendo el avispero, escapada que activo a Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) y alguno de sus compañeros de equipo, aunque siempre todo estuvo controlado por el SKY. El holandés Tom Dumoulin (Sunweb) y el español Mikel Nieve (Orica) también tuvieron su cuota de protagonismo. Nieve se cortó sólo a pocos kilómetros del final y parecía que le daba para ganar. Pero Thomas jugó de forma maestra, rompió la uniformidad de su equipo y saltó. Puro instinto, desprendiéndose hasta de su líder, Chris Froome. Primero pasó a Dumoulin y en los últimos metros a Nieve. ¿Golpe de mando? La distancia en la general es bien gráfica. Habrá que ver qué pasa en las próximas etapas.
Thomas lidera el Tour con un tiempo de 44 horas 6 minutos 16 segundos. Froome se puso segundo a 1 minuto 25, mientras que tercero quedó Dumoulin a 1'44. Mañana será la etapa 12 entre Bourg-Saint-Maurice y Alpe d'Huez, otra subida infernal.