El último Mundial al que Uruguay asistió fue España 1986. Los representantes de las Américas fueron, además de la celeste, Argentina, Brasil, Canadá, Cuba, Estados Unidos, Panamá y Puerto Rico. Fue la última gran época al mejor nivel de una selección que venía de lograr un formidable 6o puesto en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Después sí, dos títulos sudamericanos en 1995 y 1997 más tres vicecampeonatos. Pero el gran nivel, el mejor de todos, se extraña.

Aquellos fueron los nombres: Carlos Peinado, Horacio Perdomo, Ramiro Cortés, Luis Pierri, Hebert Núñez, Álvaro Tito, el yanqui Joe Mc Call, Luis Larrosa, Gustavo Szczygielski, Horacio Tato López, Juan Carlos Mignone y Gabriel Waiter. La serie, durísima, tuvo a la Unión Soviética, Israel, Cuba –esos tres pasaron a la siguiente fase–, Australia, Uruguay y Angola. Cubanos, australianos y uruguayos empataron en la tercera colocación, con dos partidos ganados y tres perdidos, pero avanzaron los caribeños por mejor saldo de puntos. La mejor historia, la que (también) hay que renovar.

Pasó el tiempo, los jugadores, las exigencias y los niveles. También los formatos para poder clasificarse, incluso el número de equipos que juegan. Entonces, ante esta nueva realidad, Uruguay se tiene fe.

Con el nuevo sistema de clasificación de América, a la selección celeste le tocó el grupo E, y es sabido que tiene que ocupar uno de los tres primeros puestos para ir directo al Mundial de China 2019. Si queda en el cuarto lugar, en el que está hoy, tendrá que competir con el cuarto del grupo F, porque sólo el mejor de los dos tendrá pasaje a Asia.

Con los resultados del fin de semana a la vista, la fecha de hoy es fundamental. Uruguay va contra México y debe ganarle por dos cosas: primero, para no perder pie frente al tercero, Puerto Rico; segundo, porque los mexicanos son rivales directos en la lucha por ganarse un lugar.

Como mandató la planificación del entrenador, Marcelo Signorelli, Bruno Fitipaldo, Luciano Parodi y Esteban Batista fueron reservados para el partido de esta noche. Nada librado al azar, tratándose de quizás los jugadores más determinantes en le selección –sin contar a Jayson Granger, obvio–. Estrategia pura y dura, porque aun con todo el equipo era dificilísimo ganarle a Estados Unidos en su casa. Los tres jugadores se quedaron entrenando en Montevideo, mientras sus compañeros afrontaron la primera fecha de la ventana. Esto presupone –cosa bastante fácil de intuir– que sus físicos estarán íntegros en esta tarde-noche.

México es un buen cuadro. Su mejor figura es Gustavo Ayón, el del Real Madrid, pero también tiene buen juego colectivo sostenido por el propio pivot más Orlando Méndez, Gabriel Girón y el base Paul Stoll, entre otros.

Los otros partidos de la noche son Argentina-Puerto Rico y Panamá-Estados Unidos. ¿Qué sirve? Ganar y esperar. Pero si también lo hacen argentinos y yanquis, mejor.