1) ¿Qué explica del fútbol y qué explica del mundo que un equipo -el Leganés- que tiene 45,57 millones de euros de presupuesto venza en la cancha a uno -el Barcelona- que tiene 897 millones de euros de presupuesto (o, más cómodo, el primero tiene el 5 por ciento del presupuesto futbolístico del otro)?

2) ¿Qué dice del fútbol que esa victoria por la Liga de España se haya cristalizado con dos goles en dos jugadas consecutivas, en nada de tiempo, como si el fútbol fuera el básquetbol y los puntos se sumaran uno atrás de otro?

3) ¿Qué argumentos no sólo del propio partido y de la táctica de ambos equipos brotan en escena cuando ocurre un partido con ese resultado (o cuando, en la misma jornada, el Sevilla (cuarto presupuesto) se impone con amplitud al Real Madrid (segundo presupuesto) y transcurre el primer día de caídas simultáneas de las dos superpotencias del fútbol en España desde enero del 2015?

4) Ante episodios como el de la victoria del equipo del presupuesto 18 de la Liga sobre el de presupuesto 1 de la Liga, ¿alcanza con enarbolar la más famosa (y poco estudiada) frase del periodista argentino Dante Panzeri, que le da título a su primer libro (1967): “Fútbol, dinámica de lo impensado”?

5) “El fútbol es el arte de lo imprevisto. No se lo puede enseñar. Lo impiden la naturaleza espontánea del juego, la cambiante condición humana del hombre y la infidelidad de una sola pelota destinada a veintidós”, apunta el maestro Panzeri, quien, sin embargo, como señala Matías Bauso (analista y compilador de la obra de Panzeri en el imprescindible libro “Dante Panzeri. Dirigentes, decencia y wines”), “nunca creyó que el fútbol fuera anárquico, de hecho le dedica cuarenta páginas del libro a estudiar todas las alternativas del ataque, todos los mecanismos de defensa que puedan existir”. ¿Qué diría Panzeri, a partir de esos saberes y de esas concepciones, sobre el triunfo del Leganés frente al Barcelona?

6) ¿El triunfo del Leganés sobre el Barcelona es la certificación de que el fútbol es el arte de lo imprevisto o es la comprobación de que el fútbol es un juego que ofrece tantos caminos de previsión que hasta posibilita una serie de prevenciones para contener la posible superioridad de los otros?

7) ¿O, más abarcativamente, el fútbol es una construcción en la que todo el tiempo están vivas e interactúan esas dos perspectivas, la de lo incontrolable y la de lo controlable?

8) En función de los abrumadores contrastes económicos que exponen, por ejemplo, los presupuestos del Leganés y del Barcelona, ¿esa capacidad del fútbol de producir imprevistos va camino de achicarse o conserva suficiente fuerza para perdurar a pesar de cualquier disparidad?

9) ¿Por qué, al reflexionar sobre ejes parecidos a estos, el gran periodista español Santiago Segurola escribió esta semana en el diario El País, en un artículo que no de casualidad se llama “Pequeñez marginada”: “La implacable lógica mercantil ha destruido una de las grandes tradiciones futbolísticas donde lo pequeño y hermoso apenas puede ofrecer resistencia a lo grande y opulento”?

10) Estudiada por los científicos sociales y por algunos periodistas, ignorada por una porción anchísima de algo que aún llamamos (probablemente mal llamamos) “periodismo deportivo” pero no es más que un show de nadas, ¿hacia dónde marchará la relación entre el fútbol, el negocio del fútbol y la arrasadora, brutal y siempre asimétrica economía de mercado que demuele búsquedas de igualdad y de justicia adentro y, muchísimo más, afuera de las canchas de fútbol??

11) ¿Será que la brillantez de tipos como Panzeri y como Segurola continúa iluminando, a contramano de las estupideces de otros tiempos y de estos tiempos, algunos secretos de por qué, pese a las mugres y a los mugrientos, el fútbol penetra en la ilusión y en la emoción de millones de personas?

12) ¿Es o no es un tema grandioso, maravilloso y, en algunos sentidos, esencial el hecho de que en el fútbol siempre habita el sueño de que el más débil le gane al más fuerte y que ese sueño, con las fronteras crecientes que bien observa Segurola, a veces hasta se materializa y nos hace pellizcarnos para verificar si estamos de cara a algo cierto?

13) Si el fútbol no cobijara o no pudiera seguir cobijando su histórica riqueza para generar asombros y para vulnerar lógicas (inclusive y muy difícilmente, las lógicas presupuestarias), para permitir aunque sea por un ratito eso que el poeta y músico cubano Silvio Rodríguez llama “el tiempo está a favor de los pequeños”, ¿nos gustaría el fútbol?

14) ¿Nos gustaría el fútbol si no habilitara la esperanza tan negada en el resto de la realidad de que, no se sabe cuándo pero en algún soplo de la vida, los que menos tienen derroten a los que tienen más?