Con algunos cambios en la oncena inicial, Defensor visitó a Atlético Mineiro en Belo Horizonte y empató 0-0, por la tercera fase de la Copa Libertadores de América, la última previa a la fase de grupos. Luego de aquella recordada victoria ante Bolívar en La Paz Defensor no volvió a ganar: apiló, entre copa y Campeonato Uruguayo, seis derrotas consecutivas y este empate. La clasificación de Mineiro mete a los brasileños en el grupo E de la copa, junto a Nacional, Cerro Porteño de Paraguay y Zamora de Venezuela. Defensor, que no logró el difícil objetivo de clasificarse a la fase de grupos, que le hubiera generado un ingreso económico importantísimo, igualmente avanzó un par de casilleros y a pesar de que quedó eliminado en la Libertadores tendrá revancha en la Copa Sudamericana. Esto es más competencia y claro, más dinero. La viola salió a jugar en el estadio Raimundo Sampaio con Gastón Rodríguez; Emanuel Beltrán, Nicolás Correa, Maximiliano Perg y Alejandro Villoldo; Gonzalo Nápoli, Álvaro González, Martín Rabuñal y Robert Ergas; y Pablo López y Nicolás González.

Juanito Cazares tuvo la primera a los 4 minutos, con un remate cruzado muy potente que se fue abriendo hasta dar en el palo izquierdo de Gastón Rodríguez, que voló pero no llegaría. De pique, el Mineiro salía a comerse vivo a Defensor, que tenía la difícil tarea de remontar el 2-0 que recibió en el partido de ida. A Cazares, que caía por el sector derecho del ataque brasileño, se le sumaba Luan, el más peligroso, que en dos ocasiones hizo que Rodríguez empezara a convertirse en una de las figuras de la cancha, tal cual lo había hecho en los primeros partidos de la viola en la temporada: quedarán dos noches bien marcadas, ambas ante Bolívar, en La Paz y en Montevideo. En Belo Horizonte fue muy bueno también el partido del golero defensorista, y también, por momentos, de la defensa.

Un gol o nada

Visto el panorama de la serie y de lo que había pasado en la primera parte, Defensor tenía que salir sí o sí a marcar un gol para ponerse en partido. La primera para los tuertos estuvo en los pies de Alejandro Villoldo, que se mandó al ataque por izquierda, enganchó hacia adentro y tomó tal vez la decisión menos acertada: rematar al arco en vez de tirar el centro para que llegara alguno de sus compañeros en el centro del área chica. Instantes después, Mineiro se quedó con 10 futbolistas por la expulsión de Welison da Silva a los 56 minutos. ¿Y si daba para la hazaña? Jorge da Silva metió mano en el banco de suplentes y mandó a la cancha al eterno goleador Álvaro Navarro y además a Ignacio Laquintana, que supo de anotar en esta copa; por ellos salieron Ergas y Nápoli. Lo tuvo Martín Rabuñal, con un zapatazo de larga distancia que fue la más clara del partido para los violetas. La pelota viboreó en el camino y la atajada Víctor de fue bárbara; en el rebote, de primera, Joaquín Piquerez, recién ingresado por López, la calzó de aire pero su remate rebotó en un rival. Pudo ser el primero, pero el partido se iba apagando y el 0-0 se hizo enorme.