Con un gran partido que terminó en triunfo el elenco tricolor logró su clasificación en el grupo E que pasó a liderar junto a Cerro Porteño, con 12 unidades, ya inalcanzables para Mineiro (3) y Zamora (0). Los tricolores ganaron en Brasil ante un grande, lo que siempre es muy valorable, en el Mineirao de Belo Horizonte con un golazo de Felipe Carballo, y aseguraron a falta de un partido (que será ante Cerro Porteño en Montevideo), su continuidad entre los 16 mejores del torneo.
Nacional viajo a Belo Horizonte con el objetivo principal y casi único de clasificar. Para eso necesitaba de un solo punto, por tanto Álvaro Gutiérrez planteó para los tricolores un partido de alta concentración en defensa, pero con libertades, y hasta cierta comodidad emocional como para atacar de contragolpe, o desplegándose en etapas con la pelota en carrera. El objetivo de la clasificación, y seguramente también la condición de visitante, hizo que Nacional se parase con un 4-1-4-1 delante de Luis Mejía: Matías Zunino, Guzmán Corujo, Felipe Carvalho y Matías Viña; Rafael García; Gabriel Neves, Santiago Rodríguez, Gustavo Lorenzetti y Sebastián Fernández; y Gonzalo Bergessio. Fue así que el primer cuarto de hora resultó hasta sorpresivamente cómodo para Nacional, que inclusive llegó a tener un par de llegadas claras sobre el arco del Mineiro. En una jugada que realmente pareció de rugby, porque el revoleo larguísimo de Luan pareció un drop a cargar que Rafael García intentó bajar pero le pegó en las dos piernas y se le fue. La pifiada resultó una habilitación de gol a Ricardo de Oliveira, que en pared con Chará quedó solo frente al panameño que una y dos veces salvo la valla de los uruguayos.
Tal vez quede la sensación de que en el segundo tiempo Nacional tuvo una figura más ofensiva, pero sin embargo no fue más que la extensión de aquella estrategia que apuntaba al punto, o a los puntos de la clasificación. Una maravillosa trepada del de Villa Rodríguez, Guzmán Corujo, casi termina en gol uruguayo. Coincidentemente con la lesión de García, que dejó la cancha sustituido por Mathías Cardacio, Nacional empezó a quedar más retrasado de lo que aconsejan los manuales de las defensivas orientales, y si bien no quedó sitiado, fue restringiendo sus aciertos y se multiplicaron las acciones brasileñas.
Intentó de distintas maneras Gutiérrez volver a la tranquilidad, con más atacantes primero cuando dio ingreso a Octavio Rivero por Lorenzetti, con más volantes cuando puso a Felipe Carballo. Y por ahí vino el triunfo y la clasificación: una barrida para controlar del canario Zunino, un pase de maravilla para Carballo, control y por encima del golero al fondo de las redes. Maravilla, tan disfrutable como esta hermosa clasificación anticipada.