En el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, Paraguay y Catar jugaron un partidazo en el cierre del grupo B que había comenzado con la victoria de Colombia 2-0 frente a Argentina, el sábado de noche. Este encuentro entre guaraníes y cataríes terminó empatado 2-2, a pesar de los comentarios acerca del juego de los asiáticos, que se llenaron de tarjetas amarillas, fueron abajo en el marcador desde el inicio de los dos tiempos pero terminaron empatándolo. El discurso común de los entrenadores previo a esta Copa América es muy similar: “Lo importante es llegar a Catar 2022”. Lo dijo Eduardo Berizzo, el director técnico argentino de Paraguay; lo mencionó también el catalán Félix Sánchez, entrenador de Catar que tiene su participación asegurada en el próximo Mundial que organizará en sus tierras.

Óscar Tacuara Cardozo puso el 1-0 de penal, a los 4 minutos de comenzado el partido; luego, a los 56, Derlis González la pudrió en el ángulo con un zapatazo de afuera del área para poner el 2-0 a favor de la selección de Berizzo. Previo a ese gol el árbitro Diego Haro se había apoyado en el VAR para anular un gol paraguayo convertido por Cardozo, que la empujó con el arco vacío: la posición adelantada había sido de González antes de mandar el centro hacia el medio del área. Todo quedaba entre ellos, los grandes protagonistas de la tarde.

Cuando el partido estaba 1-0 a favor de Paraguay, Catar había avisado en varias ocasiones que no sería un rival tan accesible. Podría haberlo empatarlo, pero se le escapó. Con los dos goles en contra, tal vez la esperanza catarí empezaba a diluirse, pero primero el descuento de Almoez Alí a los 68 minutos, y después el empate de Boualem Khoukhi a los 77, pusieron el score 2-2 con el que terminaría el partido. El de Alí fue un golazo: cruzó con pelota dominada desde la izquierda hacia el medio del área y sacó el remate que fue a parar al ángulo; el de Khoukhi fue tan entreverado como el partido en sí: el cabezazo rebotó en el cuerpo de Roberto Fernández y entró como pidiendo permiso, con un rebote posterior en Rodrigo Rojas, que quiso sacarla pero se metió con pelota y todo dentro del arco.