Jugando en Montevideo, en el estadio Franzini, los negros de la cuchilla, con una gran exhibición, volvieron a derrotar a Llaneros de Guanare, y de esta forma consiguieron la clasificación a la próxima fase de la Copa Sudamericana. Fue un enorme partido de Liverpool que, con un juego atinado, muy buena dinámica y gran capacidad técnica, goleó a Llaneros 5-0.

Paciente capacidad

Liverpool comenzó con paciencia, sabiendo que la diferencia era en goles pero también podía ser en juego. Román Cuello paro a su equipo con Andrés Mehring en el arco; Federico Pereira, Franco Romero, Ernesto Goñi y Camilo Cándido; delante de ellos, como 5 cortando el fainá estuvo Hernán Figueredo, por delante Alan Medina, Fabricio Díaz, Agustín Ocampo y Martín Correa; y un escalón por encima el riverense Agustín Dávila.

A los cinco minutos, Dávila robó una pelota en el círculo central y corrió hasta el área rival. En el momento de definir le cortaron la jugada con un quite lícito, por lo que la pelota no pudo llegar a la red. Era sólo el aviso. La paciencia tuvo sus frutos rápidamente: a los 12 minutos, una pelota sacada de contragolpe y la habilitación en largo a Martín Correa, que tuvo la virtud de la velocidad, el desborde y el engaño, bordando por la línea final y mandando con absoluta calidad el centro atrás para que Agustín Ocampo la empujara al fondo de la red. 1-0 y pelota al medio.

A los 20 minutos llegó el segundo. Vino de un córner propiciado por un casi gol. La jugada fue ensayada para la ejecución del tiro de esquina, y Agustín Ocampo puso un centro templado para que Federico Pereira, casi en el área chica, mandara la pelota a las redes. En los 25 minutos restantes pudo haber llegado muchas veces el tercero, pero se fueron al vestuario con sólo dos goles de diferencia, a pesar de que la distancia en materia de juego era más grande que la que separa Uruguay de Venezuela.

Se sacó la lotería

El segundo tiempo comenzó en las mismas condiciones: Liverpool se arrimaba al tercero y el golero venezolano salvaba el arco en varios mano a mano. A los cinco minutos, por fin llegó el 3-0, fruto de una maravillosa jugada de Hernán Figueredo, que condujo a una doble pared con Martín Correa que este remachó contra el palo derecho del arquero de Llaneros.

Sobre el final del partido llegó el cuarto. Otra vez fue Cachimba Correa, esta vez con la intención de hacer un último pase, que terminó venciendo al arquero para poner el 4-0. Habría tiempo para que llegara Emiliano Alfaro, que entró a los 15 minutos del segundo tiempo, y él y su equipo habían buscado este ansiado festejo. Fue el 5-0 del olimareño. Un esperado gol.

Liverpool, al igual que Fénix, River Plate y –ojalá– Plaza Colonia deberán esperar hasta mayo para conocer a su rival de la próxima fase de la Copa Sudamericana, que incluirá a los terceros de la fase de grupos de la Copa Libertadores.