Florencia Somma Tarlovsky cumplió 32 años hace unos días. Es la preparadora física del plantel principal masculino del Club Malvín, pero además es la capitana del básquetbol femenino playero. Una vez dijo que le gustaría que la recuerden por “haber dejado algo por donde haya pasado”. Su persistencia, su temperamento, el juego y el compañerismo ya forman parte de su manera de ser adentro del club. Entre sus dos labores, Florencia acumula 15 títulos de la Liga Femenina de Básquetbol –el último lo consiguió en 2019–, y en momentos de distancia física y entrenamientos a través de plataformas electrónicas, tras este largo parate de las actividades –que además le hizo perderse el Preolímpico 3x3 que iba a jugar en India con la selección uruguaya–, la deportista se hizo un hueco para charlar con Garra.
Físico, cabeza y preparación
“Tanto las jugadoras del femenino como los jugadores de formativas y el equipo mayor masculino tienen sus trabajos para hacer. El profe de cada categoría se los va planificando, junto con algunas recomendaciones nutricionales y todos los cuidados sanitarios. Lo que hacemos después de eso son ciertas devoluciones en cuanto a lo que fue el trabajo y cómo nos vamos sintiendo”, cuenta Florencia sobre este receso obligatorio generado por la pandemia de covid-19. Somma habla de prioridades, como la salud, y dice que extraña mucho la cancha, “la esencia de nuestro deporte”.
Su trabajo se divide en dos, porque tiene la cabeza puesta tanto en el básquetbol masculino como en el femenino. Sobre las mujeres dijo que el parate las afecta en tanto que se pierde un poco la forma física, pero hace una salvedad: “La situación del femenino, respecto de la del masculino, es bien distinta porque nuestra liga todavía no había empezado. Por lo tanto, estábamos en una etapa de preparación, lejos de nuestra mejor forma física. A la hora de retomar, puede llegar a ser un poco más fácil”.
La Liga Uruguaya de Básquetbol está en tratativas para volver. Hace unos días Ricardo Vairo, el presidente de la Federación Uruguaya de Basket-Ball, confirmó luego de una reunión con los clubes que la actividad se reanuda en setiembre. La Secretaría Nacional del Deporte, por su parte, sigue exhortando a la población a mantener el distanciamiento social quedándose en casa, y ratificó lo emitido el 13 de marzo: están suspendidos los espectáculos deportivos, tanto en espacios públicos como en espacios privados.
Mientras, los jugadores se siguen preparando, pero llenos de incertidumbre, y la pregunta para los y las profes siempre es la misma: ¿cuánto tiempo se necesita para poner el equipo a punto? “Es difícil dar un número exacto, sobre todo porque cuando se reanude será en un momento muy importante, como son los play off. No sabemos cuánto tiempo más se postergará el arranque. Para dar una estimación, precisaríamos tres semanas para hacer una puesta a punto, ver cómo ha influido todo esto. También hay un componente individual, no será lo mismo para todos. Trataremos de trabajar en el tiempo que tengamos para jugar el último partido [de la Liguilla] de la mejor manera y poder iniciar los play off”, sostuvo Florencia.
Quedate en casa con las apps
El armado de las rutinas de entrenamientos sufrió un cambio radical. Los clubes –y los deportistas– ya no practican todos juntos, el profe ya no se arrima para corregir la postura, los perezosos que siempre se roban un abdominal o una sentadilla ya no sufren el dedo señalador de sus pares. Desde que el Ministerio de Salud Pública decretó la emergencia sanitaria salieron a la cancha (o a la casa) las aplicaciones, grandes compañeras en esta época de confinamiento. “Con el masculino hemos hecho pocos entrenamientos con la plataforma Zoom. En ese sentido no hemos tenido problemas de conexión, incluso estando todos en diferentes lugares, Montevideo e interior. A la hora pautada estuvimos todos conectados, incluso los dos extranjeros que están en Montevideo. El objetivo de este entrenamiento vía Zoom por un lado es la socialización, porque somos seres sociales y eso es lo que hoy por hoy se está limitando”, dijo la profe de Malvín.
Somma agrega que “hay algunas aplicaciones en el teléfono que tienen que ver con el trabajo de reacción. Los que tienen pelota los hacen con dribbling, algunos jugadores se han bajado esa aplicación”, pero “la idea es poder interactuar un poco entre todos a través del entrenamiento. Por otro lado, para plantear distintas consignas que tengan que ver con la creatividad. La evaluación que hicimos con cada uno después de los entrenamientos fue positiva”.
Sobre la Liga Uruguaya se habló, sobre El Metro también, pero el torneo de básquetbol femenino aún no tiene novedades ni señales claras por parte de la federación. De las divisiones formativas tampoco se sabe nada. “Ahora que pasó más tiempo, ya es momento de que la Liga Femenina de Básquetbol esté sobre la mesa, que se empiecen a plantear posibles ajustes del torneo, para que cuando estemos en condiciones de competir esté todo pronto. Entiendo que los torneos más importantes del país son otros, pero me parece importante empezar a hablar de la Liga Femenina y de las formativas”, reclama Florencia Somma.
¿Qué ves?
“Una serie para recomendar: Vivir sin permiso. The Last Dance aún no la vi completa. Por lo poco que vi, más allá de la clase de jugador que fue [Michael Jordan] con la pelota, ya en ese momento ponía de manifiesto ciertos temas como la gestión, la organización. Evidentemente el loco, además de todas las capacidades que tenía, era un adelantado en ese sentido: tener una cámara filmando el día a día del equipo, por ejemplo. Tenía una visión mucho más hacia adelante”.