En otros tiempos hubiésemos hablado de un partido de la B, o de un partido por el descenso. O por el contrario, por el ascenso. “No hay que olvidarse, la guitarra y la tumbadora”. Lo cierto es que Boston River sí, navega en esos mares. Rentistas, en transformaciones, anda por otros barrios, campeonatos, clasificaciones. También es cierto que mucho tiene que ver la presencia de Alejandro Cappuccio. Nada para descubrir de nuevo. En el caso del equipo del barrio Bolívar, la elección por el cuerpo técnico de Juan Tejera trajo un despertar que parecía lejano. En un partido clave, el Boston ganó 1-0 y con esa carpeta se plantó en el Complejo Perrone de Rentistas, a donde sólo llega el 175. El rojiverde es puntero del Clausura y además, salió de la zona de descenso directo.

Ni siquiera la jugada del primer gol fue clara. Hasta ese momento las apariciones en el área habían sido tan solo eso, apariciones. Pero el futbolista con apellido de poeta, José Alberti, probó casi sin gracia de lejos, y el pique extraño del sintético le jugó a Yonatan Irrazábal la mala pasada de buscarla adentro. Boston River se ponía 1-0 y afloraba ese período de urgencias en el equipo de Tejera. Se le notaba en la actitud, la tabla partida por el descenso.

No hubiese querido nunca sentarme a escribir, después de marcar a Salomón Rodríguez. No sé qué hará Carlos Valdez cuando llegue, pero los dolores del duelo constante se imprimirán como tatuajes musculares de una batalla. Rubén Bentancourt tiró un caño al borde del área y remató, usando el borde interno para la rosca. Pudo ser el segundo, pero sólo fue un suspiro olvidable.

Lo primero que pasó en el complemento fue una jugada de pelota parada ensayada por los de Cappuccio, que invalidó el línea más lejano. Las protestas a Yimmi Álvarez se oyeron todas, incluso sus respuestas. Una personalidad curtida con escupitajos. Rentistas extrañó a Gonzalo Vega, que diezmado, yacía en el banco de los relevos. Los escasos espectadores se cubrían tras los barbijos para putear.

Hay un nido de horneros en la tribuna locataria de Rentistas que se ha edificado con la pandemia. Adentro, Facundo Rodríguez terminó por contestarle a un acreditado rival que le gritó que se levante. Cuando la gente se la agarra con el línea es sinónimo de que las cosas en el campo no están saliendo como se esperaba. Faltando diez pidieron penal por una supuesta mano que el árbitro desestimó. En la jugada siguiente, Andrés Rodales lo tuvo desde afuera del área pero pateó desviado. Boston River estuvo mejor parado siempre. Gonzalo Vega tuvo que entrar a ver si le sacaba brillo al suelo del Perrone. Es que Boston River entendió, parece, aquello de la humildad, de pelear por quedarse, de sobrevivir si vale el uso de la palabra.

Boston River ganó en el complejo del bicho colorado porque entendió el otro juego, el de jugar por puntos que duelen, por puntos fundamentales. Para eso llamaron a Juan Tejera y su equipo. Le ganaron a uno de los campeones, también a uno de los que mejor juega. Sigue en carrera entonces, y envalentonados.

Detalles

Estadio: Complejo Rentistas.

Árbitros: Yimmi Álvarez, Ernesto Hartwig y Alberto Píriz.

Rentistas (0): Yonatan Irrazábal; Andrés Rodales, Mathías Abero (85’ Gonzalo Vega), Maximiliano Amondaraín, Facundo Parada; Nicolás Colazo (46’ Lucas Ontivero), Ramiro Cristóbal, Francisco Duarte (46’ Franco Pérez), Maxi Lemos; Renato César, Salomón Rodríguez (65’ Nahuel Acosta).

Entrenador: Alejandro Cappuccio.

Boston River (1): Gonzalo Falcón; Leandro Lozano, Carlos Valdez, Nicolás Barán, Pedro Silva; Rafael Alberti, Luciano Olaizola (70’ Diego Romero), Wiston Fernández; Facundo Rodríguez (79’ Enzo Larrosa), Rubén Bentancourt (88’ Matías Sosa), Matías Rigoleto.

Entrenador: Juan Tejera.

Gol: 38’ José Alberti (BR).