La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) además de suspender los torneos juveniles masculinos decidió en las últimas horas anular la disputa de los campeonatos sudamericanos femeninos juveniles, tanto el cuadrangular final de sub 20, que está aún pendiente, como el sub 17. La medida tendrá efectos negativos tanto en un futuro cercano como a mediano y largo alcance.

Hay un caso específico, un torneo que comenzó pero no finalizó. Es el Sudamericano femenino sub 20, cuya primera fase ya se jugó, en las provincias argentinas de San Juan y San Luis, durante la primera quincena de marzo de 2020; clasificaron a la final Brasil, Uruguay, Venezuela y Colombia. Fue suspendida la disputa de su fase final por el advenimiento de la pandemia en esos días. Resta jugar las tres etapas de la ronda final, es decir, una competición que se hace en una semana. Hubo varias oportunidades para disputarla, que se fueron desperdiciando.

En estos días incluso podría jugarse en nuestro país. ¿Por qué no toma la iniciativa y lo propone la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF)? Aquí se juega fútbol todos los días y han sido abundantes las visitas de clubes masculinos compitiendo por las copas Libertadores y Sudamericana y en femenino con la visita de la selección de Puerto Rico con quien se jugaron dos partidos hace pocas semanas. Hay antecedentes de sobra.

Del dicho al hecho hay mucho trecho

Es muy llamativo comparar lo dicho por la Conmebol cuando la FIFA decidió, el 17 de noviembre de 2020, cancelar definitivamente las Copas del Mundo sub 20 y sub 17 femeninas, en contraste con lo que se hizo ahora.

En esos momentos el máximo organismo del fútbol sudamericano decidió hacer de todas formas sus torneos aunque ya no fueran clasificatorios de una Copa del Mundo. En la diaria se elogió la medida. Bajo el título “Los sudamericanos femeninos juveniles se jugarán”, el subtítulo nuestro apoyaba: “Conmebol acertó a pleno: los promueve para 2021 aunque no serán clasificatorios”.

Y citábamos textualmente los argumentos de Conmebol para tomar esa atinada medida: “Con el fin de potenciar el fútbol femenino y la evolución de las diferentes selecciones sudamericanas, el órgano rector del fútbol sudamericano resolvió realizar los torneos juveniles con excepciones. El sub 17 será categoría sub 18 y la fase final del sub 20 pasará a ser sub 21. Esto permitirá que estas generaciones de jugadoras que vienen trabajando en los distintos procesos de selecciones tengan la oportunidad de competir a nivel continental. A sabiendas de que las selecciones de esas categorías vienen practicando y preparándose desde inicios de este año para nuestros torneos, incluso en medio de la pandemia y con mucho esfuerzo, la Conmebol toma la decisión de disputar, en el segundo semestre del año 2021, el torneo Conmebol sub 17 de manera excepcional en categoría sub 18 y el cuadrangular final pendiente del torneo sub 20 femenino de manera excepcional en categoría sub 21, con el fin de fomentar y potenciar el crecimiento y evolución de estos equipos a través de torneos internacionales, permitiendo de esta forma que esta generación de jugadoras, que ha venido preparándose, pueda tener la oportunidad de competir a nivel continental” .

A contrario sensu, cabe decir que la Conmebol, con la medida de estos días, agosto de 2021, no fomenta ni potencia el crecimiento y evolución de estos equipos a través de torneos internacionales y no permite, de esta forma, que esta generación de jugadoras que ha venido preparándose pueda tener la oportunidad de competir a nivel continental.

Es muy clara y negativa la relación entre el dicho de antes y el hecho de ahora. Conmebol borra con el codo lo que escribió con la mano. Y le hace mal al desarrollo del fútbol femenino sudamericano.

En realidad, con una acción más decidida, nuestro país podría organizar el cuadrangular final sub 20 que llevaría una semana de tiempo con sólo seis partidos a disputarse.

Esa generación celeste lleva años preparándose, incluyendo su participación, categoría sub 17, en Sudamericano y Copa del Mundo, la realizada en nuestro país. Y es una generación de mucha calidad.

La AUF le debería recordar a la Conmebol que los campeonatos sudamericanos no son sólo clasificatorios sino que son el resumen de un período, un impulso para mejorar una generación y una provechosa medición de calidades con los otros países de la región. ¡Valen por sí mismos! Y capaz que ante ese planteo, la Conmebol recuerda lo que afirmaba en noviembre del año pasado y actúa en consecuencia.