Mientras que en París ya empezaban a imprimir por centenas camisetas del París Saint-Germain con el número 30 en su espalda, el nuevo dorsal que vestirá Lionel Messi en el segundo club profesional de su vida, en Barcelona, y más precisamente en las instalaciones del Camp Nou, se empezaron a retirar las imágenes del astro argentino, que durante buena parte del siglo XXI ha sido la referencia del club blaugrana, donde ya no jugará.

Ahora lo hará en París, en el Parque de los Príncipes, rodeado de otra decena de estrellas, que, felizmente, aun así no asegurarán la gloria deportiva. Ni siquiera con uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol jugando en su equipo, el catarí Nasser al Khelaifi podrá asegurar a golpe de billones la mayor aspiración de los deportistas y sus aficionados: la gloria.

Sobre este punto, Messi habló en la conferencia de prensa donde lo esperaron afuera miles de aficionados. “Ganar la Champions no es fácil, podés tener el mejor equipo del mundo y no ganar. Esto es fútbol y los pequeños detalles te pueden dejar afuera. El PSG estuvo muy cerca teniendo un equipazo y no lo pudo conseguir. Es una competición en la que están los mejores. Hay que ser un grupo unido y tener un poquito de suerte también. No siempre gana el mejor, además”.

Messi saluda a los hinchas del PSG.

Messi saluda a los hinchas del PSG.

Foto: Bertrand Guay, AFP

Messi jugará por dos años con opción a tres en el club parisino cuyo máximo goleador histórico es uruguayo. Edinson Cavani convirtió 200 goles en 301 partidos en menos de siete temporadas, dado que la de 2020, por la pandemia, quedó trunca.

Al Khelaifi, el millonario catarí, presidente y director ejecutivo del club, dijo que espera que con Messi el equipo haga historia “para nuestros fanáticos en todo el mundo”. Hizo que con su billetera se juntaran en el Parque de los Príncipes tres de los futbolistas con los pases más caros de todos los tiempos: Messi, Neymar y Mbappé; además cuenta en su equipo con Sergio Ramos, proveniente de Real Madrid.

“Estoy muy feliz. Todos saben sobre mi salida de Barcelona, que fue muy dura porque son muchos años y es difícil el cambio después de tanto tiempo. Pero llegar acá me da una felicidad enorme, tengo muchísimas ganas, estoy muy ilusionado. Quiero que esto pase rápido para empezar a entrenar. Tengo ganas de encontrarme con mis compañeros, el cuerpo técnico y empezar esta nueva etapa”, declaró Messi.

Acompañado de sus hijos, que ya lucían las camisetas del nuevo cuadro del ídolo argentino, Messi aseguró que tiene “las ganas intactas de seguir ganando” y por eso arribó al PSG, un “club que es ambicioso”. “Mi objetivo es seguir creciendo, seguir ganando títulos, y por eso vengo a este club. Quiero agradecerle a la gente de París, mi llegada fue una locura. Estoy seguro de que vamos a disfrutar muchísimo este tiempo juntos”, apuntó.

El club parisino, fundado en 1970, tuvo en 2006 a sus primeros uruguayos, los internacionales Cristian Cebolla Rodríguez y Carlos Bueno, a quienes Francisco Casal sacó como jugadores libres de Peñarol. Cebolla jugó más de una treintena de partidos y Bueno, bastante menos. En 2011 llegó Diego Lugano, que tampoco jugó mucho (una veintena de partidos), y en 2013 lo hizo Cavani, que además de goleador fue más de 20 veces campeón con el PSG.