En un partido mucho más parejo que lo que indicarían los manuales provisionales, Peñarol derrotó 1-0 a La Luz con gol en el segundo tiempo de Hernán Menosse, en el partido de ida de las semifinales de la Copa Uruguay, y ahora todo se decidirá el martes en el estadio Centenario. El partido fue de tal paridad que proyectándolo a la revancha deja con buenas posibilidades a La Luz de ir por una histórica final.

El juego fue una síntesis del tesoro escondido que tiene esta Copa Uruguay, que en definitiva no es más que el propio tesoro del fútbol cuando un equipo que nació, vivió y hasta casi murió, allá en los andurriales del fútbol, entre yuyos y aguas malolientes, entre el hambre y el goce, un club que hasta ahora –porque el año que viene sí lo hará– nunca jugó un partido de primera división, pone en cuestión el presente de un grande como Peñarol, históricamente campeón de todo y eterno aspirante a la gloria deportiva.

La Luz hizo un partidazo con las armas promedio del fútbol de la B: intensidad, cohesión, solidaridad, pero sin hacerle asco a hacer tiempo, hacer entrar a los rivales, para que el tiempo corra y todo se enrede más.

Ropa limpia y medias sin papas

De la forma que La Luz fue acomodándose al partido fue casi una obra artesanal. Una colchita de crochet, un pecho cruzado al pie de la obra. Hubo cinco o diez minutos que se quedó quietito contra un rincón, pero después se animó y en la primera parte obligó a por lo menos tres grandes intervenciones del arquero Thiago Cardozo, sin contar una avivada del goleador de la Copa Uruguay, el salteño Horacio Sequeira, que se coló entre Rak y Cardozo y definió demasiado alto por encima del arquero mirasol.

Una y no más de una tuvo el aurinegro en la primera parte, mientras que los de Aires Puros tuvieron varias.

Cuando atravesaron el túnel del entretiempo sin goles, daba la sensación de que la segunda parte no sería igual, porque La Luz difícilmente podría sostener esa impostura, rindiendo a la perfección y superando en el juego a Peñarol, y seguramente los carboneros, por el destaque y posibilidades de sus jugadores, por la potencia física y futbolística como colectivo, jugarían otro tipo de partido.

Y así, con pelota parada a los 13 del complemento llegó el gol de Menosse, con gran cabezazo que puso el 1-0. Agustín Álvarez, a pesar de que ya había entrado en el partido Brian Lozano, puso una pelota medida al corazón del área y el zaguero, que había llegado desde el banco por la lesión de Rak, se elevó y golpeó muy bien la pelota.

La Luz no se quedó, y con lo que le quedaba siguió mordiendo garrones, buscando aire en sus cuatro cambios cuando entraron Alejandro Siles, Agustín Gutiérrez, Aníbal Hernández y Álvaro Tata González. Inesperado tal vez, pero el vicecampeón de la B volvió a poner a los revolcones a Cardozo.

El curso esperable de este tipo de confrontaciones era que Peñarol se apoyara por fin en aquella diferencia y se adueñara del partido, con Lozano, Laquintana, Milessi y después también Viatri, pero no; con pelotazos frontales o intentando armarla con remiendos La Luz buscó el impensado empate que al final no llegó, pero que dejó una inverosímil sensación de paridad.

Detalles

Cancha: Estadio Campeón del Siglo
Árbitros: Santiago Motta, Matías Rodríguez y Marcos Rosamen

Peñarol (1): Thiago Cardozo; Pedro Milans, Agustín Da Silveira, Yonatthan Rak (31′ Hernán Menosse) y Facundo Bonifazi; Rodrigo Saravia, Agustín Álvarez (69' Nicolás Milesi), Ignacio Laquintana, Brian Mansilla (46' Brian Lozano); Nicolás Rossi y Ruben Bentancourt (69' Lucas Viatri). Entrenador: Leonardo Ramos.

La Luz (0): Jhony Da Silva; Juan Ignacio Quintana, Rodrigo Viera, Jonathan Baeza y Sebastián Cardozo; Enzo Castillo, Carlos Muela (65' Aníbal Hernández), Santiago Ramírez (65' Agustín Gutiérrez) y Emanuel Fuentes (70' Álvaro Tata González); Horacio Sequeira (65' Alejandro Siles) y Luis Machado (77' Cristian Quintero). Entrenador: Julio Fuentes.

Gol: 59' Hernán Menosse (P), de cabeza.