Apenas se consumó el resultado final de Croacia-Argentina, calles y plazas de los lugares más recónditos del país vecino se vieron inundadas de personas vestidas de celeste y blanco. Al igual que sus futuros rivales, el pueblo salió a manifestar su alegría por la victoria 3-0, con Lionel Messi en una de sus mejores versiones y Julián Álvarez con la suerte goleadora de su lado.

Diversas pantallas gigantes dispuestas en las plazas y lugares de por sí concurridos o convocantes de todo el país oficiaron de pasarela para que los hinchas desfilaran con sus homenajes a la selección argentina, a Lionel Scaloni, Diego Maradona, a Messi y a otros jugadores devenidos héroes para grandes y chicos.

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En Buenos Aires la zona aledaña al obelisco quedó repleta de gente. En la intersección de la Avenida 9 de Julio y Corrientes, incluso, hubo algunos disturbios con agentes de la Policía.

En La Plata fueron miles los que se congregaron en la mítica esquina de las calles 7 y 50, desde donde salieron numerosas caravanas de vehículos. Se rememoró el triunfo mundial de México 1986 y el épico partido contra los ingleses. Además, estaban frescos los cánticos del más reciente triunfo de la albiceleste: la Copa América 2021 en Brasil, ganada en Maracaná a los locales.

Hinchas de Argentina, durante la transmisión del partido ante Croacia, el 13 de diciembre, en el barrio de La Boca.

Hinchas de Argentina, durante la transmisión del partido ante Croacia, el 13 de diciembre, en el barrio de La Boca.

Foto: Luis Robayo, AFP

En Rosario miles de personas se acercaron al Monumento Nacional a la Bandera, junto a una extensa fila de autos que transitó por avenida Belgrano tocando bocina.

El fenómeno de Mar del Plata es digno de estudio: alrededor de 90.000 personas asistieron al Arena Fan Fest en el paseo Las Toscas para ver la semifinal por la pantalla gigante.

Una multitudinaria procesión se apoderó de las calles de la ciudad de Córdoba. Con caravanas de automóviles y gente a pie en la zona comercial del Patio Olmos y alrededores, portando banderas, a quienes se sumaron parroquianos que estaban en los bares.

También fue notorio el homenaje que le prestaron cerca de 300 personas que se reunieron en las inmediaciones de donde era la casa de Diego Maradona en la década de los 80, en Villa Devoto.

Como asisten a la casa del ídolo argentino antes y luego de cada partido por cábala, realizaron un baile callejero con cumbia, cerveza y fernet. Esta vez, el actual dueño abrió las puertas del hogar del 10 y permitió que la gente pasara en grupos reducidos para apreciar desde adentro el lugar donde vivió el pibe de oro.

De cara al domingo, a las 12.00, cuando Argentina enfrente a Francia por el título mundial, las cábalas tomarán protagonismo y el pueblo argentino hará todo lo que esté a su alcance para acompañar a la distancia a sus coterráneos que los representan en Qatar, viviendo el sueño de más de 45 millones de argentinos.