“Con nuestros corazones indomables y nuestra garra charrúa intacta. Vamos por nuestro anhelo juntos: París 2024”. Con esas palabras, Henry Borges y Mariana Mederos, judokas paralímpicos uruguayos, comenzaron el comunicado en su cuenta de Instagram con el que anunciaron su retorno al tatami –luego de decidir su retiro en 2021– para buscar la clasificación a los Juegos Paralímpicos de París 2024.

Hace un año, finalizada la campaña paralímpica rumbo a Tokio, en la que Borges consiguió la clasificación a la cita pero Mederos no, ambos habían revelado que dejarían el alto rendimiento para seguir trabajando como entrenadores en la plaza de deportes de la ciudad de Rivera.

Borges es uno de los cuatro deportistas uruguayos con más participaciones en Juegos Olímpicos o Paralímpicos. Junto a él, Milton Wynants, Alejandro Foglia y Andrés Silva comparten cuatro presencias. Tiene además dos diplomas paralímpicos en sus cuatro participaciones, producto de un séptimo y un quinto puesto. Este último lo consiguió en Río de Janeiro, en 2016, cuando llegó a la pelea por la medalla de bronce y perdió contra un rival rumano.

Con el sueño de repetir otra gran actuación, Henry preparó su campaña rumbo a la cuna del judo, Tokio. En ese camino fue dos veces campeón panamericano, una en el campeonato de la disciplina y otra en los Juegos Parapanamericanos de Lima, su segunda medalla de oro en ese evento luego de la obtenida en Toronto 2015. Sin embargo, tras un año de postergación, la participación en los Paralímpicos de 2021 no tuvo el resultado que esperaba y cayó en la primera lucha. Era el final de una carrera marcada por los logros y los sueños cumplidos, pero sin la medalla paralímpica con la que tanto sueña.

En el camino a los últimos Paralímpicos, Mariana Mederos se incorporó al alto rendimiento. Como pareja, entrenan juntos, ya que en su deporte el entrenamiento requiere al menos dos personas, y eso motivó a Mariana a luchar por su objetivo, a darle un sentido propio a tantas horas dedicadas. Rápidamente consiguió una medalla de plata panamericana en 2020, pero luego no pudo alcanzar el lugar necesario en el ranking mundial para volar a Japón.

Para este nuevo ciclo hubo un cambio fundamental en la reglamentación, razón principal por la que cambiaron su decisión un año después. Ahora los judokas ciegos lucharán sólo contra otros en las mismas condiciones, quedando en una categoría aparte aquellos con baja visión. Eso abrió una puerta para ambos, que mejora las posibilidades de conseguir la presencia en la capital francesa. Para eso, deben terminar entre los diez mejores de su categoría en la clasificación.

Serán cuatro competencias puntuables las que conformarán el ranking mundial clasificatorio a París. El Mundial de Judo, del 4 al 10 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán, será la primera de ellas. El siguiente evento será el Panamericano, a realizarse en Ontario, Canadá, del 9 al 12 de diciembre de este año. En 2023 habrá nuevamente Mundial en Birmingham, Inglaterra, del 18 al 27 de agosto, y los Juegos Parapanamericanos se realizarán en Santiago de Chile del 17 al 26 de noviembre. En ese camino, su entrenador también es una novedad, porque quien los acompañará por primera vez será Ramón Presentado.

El sueño vuelve a cobrar vida y tanto Henry como Mariana comenzarán a perseguir sus objetivos individuales, pero también un deseo compartido: alcanzar juntos los próximos Juegos Paralímpicos, para disfrutar en mutua compañía de una última campaña en París, antes de retirarse definitivamente.