La selección absoluta femenina que está disputando el grupo B de la Copa América quiere dar vuelta drásticamente su andar. Perdidos los dos encuentros iniciales, 1-0 con Venezuela y 3-0 con Brasil, este viernes deben enfrentarse a Argentina. Es, de por sí, un rival difícil y, además, el equipo uruguayo viene muy golpeado por una sucesión de contratiempos.

Desde el inicio, cuando la vivaz delantera Belén Aquino estuvo lesionada después del Sudamericano sub 20 y su recuperación fue muy lenta, porque fue mucho como la golpearon. Luego, Esperanza Pizarro, la otra delantera de brillo, fue diagnosticada con covid-19 sin síntomas horas antes del primer partido en Colombia, al cual no llegó.

Ahora se suman las lesiones de Karol Bermúdez y de la sanducera Stephanie Tregartten, golpeadas y lesionadas por las brasileñas. Esta última estaba supliendo a otra lesionada de última semana, la lateral izquierda clavada de la selección, Antonella Ferradans. Para enfrentar a las albicelestes habrá que improvisar en esa zona.

Rearmemos, entonces, la formación que puede entrar el viernes en este partido clave en un torneo que da cinco premios, la mejor Copa América de la historia en ese sentido: la golera seguirá siendo Sofía Olivera, que fue probada de diversas formas por las brasileñas y respondió en la mayoría de ellas –las otras fueron inatajables–. Atrás, Daiana Farías, la de Racing Power de Portugal, se ganó el puesto de zaguera central en la lucha contra las brasileñas. Seguramente Stephanie Lacoste, que tuvo descanso ante Brasil, volverá a la titularidad. Laurita Felipe tiene segura la posición de lateral derecha. En la izquierda estará la que Ariel Longo vea mejor. Puede ser Rocío Martinez, Lorena González, Sofía Ramondegui o Zulma Daer. En todos los casos será acudir a una improvisación no deseada.

En el medio juego estarán Cecilia Gómez, la capitana Pamela González y, posiblemente Mariana Pion; y si se juega con cuatro en esa zona, la juvenil Pilar González o la veterana Sindy Ramírez.

Adelante jugarán seguramente Pizarro, Carito Birizamberri y Aquino, si se decide jugar con tres mediocampistas, pero también está disponible y fresca la melense Wendy Carballo, la nueva jugadora de Peñarol llegada de Inter de Porto Alegre. Ximena Velazco, cabe recordar, no puede jugar porque fue expulsada en el partido con Brasil.

Para poder creer

Este viernes tiene que aparecer el equipo. Fueron años de preparación que tendrían que dar frutos. El sorteo puso la vara alta. Este grupo es muy superior en valía competitiva al grupo A. Y nunca hubo un apoyo como el de los últimos seis o siete años a una selección femenina de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

La celeste tuvo dos presentaciones con derrota. La más golpeadora fue ante Venezuela. Era claramente el rival a vencer. Como lo deberá ser, en la última etapa, Perú el lunes. Ante Brasil perder es lo normal. No sólo para Uruguay.

Argentina juega muy bien. Se juntan, crean juego, trabajan la pelota por abajo, se buscan. Y tienen a la creativa Estefanía Banini en su mejor momento.

Con Argentina normalmente se ha perdido. De ahí la gran dificultad. Pero también se le ha sabido ganar.