Uruguay venció 2-0 a Canadá en Bratislava, Eslovaquia, en el último partido oficial de los celestes, dos meses antes de su debut en el Mundial de Qatar. Los goles fueron convertidos en el primer tiempo por Nicolás de la Cruz y Darwin Núñez, cuando la oncena, que tuvo cuatro cambios respecto de la que jugó en el partido con Irán, tuvo a buena parte de los futbolistas que en los papeles podrían debutar enfrentando a Corea del Sur en Rayan, el 24 de noviembre, en el partido inicial de los de Diego Alonso en Qatar 2022.

Fue un juego de alta complejidad para Uruguay, no tanto por la comprobada valía de esta generación de canadienses, sino porque básicamente en el segundo tiempo no pudo sostener niveles mínimos de juego colectivo para la máxima competencia de élite. Distinto fue lo que se vio en la primera parte, en la que Uruguay utilizó una de sus mejores características de encarar el juego, con buena capacidad de neutralización, y soporte para optimizar las pocas situaciones de ataque hilvanadas y culminadas en campo contrario.

A los cinco minutos, cuando el partido sólo se había planteado en la teórica estrategia, Uruguay se puso en ventaja con un lindo gol de Nico de la Cruz, que en un tiro libre después de una falta que le habían hecho a él mismo, sorprendió al arquero canadiense y la puso casi en el ángulo.

La trama

Uruguay se plantó como un equipo corto, compacto, con no más de 20 metros entre la línea defensiva y sus dos atacantes, con la intención de ocupar todos los espacios posibles para bloquear la tenencia de pelota de los canadienses. Esto funcionó adecuadamente para neutralizar al rival, pero para ensayos posteriores o instancias decisivas como cada uno de los partidos que se juegan en un Mundial habría que procurar que la posición del bloque fuese un poco más adelantada, a los efectos de permitir rápidos contragolpes una vez obtenida la pelota.

El 4-4-2 que dibujaban los 11 futbolistas celestes en el campo de juego se tradujo en una ubicación retrasada de Rodrigo Bentancur –otra vez excelente– y Federico Valverde saliendo desde su propia área casi como se hacía en el baby fútbol, Agustín Canobbio recorriendo toda la banda derecha reforzando las posiciones defensivas de Guillermo Varela y haciendo de puntero cuando el equipo llegaba hasta la otra orilla, y con De la Cruz –tal vez el mejor en la noche eslovaca– moviéndose por detrás de los puntas Luis Suárez y Darwin Núñez.

Apenas pasada la media hora llegó el segundo gol del equipo. Suárez desbordó por la derecha como si tuviese 20 años, y con la experiencia y sapiencia de sus 35 levantó la cabeza y mandó un centro perfecto para un enorme cabezazo del artiguense Núñez, que puso un frentazo de libro. Golazo y preciosa dupla. Qué crack el Luis, que ayer sumó otro partido para ser el segundo futbolista con más presencias celestes y además se anotó una nueva asistencia de gol.

Borroso

En el segundo tiempo, el ingreso de Giorgian de Arrascaeta por Suárez cambió la figura estratégica del conjunto celeste dejando solo en la punta a Núñez, con tres futbolistas detrás de él. Justamente una asistencia del de Nuevo Berlín para el artiguense casi genera el tercer gol, pero fue una acción aislada en 45 minutos que nos hubiesen entregado malas sensaciones si lo hubiésemos tomado como la representación final del poderío del equipo para el Mundial y no como un encuentro de prueba, de práctica, en el que ingresaban futbolistas pensando que esa tal vez fuera su única oportunidad para hacerse un lugar en los 26 renglones que tiene la lista para Qatar.

Le costó mucho acomodarse a la selección uruguaya. Esto se debió al fútbol acertado de los canadienses, pero también a una serie de desajustes notorios entre la última línea defensiva y la mitad de la cancha, fundamentalmente en la intención de salir con la pelota dominada. Se empezaron a repetir errores y desaciertos de dos tipos: no pudieron resolver las acciones ofensivas de los canadienses ni las de corte aéreo en los centros, en los que ni el arquero Sergio Rochet ni los cabeceadores pudieron ganar nunca.

Claro, es muy difícil evaluar una contienda de 90 minutos con determinado rival escapándonos del paradigma de que es un partido de fútbol, que se gana se pierde o se empata, y que se juega bien, mal o más o menos, cuando en realidad lo que estamos viendo es un ejercicio de prueba y evaluación para una competencia que se vendrá en un par de meses y para la cual ya no habrá más espacio para experimentar hasta que llegue el propio Mundial. Si lo pensamos así, quedémonos con el ejercicio de prueba y evaluación, y festejemos la victoria ante un rival que mostró su valía.

Detalles

Cancha: Estadio Tehelné Pole de Bratislava, Eslovaquia.
Árbitros: Peter Kralovic, Milan Strb y Erik Weiss (eslovacos).

Uruguay (2): Sergio Rochet; Guillermo Varela, Martín Cáceres, Sebastián Cáceres y Mathías Olivera; Agustín Canobbio (72' Matías Viña), Rodrigo Bentancur (60' Manuel Ugarte), Federico Valverde (81' Diego Rossi) y Nicolás de la Cruz (72' Matías Vecino); Darwin Núñez (60' Martín Satriano) y Luis Suárez (46' Giorgian de Arrascaeta). Suplentes: Fernando Muslera, Sebastián Sosa, Leandro Cabrera, Agustín Rogel, Damián Suárez, Matías Viña, Matías Vecino, Manuel Ugarte, Lucas Torreira, Facundo Pellistri, Brian Ocampo, Diego Rossi y Martín Satriano. Entrenador: Diego Alonso.

Canadá (0): Milan Borjan, Alistair Johnson, S. Vitória (79' Theodor Corbeanu), Kamal Miller, Richie Laryea (46' Junior Hoilett), Samuel Piette (55' Ismaël Koné), Stephen Eustaquio, Sam Adekugbe (79' Tajon Buchanan), Alphonso Davies, Jonathan David y Cyle Larin (73' Iké Ugbo). Entrenador: John Herdman.

Goles: 6′ Nicolás de la Cruz (U), 33′ Darwin Núñez (U).