La Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) le hizo un reconocimiento a Oscar Washington Tabárez como socio honorario del club y entregó un título honoris causa del Instituto Universitario de la Asociación.

Luego de la entrega del carnet de socio y de otros reconocimientos, en el hall de la sede de la ACJ en calle Colonia, en Montevideo, el Maestro tomó la palabra y recordó cómo fue su época como entrenador. “Tuvimos objetivos y metas que se concretaron en su mayoría. El fútbol internacional está cambiando permanentemente y cada vez más aceleradamente. Yo había leído un trabajo de cómo era la realidad del fútbol mundial en cuanto a la institucionalización de los grandes equipos del mundo, que incluía la venta de los abonos y de los futbolistas como el único ingreso hasta que llegó la televisión y empezó la historia de los derechos televisivos, y ahora hay una realidad que se está instalando cada vez más, con una zona del mundo, Europa, donde están los mejores jugadores, entrenadores, las mejores organizaciones, y es el club de los millonarios donde está todo el dinero… Es difícil competir con países que tienen 60 millones de habitantes y derrotarlos a los dos en unas semanas”, comentó Tabárez.

Óscar Washington Tabárez recibió de niños de la ACJ su reconocimiento.

Óscar Washington Tabárez recibió de niños de la ACJ su reconocimiento.

Foto: Camilo dos Santos

Con respecto a su trayectoria, el Maestro dijo: “Me declaro ser un modesto representante de la cultura popular, porque hay actividades que salen del pueblo, de gente que está en la raya de la pobreza como me tocó, pero esa cultura popular en los barrios tenía respeto, por ejemplo, jugábamos al fútbol en la calle, jamás discutimos con la vecina que no nos devolvió la pelota”.

Las autoridades de la ACJ le agradecieron por el vínculo que tuvo con el club y por su aporte a los deportes en general. “El que ayer se haya llenado el estadio quiere decir que a la selección se la sigue y eso fue obra del Maestro”, se dijo desde el estrado. A su vez, destacaron sus aportes a la formación del futbolista; “no solamente a que juegue bien y tengo buen estado físico y la fortaleza psicológica para asumir el estrés que implica la competencia, sino también que a la formación del Maestro hay que agregarle, desde el punto de vista del acto educativo, vincularlo a experiencias y a valores que se compartan”, sostuvo Arnaldo Gomensoro.

Óscar Washington Tabárez durante el homenaje.

Óscar Washington Tabárez durante el homenaje.

Foto: Camilo dos Santos

El vicepresidente del club, Gerardo Iglesias, destacó a Tabárez como “alguien que ha cambiado la pasión, la capacidad y la grandeza en el mundo del fútbol y en el deporte como factor cultural y social. Ha sido fuente de inspiración; su trayectoria no sólo se mide en victorias y títulos, sino con la concepción con la que ha formado equipos con la perseverancia como valor”.

Asimismo, consideró que lo que verdaderamente lo define es su filosofía de vida: “No se limita a la cancha de fútbol, es un maestro en el sentido más amplio de la palabra”. “Es mucho más que un entrenador, es un símbolo que trasciende como persona… su paso dejó una huella imborrable, no sólo en el deporte y no sólo en nuestro país”, agregó.

Por su parte, Leonel de Mello, el decano del Instituto Universitario de la ACJ, reconoció el aporte del Maestro a la cultura en general, y lo destacó como “un profesional del deporte sensible a los problemas de la gente con actitud positivas para generar un entorno que aporte a los deportistas y a la sociedad en general”.