Racing dio el batacazo y le ganó 3-2 a Liverpool con el gol agónico de Juan Sebastián Rivero. El negro de la cuchilla comenzó arriba con los goles de Gonzalo Nápoli a los 41 y Luciano Rodríguez a los 62, tantos que fueron el reflejo perfecto de lo que estaba pasando en la cancha; Racing, que no le encontraba la suerte al partido, marcó el descuento gracias a un gol en cotnra de Mateo Antoni y ahí agarró confianza: Tomás Verón Lupi y Rivero hicieron los goles del triunfo.
Con la victoria los de Sayago encaminan definitivamente la permanencia en Primera División. Antes de la llegada de Eduardo Espinel, Racing transitaba el antepenúltimo puesto y era uno de los tres que se iban al descenso, con apenas 27 puntos en la Tabla Anual. En el primer partido de Espinel, Racing perdió 1-2 ante Nacional, pero dejó buenas sensaciones. Después, la realidad: cinco victorias, un empate, una derrota, está tercero en el Clausura (hasta que jueguen Defensor Sporting-Boston River), se entusiasma con clasificarse a la Sudamericana, y en el gran objetivo de la temporada, quedarse en la A, ya dejó seis equipos por debajo.
Liverpool, por su parte, perdió una nueva chance de solidificar su aspiración de ir por el campeonato. Hizo todos los méritos, de hecho generó el triple de situaciones de gol que su rival de turno, pero cuando tuvo que bajarle la cortina al partido no lo supo hacer: no convirtió un tercer gol, pero tampoco supo defender lo que tenía, dejando espacios que su rival aprovechó inteligentemente. Si bien Peñarol perdió, Defensor Sporting o Boston River pueden ponerse a un partido de distancia de los negriazules.
Resumen del partido
Hay que ver lo que juega Liverpool. Su técnico repitió la oncena que ya se canta de memoria, y también de memoria se conocen los jugadores dentro de la cancha. Presión constante sobre el rival, juego limpio y directo, buena circulación de balón, desdoble permanentemente por los laterales -donde Miguel Samudio y Federico Pereira demuestran su enorme clase-, tiene un mediocampo tan técnico como metedor, y sus tres delanteros son de buenos para arriba, e incluso cuando uno no anda bien otro se destaca.
Destaque especial para Nápoli. Hace rato que en nuestro fútbol los goles de tiro libre no son una constante. Hay, sí, es falso que no se convierten, pero sí es real que son muy pocos en relación a las chances que hay. El domingo Nápoli la colgó del ángulo en un tiro que vale mirar repetidamente, por el gesto técnico del volante y por la colocación donde pone la pelota, imposible para Luis Mejía.
Otro destacado fue Luciano Rodríguez. Imparable para la defensa, en el primer tiempo generó muchas chances de gol para los suyos. En el segundo se destapó con el bombazo de afuera del área que fue 2-0 y fabricó varios contragolpes más.
Pero... lo que se hace y no se concreta, a veces juega en contra. Nadie dudaba de que Liverpool pudiera mantener el triunfo, pero cuando parecía que los de Bava iban a aumentar la cuenta, los cerveceros lograron el descuento a los 78 mediante una jugada aislada: centro, no la saca nadie, rebota y Mateo Antoni la metió en su propio arco tras el centro. Para sorpresa de todos, algunos minutos después, Agustín Alaniz mandó un buen centro que capturó el argentino Tomás Verón Lupi para poner el empate.
Para colmo de males en el conjunto local, Juan Izquierdo fue expulsado a los 85 por doble amarilla, y los de Sayago pudieron aprovechar el jugador de más y sellar el triunfo de forma agónica con una contra letal que terminó con la definición de Rivero para cerrar el partido y el resultado, cosechando tres puntos de oro.
En la fecha que viene Liverpool visitará a Cerro, mientras que Racing será local ante Cerro Largo.