Maira Moneo se quedó con el cinturón interino del CMB en el peso ligero –en su caso con un pesaje de 61,050 kilos–, al superar por fallo unánime a la argentina Lizbeth Crespo. La pelea se realizó en el Luna Park de Buenos Aires, donde algunos meses atrás Moneo se convirtió en la primera deportista charrúa en pelear en ese escenario.

La uruguaya tuvo un puntaje de 99-91 en la tarjeta de los tres jurados –Javier Geido, Jorge Gorini y Miguel Morán–, que consiguió con un boxeo de presión permanente con el que dominó la pelea sobre todo en la segunda mitad de los diez asaltos: “Me sentí bien, fue una pelea durante una excelente rival, sabía que tenía que ser una pelea en la que yo tenía que estar muy inteligente y despierta por cómo es ella como boxeadora además del recorrido y la trayectoria que tiene”, dijo la boxeadora a la diaria.

Moneo transita una etapa de pleno crecimiento en el boxeo, desde que pasó de pelear de forma amateur a competir profesionalmente, para lo que dejó su trabajo convencional y pasó a dedicarse solamente a entrenar. La constancia y dedicación permanente están dejando buenos frutos: “Me sentí muy preparada tanto física como técnica y psicológicamente y espero que en el 2024 puedan venir otras peleas importantes también”, agrego La Panterita.

Con esta nueva conquista, la boxeadora de 31 años mantuvo su título mundial obtenido en junio cuando superó a la venezolana Alys Sánchez, y se convirtió en la primera boxeadora celeste en obtener este logro en el Luna Park.

Esta fue la decimoquinta victoria de Moneo. En lo que va de su carrera como profesional logró ganar por nocaut en tres ocasiones y la única vez que perdió una pelea fue por un fallo administrativo y no por lo hecho sobre el ring.

Con este último logró Moneo mantiene el cinturón interino del Consejo Mundial de Boxeo, que en la categoría ligera ostentaba la estadounidense Mikaela Mayer –ya tiene el interino de la Asociación Mundial de Boxeo–.

La boxeadora celebró su victoria sin dejar de remarcar que todavía le queda mucho camino: “Muchas cosas por mejorar, pero con un gran equipo atrás acompañándome y empujándome a siempre ir por más”, sostuvo.

A su vez, reconoció que fue un año complicado: “Aún queda mucho más por luchar, por pelear, por demostrar y lograr. 2023 fue un año muy duro, muy complicado en todos los aspectos de mi vida, desde lo personal hasta lo deportivo, pero nunca me rendí. Nunca abandoné los entrenamientos, nunca abandoné el boxeo, por eso el boxeo nunca me abandonó a mi. Cerramos el año con dos títulos nuevos”, agregó.

Ahora Moneo tendrá vacaciones para descansar antes de seguir entrenando de cara al 2024, en el que espera comenzar peleando en marzo.