El torneo olímpico de fútbol es un evento trascendente en el ámbito futbolero mundial, pero es para Uruguay sin dudas el punto de partida de su irrupción como nación conocida en otros rincones del mundo, en especial Europa, y su plataforma de lanzamiento como uno de los mejores exponentes del creciente fútbol del orbe en la segunda década del siglo XX.

El fútbol nació en Inglaterra y es uno de los mejores inventos del Reino Unido, pero no habría argumentos válidos como para negar que su despegue inmensamente popular y con enorme calidad en su desarrollo se dio en el Río de la Plata, y la exposición mundial de ello justamente se dio en los Juegos Olímpicos. Primero por Uruguay con el hito único e irrepetible de Colombes 1924, avasallando con fútbol -y dando lugar a la espontánea creación del rito simbólico de la vuelta olímpica-, pero además reforzando o disparando en los pocos cientos de miles de habitantes de aquella joven nación, la noción de patria amasada por el olímpico Pedro Indio Arispe, compañero de zaga del Terrible José Nasazzi, que atesoró para siempre su concepto de patria y se lo transmitió a Julio César Puppo, el Hachero, que nos lo legó para siempre: “Para mí, la patria era el lugar donde, por casualidad, nací... Era el lugar donde trabajaba y se me explotaba... ¿Para qué precisaba yo una patria? Pero fue allá, en París, en Colombes, en los Juegos Olímpicos 1924, donde me di cuenta de cómo la quería, cómo la adoraba, con qué gusto hubiese dado la vida por ella. Fue cuando vi levantar la bandera en el mástil más alto. Despacito, como a impulsos fatigosos. Como si fueran nuestros mismos brazos, vencidos por el esfuerzo, agobiados por la dicha, los que la levantaron. Despacito... Allá arriba se desplegó violenta como un latigazo y su sol nos pareció más amoroso que el de la tarde parisién. Era el sol nuestro… Abajo, las estrofas del himno que llenan el silencio imponente de muchos miles de personas sobrecogidas por la emoción. ¡Entonces sentí lo que era la patria!”.

La idea del Río de la Plata como desarollador del fútbol se refuerza en Ámsterdam 1928 con las finales entre Uruguay y Argentina y un nuevo triunfo de la celeste, que a la postre sería el galvanizador y eslabón previo del tercer título mundial en el Centenario en 1930.

Para Uruguay los Juegos Olímpicos en el fútbol son un acontecimiento absolutamente trascendente, fundacional, y un anhelo que se expresa con fuerza cada cuatro años, donde siempre se trata de volver a aquella competencia que llenó de misticismo a la celeste.

Sólo tres veces participó Uruguay en los Juegos Olímpicos en fútbol masculino: las dos veces que ganó el oro bajo el capitanato de Nasazzi, y en 2012 cuando con Óscar Tabárez estuvimos lejos de renovar aquellos viejos laureles. Pudo haber estado en los Juegos Olímpicos de 1976 en Montreal, donde la celeste había logrado su clasificación en el Preolímpico de Brasil, pero por razones que nunca quedaron claras y con la dictadura dentro de todas las instituciones el Comité Olímpico Uruguayo y la Asociación Uruguaya de Fútbol no pudieron resolver el conflicto de la difusa interpretación del COI de futbolistas amateur.

El detalle de la competencia preolímpica que se realizó en Recife es que Marcelo Bielsa, por entonces zaguero de la reserva de Newell’s Old Boys, fue parte de la selección argentina formada por un combinado rosarino y enfrentó a Uruguay en el partido que los celestes, dirigidos por Walter Brienza, ganaron 2-0 con goles de Pedro Ortiz y Washington Trapo Olivera.

El olimpo

Mientras acordaba su vínculo con la selección nacional, Bielsa planteó que quería dirigir a la selección olímpica. Lo mismo en otra etapa de su carrera con la celeste hizo Tabárez, y en ambos casos no hay una situación caprichosa, sino un deseo de participar en una de las instancias que hicieron grande al fútbol uruguayo. Además, no resulta extraña la inquietud de Bielsa, que ya fue campeón olímpico con Argentina en 2004 y que conoce, y bien, lo que representa para el fútbol uruguayo lo olímpico.

Bielsa no podrá armar su plantel dentro del universo de jugadores elegibles para Uruguay nacidos desde el 1° de enero de 2001, porque la FIFA no privilegia al COI y por tanto no demanda a los clubes que cedan a sus jugadores, y por ello sólo podrá quedarse con los que elija y estén a disposición.

Ya hay un grupo de sub 23 citados esta semana que seguramente compondrán el grupo central del plantel de 23, que con tres arqueros deberá elevarse como lista de buena fe, y es posible que en el correr de los días se puedan ir sumando algunos futbolistas más, como Sebastián Boselli, que cuenta con la conformidad de River Plate argentino, así como integrantes de los planteles de Liverpool y Peñarol, que están jugando las finales del Uruguayo.

Por ahora los jugadores que están en el Complejo Uruguay Celeste son los arqueros Randall Rodríguez (Peñarol), Ignacio Suárez (Nacional) y Fabrizio Correa (La Luz/River Plate), los defensas Nicolás Marichal (Dinamo Moscú) y Fredy Martínez (Nacional), los mediocampistas Vicente Poggi (Necaxa), César Araújo (Orlando City), Rodrigo Chagas (Nacional), Tiago Palacios (Torque), y los delanteros Renzo Sánchez (Nacional), Anderson Duarte (Defensor Sporting), Cristian Olivera (Los Ángeles FC), Matías Abaldo (Gimnasia y Esgrima La Plata), Juan Cruz de los Santos (River Plate) y Matías Fonseca (Wanderers).

Esta lista será engrosada por varios de los campeones mundiales sub 20, el nombrado Boselli y Mateo Ponte, pero no podrá jugar Fabricio Díaz, a quien su club qatarí no le permitió. Tampoco podrá estar Nicolás Siri, que sufrió rotura de ligamento cruzado de la rodilla derecha, y, aunque no es oficial, tampoco Alan Matturro, a quien el Genoa de Italia no lo cederá.

A ello debemos sumar a dos fijos de la selección mayor y con edad para jugar este torneo: Facundo Pellistri, de Manchester United, y Manuel Ugarte, de PSG, que tampoco los ceden para esta competencia, lo que no quiere decir que en caso de clasificar no puedan estar en París, en donde, atención, el plantel será de sólo 18 jugadores con tres de ellos sin límite de edad.

El desequilibrante argentino Tiago Palacios Pernas, hijo de madre uruguaya, y también nieto de abuelos orientales, hace tiempo tiene cédula de identidad como natural uruguayo, y con su pasaporte entregado por la Dirección Nacional de Identificación Civil puede participar representando a la celeste.

Pero además hay otros 15 futbolistas sub 20 convocados para completar el plantel en los entrenamientos y que tal vez podrían llegar a meterse en el núcleo final. Ellos son Mauricio Amaro, Erico Cuello, Facundo Techera, Rodrigo Dudok, Patricio Pacífico y Lucas Agazzi de Defensor Sporting; Juan Rodríguez y Silvio López de Peñarol; Paolo Calione y Thiago Helguera de Nacional; Kevin Martínez y Mateo Peralta de Danubio; Faustino Barone y Joaquín Lavega de River Plate, y Agustín Albarracín de Wanderers.

Uno atrás del otro

Ya se conocen todos los detalles y el reglamento del Preolímpico de fútbol masculino, que se desarrollará en Venezuela entre el 20 de enero y el 11 de febrero, y que otorgará dos cupos para los Juegos Olímpicos de París 2024 entre los diez integrantes de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Uruguay integra el grupo B junto con Paraguay, Chile, Perú y Argentina, y en el A están el anfitrión Venezuela con Brasil, Colombia, Perú y Bolivia; también se dio a conocer el calendario de partidos.

Se juega todos contra todos en cada serie, y al equipo de Marcelo Bielsa le tocará jugar sin descanso cuatro partidos en 12 días porque Uruguay debutará en la segunda fecha, dado que en la jornada inaugural tendrá fecha libre.

Todos los partidos de la serie se jugarán en el estadio Misael Delgado de Valencia, ciudad ubicada al norte de Venezuela, a 170 kilómetros al suroeste de Caracas. El primero será ante Paraguay a las 17.00, hora uruguaya, del miércoles 24 de enero, el sábado 27 a las 20.00 enfrentará a Chile, el martes 30 de enero a las 17.00 será con Perú, y el grupo se cierra el viernes 2 de febrero ante Argentina a las 20.00.

Primero y segundo de cada grupo jugarán la ronda final en régimen de todos contra todos en la ciudad de Barquisimeto, con enfrentamientos el lunes 5 de febrero, el jueves 8 y el domingo 11, y sólo los dos primeros de esta liguilla final accederán a los Juegos, que en fútbol masculino se desarrollarán en París, Marsella, Lyon, Burdeos, Saint-Étienne, Nantes y Niza, donde jugarán los 16 clasificados divididos en cuatro grupos de cuatro selecciones cada uno.