El podio de la Volta a Catalunya, que terminó el pasado sábado en Barcelona, fue ocupado por Primoz Roglic, Remco Evenepoel y João Almeida. Un esloveno, un belga y un portugués, quienes tras siete etapas por las rutas catalanas llegaron al circuito de Montjuic en los puestos más altos. En el puesto 97 de la clasificación general, entre 130 ciclistas que finalizaron la prueba, apareció la bandera uruguaya con el nombre de Antonio Eric Fagúndez Lima a un costado. Eric, que desde febrero de este año es parte del equipo Burgos BH (de categoría UCI ProTeam, segundo escalón mundial), completó su primera vuelta por etapas en el alto nivel mundial, corriendo entre los grandes que defienden a equipos UCI World Team (primera categoría). Como ejemplos, Roglic es campeón olímpico de contrarreloj y tres veces ganador de la Vuelta a España, una de las tres grandes vueltas del ciclismo (Tour de Francia y Giro de Italia las otras dos). Evenepoel, con apenas 23 años, ya es ganador de la Vuelta a España, en la que es el vigente campeón, y también es el vigente campeón mundial de ruta.

En un pelotón encabezado por ellos, Fagúndez, de 24 años de edad, afrontó el duro desafío de poder mantenerse a rueda del pelotón, que durante 1194 kilómetros mantuvo una velocidad promedio de 42,175 km/h, incluyendo largos puertos de montaña en al menos tres etapas.

En febrero de este año, y corriendo por el Unión 33 Vergara, una semana antes de viajar a España, Fagúndez se consagró campeón nacional de contrarreloj. Tras el triunfo de entonces habló con la diaria sobre las expectativas con las que afrontaría la nueva etapa en Europa: “El profesional es otro ciclismo, en relación al que estoy habituado”, decía como una premonición. Se proponía buscar adaptación al ritmo, la forma de correr, a las carreras y los compañeros, y remarcó entonces: “Sería equivocado para mí querer intentar pelear una carrera, porque la realidad va a ser otra”.

No se equivocó, y aunque él sabía las dificultades que habría en el camino, la frustración lo visitó en los primeros días de la semana pasada, cuando tuvo que sufrir para mantenerse en carrera. Fue castigado por los látigos, formación que el pelotón adquiere al llegar a las curvas, en la que el grupo cambia su forma habitual, ancha y compacta, estirándose y generando grandes distancias entre cabeza y cola de la carrera. Son estos últimos los que deben hacer intensos esfuerzos para recuperar esos metros perdidos. Pese a todo, el uruguayo se mantuvo en carrera y completó el recorrido.

En su horizonte aparece la selección uruguaya, ya que viajará a Panamá a disputar el Panamericano del 17 al 23 de abril. En este campeonato se otorgan cupos clasificatorios a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y a los Juegos Olímpicos de París.

Fagúndez correrá este sábado el Gran Premio Miguel Indurain, una clásica (carrera de un día) que se disputa en Estella-Lizarra (Navarra, España) sobre 200 kilómetros. Se propone ser mejor, continuar su adaptación y ganar buenas sensaciones para seguir alimentando sueños en este periplo internacional.

¿Cómo te sentiste en tu primera Volta a Catalunya?

Fue difícil, muy difícil. Costó mucho la adaptación al ritmo. El ritmo que tienen los corredores en esta categoría es muy complicado de equiparar. Lo único que pude hacer fue intentar aguantar lo más posible el ritmo. Es mi primera vez, mi primer pasaje por esta categoría. Supongo que poco a poco el cuerpo se irá adaptando, de momento sería eso lo importante.

¿Qué devolución te dio el equipo?

El equipo entendía lo exigente que era la carrera, que era mi primera vez. En su momento, si bien me pidieron estar en ciertas partes, no pude cumplirles del todo bien. Al final el ritmo me lo impedía. Se iba muy rápido, estaban prácticamente los mejores corredores del mundo intentando estar en una fuga, que también era mi labor en ese momento. Tuve mis ocasiones para intentarlo y darle respuesta al equipo, pero no estuve en los momentos en los que la fuga se dio. Creo que el equipo quedó conforme con que haya culminado la vuelta.

¿Cómo fue correr con ciclistas tan importantes?

Fue una mezcla de todo. En ese momento, en las primeras etapas, sentí mucha frustración. Ver ese ritmo, la forma en la que iban y que yo no era capaz de estar ahí... me frustré un montón. Luego entendí, y el equipo me apoyó en ese sentido. Me apoyó gente de mi entorno, desde Uruguay, amigos que me tiraban para adelante y me hacían entrar un poco en la realidad que estoy viviendo, en qué es este ciclismo y que cuesta adaptarse. Un poco con esa idea le fui dando vuelta a la cabeza durante la semana y al final lo terminé disfrutando muchísimo. Nunca creí que de mi boca fuera a salir el estar contento por haber terminado una carrera, pero en este caso no me quedó otra. La verdad es que sentí una satisfacción muy grande, me costó mucho terminarla y fue lo que pasó. Lo disfruté, me di cuenta de dónde y con quiénes estaba, y lo aproveché.

Foto del artículo 'Eric Fagúndez: “Me siento como si conociera el ciclismo por primera vez en mi vida”'

Foto: Luis Ángel Gómez, SprintcyClingAgency

¿Cuál fue el terreno más duro para mantener el ritmo?

Sinceramente todos los terrenos. Fue una semana demasiado intensa. No hubo momento en el que pudiera ir tranquilo. En las bajadas era muy intenso, en el llano era muy intenso, viento de espalda, viento de frente y en la subida ni te digo. Se vivió mucho el látigo, como se lo conoce. Son esos pequeños metros que se van perdiendo, que luego para recortarlos es agónico por el ritmo que se lleva. Fue prácticamente lo que más se sintió. Ese látigo constante, las subidas a los puertos que se hacían interminables. Creo que momentos de tranquilidad en las etapas no hubo.

¿Cuándo fuiste consciente de la repercusión que tuvo tu actuación para el ambiente del ciclismo en Uruguay?

Después de la vuelta; hoy tuve tiempo para estar con el teléfono un poco más y ver toda esa repercusión que tuvo la carrera. La verdad es que me deja muy contento. Es una de las mejores carreras que se puede correr en el ciclismo a nivel mundial. Ya de por sí la carrera tiene una gran repercusión pero fue lindo tener ese apoyo desde Uruguay, que en muchos casos me sorprendió porque me agradecían por haberle dado la representación al país en una carrera de esas. Eso me deja muy satisfecho, me motiva a mejorar cada vez más y dar un mejor papel en alguna otra carrera.

¿Cuál es el próximo objetivo?

En principio a lo que más apuntamos es al Panamericano. Esperemos que todo salga bien, poder ir a Panamá a representar a la selección.

¿El equipo está afín a eso?

Sí, el equipo tiene cierto interés en que yo también compita ahí. Ya me lo hicieron saber, se pusieron a disposición para cualquier cosa. Tienen interés en que yo participe, si tengo buenos resultados también les va a favorecer a ellos. Prepararé más que nada eso y después las carreras que se vienen ahora, que no las tengo 100% definidas en el calendario. Se vienen carreras duras, pero estoy ahí a la expectativa de si las compito o no. Todo depende de cómo se disponga el plantel, si los corredores que en principio están seleccionados, por equis motivo no pueden, estaré yo como reserva. En principio correré algunas clásicas como el Gran Premio Miguel Indurain.

¿Cómo te sentís con tu primera experiencia en Europa?

(Suspira) La verdad que me siento como si conociera el ciclismo por primera vez en mi vida, te soy sincero. Estoy conociendo este nivel, a esta gente, la forma en la que corren. Lo vi mucho por la tele y parecía más sencillo. Pero acá nos estamos enfrentando a la realidad, es totalmente diferente. Quiero empezar a aprender este ciclismo, poco a poco, ir conociéndolo, que mi cuerpo vaya teniendo cierta adaptación, que mi nivel crezca con cada competencia. Lo que se busca ahora es asimilar esta semana de competencias y poder levantar un poco más el nivel para futuras pruebas. Con esta idea voy afrontando esta nueva categoría.

¿Qué tenés que aprender? ¿Cosas de la carrera o también abajo de la bicicleta?

Abajo de la bici también se aprende. El equipo tiene una dinámica y hay que aprenderla para funcionar lo mejor posible. Ellos ya están adaptados a todo eso, a cómo es el papel de cada uno en ese equipo. Ya estoy en un ciclismo en que cada uno tiene un papel y adaptarse a ese papel es fundamental. Tengo que acostumbrarme a todo eso. A lo que el equipo diga, a cómo se manejan, qué cosas se pueden y no se pueden hacer. Cometí un par de errores en carrera que parecían de novato en esta categoría. Que en cualquier otra parte podría haber cometido sin problema y pasar desapercibido, pero esta vez no. De esas cosas voy aprendiendo mucho. Poco a poco me van a ir haciendo sumar.