Hebraica y Macabi mandó cambios en la integración inicial con Manuel Romero y Federico Haller de titulares. Además, impulsó la defensa en zona como bandera, tratando de cortar la generación de Nacional desde la ejecución del pick central. También subió centímetros entre los abridores para custodiar mejor el aro propio y evitar los puntos de segunda oportunidad, aspecto del juego que el bolso venía dominando a placer. Para completar una trilogía táctica soñada, el ingreso de Romero liberó a Luciano Parodi del transporte del balón corriéndolo a un rol anotador; saliendo de cortinas indirectas Patricio Prieto no logró controlarlo.

Las variantes defensivas, sumadas al enorme nivel ofensivo de Parodi y Ernesto Oglivie, permitieron a los de Leonardo Zylbersztein sacar ventajas temprano. Con la confianza que le otorgaba el score y los buenos funcionamientos colectivos llegaron a tener 16 de renta promediando el segundo cuarto. En el primer chico, el bolso se fue sólo cinco abajo porque encontró lanzamientos fortuitos a tabla de Juan Andrés Galletto y Jaylen Johnson. En el segundo, triples consecutivos de Brandon Frazier ilusionaron a una reacción que tampoco llegó. Superado por su rival, los dirigidos de Álvaro Ponce no lograron fluir en los primeros 20 minutos.

En Macabi calentó la mano el dominicano Adonys Henriquez, siendo uno de los tres basquetbolistas que llegó a doble dígito en la primera mitad, junto a Oglivie y Parodi. En los minutos finales tomó en soledad las riendas del goleo, con los triples como especialidad de la casa, pero también siendo vertical para ir al aro. Hebraica 45-31 al descanso largo.

Salvo en raras excepciones, Macabi no se movió de la zona 2-3. Y Nacional continuó sin descifrarla en el complemento. Los porcentajes no acompañaron, pero la falla grande estuvo desde la generación. Movimientos lentos, pases anunciados y poco rompimiento con verticalidad hacia el aro. Frazier, solitario, fue el único que encestó en continuidad. Pero en ese lugar el macabeo estaba cómodo; que tomara las riendas un jugador, pero que continuara sin funcionar el colectivo. La rachita anotadora del estadounidense no se prolongó en el tiempo. Previsible, iba solo contra todos.

Hebraica retomó la línea de juego con la fortaleza defensiva como bandera. En ataque agregó paciencia para continuar encontrando al compañero mejor ubicado. Cada vez que movió el balón con criterio encontró tiros de alto porcentaje. En ese sentido, destacaron Henriquez y Haller.

El bolso tiró una pequeña reacción en los últimos cinco minutos, principalmente anímica, liderada por algún recupero de Prieto, puntos de Alejandro Acosta y lanzamientos personales. Pero quedó en eso. Macabi con un doble poco ortodoxo pero importante de Romero y un triplazo desde el córner de Haller recuperó la calma, llevó los minutos finales con ofensivas largas y mucha sobriedad para empatar la serie.

Hebraica dominó el ritmo e impuso condiciones luego de dos partidos donde había sido dominado. Los playoffs son de ajustes constantes, pero la forma en que ganó marca tanto como el 2-2 que refleja el score de la llave.

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