Este sábado empieza un nuevo Mundial Juvenil de fútbol masculino en la categoría sub 20, la 23ª edición de un evento que se juega desde 1977 con una secuencia bianual, a excepción de 2021, cuando debió ser postergado por la pandemia.

El Mundial se jugará en Argentina, porque la FIFA ejecutó con firmeza ante la radical postura de los organizadores de Indonesia, que primero se fue preparando para 2020 cuando debió suspenderse por la covid-19, y luego siguió invirtiendo en estadios y logística para 2021. Cuando Israel clasificó a mediados de 2022, la cosa se empezó a complicar, porque Indonesia, la nación con más creyentes musulmanes del mundo –más de 200 millones de seguidores del Islam–, se pronunció contra la presencia de competidores israelíes. El presidente Joko Widodo reafirmó en un discurso su apoyo al pueblo palestino y, a su vez, habló de “separar deporte y política”, pero Gianni Infantino, presidente de la FIFA, decidió quitarle la sede a Indonesia, donde aún varias avenidas visten la propaganda y la mercadotecnia que anunciaba su mundial.

En este panorama, Argentina se movió acertada y rápidamente para conseguir ser el organizador sustituto, y está bien que así sea.

Cosa de grandes

Federico Defranco, que durante años escribió en estas mismas páginas, ha sostenido una tesis que, apegado al rigor científico, trata de demostrar: Uruguay es el país que más atiende, desde todo punto de vista, las competencias de fútbol juvenil a nivel de selecciones en todo el mundo.

Muchos de los que acompañamos la idea de que los uruguayos seguimos con enorme interés a los juveniles establecemos como pruebas la cantidad de gente que mira en televisión o en pantalla los partidos de la celeste juvenil, y cómo el clima mundialista en este caso se adueña de la escena cotidiana.

Para medir la atención que uruguayas y uruguayos damos a selecciones juveniles, De Franco propone un indicador, que obviamente es discutible, y que podrían ser los caracteres dedicados en la prensa escrita de cada país a las actuaciones de sus selecciones juveniles. Me recuerda el ingeniero que el indicador es algo medio inestable, porque no se le pide tener una relación causa-efecto fuerte con lo que queremos medir, pero tiene algo que lo hace irresistible: es fácil de medir. El indicador no es lo que se quiere medir, nos ayuda a estimarlo. Agregaría como fortísimo colateral las emisiones radiales que ponen el tema en la calle.

Sería difícil establecer un equipo de técnicos multinacionales que puedan analizar el impacto de las competiciones juveniles del fútbol en las sociedades, pero es fácil advertir que acá es tema, y no nos es ajeno. Pero atención, a los argentinos tampoco, y no quita que su irrupción a toda marcha en el Mundial Juvenil vino con la primera eclosión de Diego Armando Maradona, dirigido por el técnico campeón del mundo, César Luis Menotti, cuando el título de Japón 1979 fue utilizado vergonzosamente por la dictadura argentina y sus tristes e interesados portavoces con juntadas multitudinarias para festejar y apabullar la visita de la Comisión Internacional de Derechos Humanos justo el día que su selección era campeona en Tokio y una campaña propagandística establecía que “Los argentinos somos derechos y humanos”.

Nos atrae, nos interesa, nos gusta y, además, o como consecuencia de ello, uruguayos y argentinos hemos estado en la mayoría de ellos. Uruguay no ha podido ganarlo nunca, pero ha sido finalista dos veces, cayendo ante los argentinos en Malasia 1997 y perdiendo por penales con Francia en Turquía 2013, y completó seis veces su presencia entre los cuatro mejores. Por su parte, Argentina es el que fue más veces campeón, con seis títulos.

El que más veces lo jugó es Brasil, que participó en 18 mundiales de la categoría, y los que más puntos han obtenido históricamente en la suma de estos torneos son Argentina, Brasil, España y Uruguay.

El camino celeste

Uruguay ya está a plantel completo, aunque sin la presencia de Álvaro Rodríguez, a quien Real Madrid no cedió.

Desde el jueves, en Argentina, más precisamente en La Plata, la sub 20 jugará dos partidos en el Estadio Único Diego Maradona de esa ciudad, y el restante del grupo lo hará en el Malvinas Argentinas de Mendoza.

Por primera vez en tres lustros una selección juvenil uruguaya ha vuelto a salir a los campos de juego sin que el proceso estuviera orquestado y dirigido por Tabárez, y ello ya de por sí generó las inquietudes sobre un arranque que puede estar vinculado a una filosofía de concepción creadora y formativa, pero, claro está, también de competencia. Esta selección de Marcelo Broli, oportunamente acompañado por Diego Ruso Pérez, emprendió el camino con muchos gurises que ya habían pasado por el Complejo Uruguay Celeste y lo hizo de una forma muy alentadora, ya no sólo por los resultados, sino por el todo, por las formas como colectivo, con una estructura fuerte, equilibrada, y con prestaciones técnicas y tácticas de buena nota, que esperamos ahora con otros rivales se pueda repetir.

El camino para el elenco de Marcelo Broli comenzará en La Plata el lunes 22 de mayo a las 18.00 ante la selección de Irak; tres días después, y en el mismo estadio y ciudad, habrá de enfrentar a Inglaterra a las 15.00; y el 28 de mayo cerrará la participación del grupo E jugando en Mendoza, en el Malvinas Argentinas, frente a la selección de Túnez a las 15.00.

Si se considera que entre los 24 participantes iniciales habrán de clasificar los primeros y los segundos de cada grupo, y cuatro de los terceros, es verosímil proyectar que nuestra selección tenga por lo menos un partido más, y el fixture del campeonato indica que si los uruguayos terminan primeros en su grupo, enfrentarán en Santiago del Estero al segundo del grupo D, compuesto por Brasil, Nigeria y República Dominicana, mientras que si lo hacen en el segundo lugar deberán enfrentar al ganador del grupo F, el de Francia, Corea del Sur, Gambia, y Honduras, jugando otra vez en La Plata.

La última forma de clasificar es ser tercero, y ahí la posibilidad de cruces es amplia, porque puede ser contra el primero del D, en La Plata (Italia, Brasil, Nigeria, República Dominicana), o el ganador del A (Argentina, Uzbekistán, Guatemala, Nueva Zelanda), en San Juan.

Los 21 de Uruguay

Goleros
Randall Rodríguez - Peñarol
Facundo Machado - Nacional
José Arbío - River Plate

Defensas
Sebastián Boselli - Defensor Sporting
Mateo Antoni - Liverpool
Mateo Ponte - Danubio
Mathías de Ritis - Peñarol
Facundo González - Valencia (España)
Alan Matturro - Genoa (Italia)

Mediocampistas
Fabricio Díaz - Liverpool
Rodrigo Chagas - Nacional
Damián García - Peñarol
Ignacio Sosa - Fénix
Santiago Homenchenko - Peñarol

Delanteros
Juan Cruz de los Santos - River Plate
Matías Abaldo - Defensor Sporting
Anderson Duarte - Defensor Sporting
Franco González – Danubio
Luciano Rodríguez - Liverpool
Nicolás Siri - Torque
Andrés Ferrari - Defensor Sporting

El sábado arranca con cuatro partidos, dos del grupo A: Guatemala y Nueva Zelanda, a las 15.00, y Argentina ante Uzbekistan, a las 18.00, ambos a disputarse en el Estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero, y los partidos de. grupo B, en San Juan, de Estados Unidos-Ecuador y Fiji-Eslovaquia.