El domingo España e Inglaterra irán por conquistar su primera copa del mundo en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Ambas selecciones ya hicieron historia, porque ninguna había disputado todavía la final de un Mundial.

Lo mismo sucede con las jugadoras; se encuentran por primera vez entrenando para darlo todo con el objetivo de levantar una copa del mundo, algo que será histórico para el país que lo logre, al igual que la obtención del segundo puesto.

Pero de levantar trofeos hay una jugadora que sabe y mucho: Salma Paralluelo. La española de 19 años, hija de padre español y madre ecuatoguineana, es atleta además de futbolista. Desde los siete años combinó ambos deportes y de adolescente se transformó en una corredora destacada que se volvió medallista récord.

El año pasado Paralluelo dejó el atletismo para dedicarse de lleno al fútbol cuando le surgió la posibilidad de jugar como delantera en el Barcelona, junto a su referente, Alexia Putellas. Debió elegir y se decantó por la pelota, pero en la cancha continúa siendo una atleta.

Caminando entre medallas

Salma compitió en 100 metros, 400 con y sin vallas, y relevos medley, y se fue consolidando como una promesa del atletismo de su país. En 2019, con 16 años, logró dos medallas doradas -en 400 metros con vallas y relevos medley- en el Festival Olímpico de la Juventud Europea.

Tiene el récord nacional sub 18 en 400 metros con vallas (57,36) en setiembre de 2020, en relevos medley (2.08,53) en julio de 2019 y en 400 metros en pista cubierta (53,83) en febrero de 2019, y dos récords nacionales sub 16 en 300 metros con vallas (42,56) y 300 metros en pista cubierta (39,27).

Sus habilidades técnicas y su gusto por el deporte la llevaron a jugar al fútbol en paralelo. Con 15 años debutó en la Segunda División Femenina de España con Zaragoza y en 2018, un año antes de ganar dos medallas doradas en el Festival Olímpico de la Juventud Europea, fue convocada a la selección de España sub 17.

Con esas cualidades siguió sumando trofeos a su palmarés: fue campeona del Campeonato Europeo Femenino en mayo y a fin de año se coronó campeona del Mundial sub 17 de Uruguay con la roja, el primer mundial para España. Su físico y resistencia fue lo que más llamó la atención de todos los seguidores de aquel Mundial sub 17.

Un futuro que promete por un presente que ya es mucho

Salma tenía 14 años cuando vino a Uruguay a jugar el Mundial Femenino sub 17, y tras un mes de competencia, se volvió campeona del mundo. Fue hace seis años que en el estadio Charrúa vimos a esa jóven elástica y veloz mover la pelota como ninguna.

En 2019 fue fichada por Villarreal pero tuvo poco rodaje por la pandemia de covid-19. Luego del parate, cuando Salma regresó a la práctica deportiva en 2021, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, se sometió a una cirugía y volvió a estar un largo tiempo en inactividad. Se perdió la Eurocopa con la selección absoluta, pero lo mejor estaba por llegar.

Cuando se recuperó decidió retirarse del atletismo y dedicarse únicamente al fútbol. Poco después fichó por el FC Barcelona. Entre lo más destacado en el fútbol a nivel de clubes, Paralluelo, que fue muy importante para el Barcelona desde que se unió a sus filas, fue titular en el partido de ida de las semifinales de la Champions League contra el Chelsea.

En ese momento formó parte de la selección en la Copa del Mundo sub 20 que se coronó campeona, siendo elegida la mejor jugadora de la final al marcar dos goles contra Japón. En noviembre del mismo año debutó con la selección absoluta y marcó tres goles en un partido amistoso contra Argentina.

Con 19 años, la carrera de Salma podría estar empezando, pero ya tiene una historia escrita, personal y colectiva. Es la única jugadora que estuvo en las tres finales de los mundiales que disputó España, y si el conjunto de Jorge Vilda logra la copa, Paralluelo sería la primera jugadora en la historia del fútbol en ser campeona del mundo en todas las categorías.