Desde hace muchas temporadas, el Campeonato Uruguayo lo juegan 16 clubes que compiten en tres módulos, Apertura, Intermedio y Clausura, en los que suman puntos que son vitales para definir la temporada. Son mínimo 38 jornadas de fútbol (37 fechas más la final del Intermedio) que deben ser prolijamente programadas, atendiendo la participación internacional de ocho de ellos –o sea, la mitad de los participantes–, en las que dos jugarán nada más que un partido, pero cinco de los seis restantes pueden llegar a seguir compitiendo por meses tanto en la Copa Libertadores como en la Copa Sudamericana.
También hay que atender la licencia obligatoria de los trabajadores del fútbol y las competencias de selección que en 2024 están cargadas por el Preolímpico, la Copa América y las Eliminatorias, con la posibilidad latente aún de también poder llegar a los Juegos Olímpicos.
A ello hay que sumarle eventos especiales de nuestra sociedad, como lo son, este año, las elecciones internas y las nacionales, con eventual segunda vuelta, y, por qué no, generar un colchón por posibles suspensiones por mal tiempo o alguna situación imprevisible.
Con todo eso, la temporada del Uruguayo 2024 ha quedado bien proyectada y resuelta, y se jugará desde febrero a diciembre, con un receso en julio.
Donde no se puede proyectar con tanta prolijidad y precisión es en la Copa Uruguay, sobre todo en la edición de 2023, que deberá terminarse este año, que no parece que pueda hacerlo en la primera quincena de abril, según eran las expectativas iniciales. Una de las variantes más interesantes en la temporada 2024 es la bien resuelta situación del cierre del período de pases invernal, que antes tenía un gran desfasaje con el cierre de los pases del verano europeo y dejaba a los clubes con planteles a medio resolver. Este año, el cierre de los pases en Uruguay será el 2 de setiembre, de modo tal que, si los clubes pierden futbolistas, las últimas semanas de agosto puedan traer a los sustitutos que entiendan convenientes.
El último al arco
A pesar de no conocerse aún el participante número 16 de la temporada de Primera División Profesional de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que recién quedará develado el 27 de enero, el Consejo de Liga de Primera definió las fechas del Campeonato Uruguayo 2024 y la Supercopa Uruguaya, que se jugará entre el campeón del Uruguayo, Liverpool, y el vice del Intermedio, Defensor Sporting, dado que el campeón del Intermedio 2023 también fue el elenco de Belvedere, que tuvo el año pasado su temporada más gloriosa, en la que obtuvo tres de las cuatro copas que se terminaron de disputar: el Uruguayo, el Clausura y la Supercopa, y sigue en carrera en la Copa Uruguay 2023.
La Supercopa se jugará, excepcionalmente, más de dos semanas antes de que empiece el Uruguayo, ya que no puede jugarse en la semana previa al inicio porque Defensor Sporting habrá de debutar en la Libertadores 2024. La Supercopa se jugará en Montevideo el miércoles 31 de enero.
El Torneo Apertura se iniciará el viernes 16 de febrero y no el 9, como se había proyectado. La previsión de los organizadores es que se juegue una vez por semana sin afectar las competencias internacionales ni lo que queda de la Copa Uruguay 2023, por lo que, de no existir contratiempos ni necesidad de una final, el primer módulo del Uruguayo terminaría el domingo 26 de mayo.
El período de pases que está corriendo cerrará el 15 de febrero, pero los equipos que disputen la fase de grupos de la Copa Libertadores y la Sudamericana podrán incorporar hasta el 26, únicamente para esos torneos.
No hay definición aún sobre qué es lo que sucederá con el equipo que logre el tercer ascenso a la A el sábado 27 de enero, pero es lógico pensar que, entre el tiempo que le quede para ajustar su plantel con incorporaciones –tendrá tiempo hasta el 15 de febrero– y un ajuste mínimo de forma física general, pueda pedir la postergación de sus primeros partidos.
Una fórmula que la Mesa Ejecutiva maneja y que ya tiene algún antecedente en el Río de la Plata es la de digitar que sus primeros rivales sean los otros ascendidos, Progreso y Miramar Misiones, que no tienen copas internacionales ni avanzaron en la Copa Uruguay 2023, y dejar esos enfrentamientos para los miércoles de la tercera y cuarta semana, dándole un margen de 15 días más para debutar en la A.
Justito, dijo Cañete
El Intermedio, en el mismo formato que se ha jugado hasta ahora, con ocho clubes por grupo, empezaría el viernes, inmediatamente después de la finalización del Apertura, el 31 de mayo, y finalizará el 11 de julio, contando con dos fechas a jugarse entre semana, una para sustituir la del fin de semana del 30 de junio, en la que se llevarán a cabo las elecciones internas y es imposible congeniar cualquier otro tipo de actividad pública. Más de la mitad de la disputa del torneo más corto que suma para el Uruguayo coincidirá a pleno con la Copa América, que se estará jugando en Estados Unidos y se desarrollará desde el 20 de junio al 14 de julio.
Descanso, tele y otra vez a la cancha
El receso invernal de la Primera División se extenderá hasta el viernes 9 de agosto, cuando comenzará el Clausura, pero, sin embargo, esta vez el mercado de transferencias quedará abierto hasta setiembre como forma de contrarrestar un poco mejor la sangría hacia Europa, donde el período de pases termina el 31 de agosto.
El fútbol masculino de los Juegos Olímpicos, para los que Uruguay estará próximamente buscando un cupo, se desarrollará entre el 24 de julio y el 10 de agosto, por lo que no coincidirá con la actividad de la Primera División.
El Clausura terminaría entre finales de noviembre o primera semana de diciembre, debido a las elecciones nacionales y a la posible segunda vuelta, previstas para el domingo 27 de octubre y domingo 24 de noviembre. Es posible también ajustar con fechas entre semana los días que anteceden a las votaciones, pero hay que tener en cuenta que se estará llevando a cabo en simultáneo la Copa Uruguay 2024. Otra variable importante para el calendario es el desarrollo de tres dobles ventanas de Eliminatorias, que generarán tres partidos de la selección: el 5 de setiembre, el 15 de octubre y el 14 de noviembre. Como fuese, la final o las finales quedarían resueltas antes del 15 de diciembre.
Sírvame otra copa
La Copa Uruguay tendrá, en este año calendario, a dos campeones, dado que en abril o mayo habrá de terminar la trunca segunda edición que llegó hasta la disputa de un partido de octavos de final, y después ya en julio-agosto habrá de comenzar la edición 2024, que finalizará en diciembre.
La resolución de la Copa Uruguay 2023, que tenía el año pasado –antes de que se jugara el único partido de esta etapa, en el que Barracas de Dolores eliminó a Oriental de La Paz– entre los participantes de los octavos de final a 14 clubes de la A, uno de la B y otro de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), ahora tiene a 12 clubes de la A y tres de la B, porque el representante de la OFI es el único que avanzó a cuartos de final y quedó entre los ocho mejores de la competencia en un hecho histórico, que además, por reglamento, ya había sido premiado en la fase anterior al convertirse en el mejor club amateur del campeonato y, por ende, ganó la recompensa económica de 50.000 dólares para ser utilizados en infraestructura.
Son cuatro las instancias que quedan por jugar, con planteles que serán distintos y que no obedecerán a las listas de buena fe presentadas oportunamente. Los únicos que jugaron octavos de final con los planteles de 2023 fueron, precisamente, Barracas y Oriental de La Paz, en un partido que ganaron por penales los cerealeros después de haber empatado 1-1.
Ayer, hoy y mañana
El encuentro que dará el rival de Barracas de Dolores en los cuartos de final se jugará el 30 de enero entre Montevideo City Torque (hoy en la B) y Deportivo Maldonado, y será el primero de los que se jugarán este año.
Una semana después, se jugarán buena parte de los seis encuentros restantes, que serán Cerro-Fénix y Wanderers-River Plate (los ganadores de ambos encuentros se enfrentan entre sí en cuartos), Plaza Colonia-Defensor Sporting (este partido no podrá ser en la primera semana de febrero porque el 7 los violetas juegan en Valencia, Venezuela, ante Puerto Cabello, y tampoco en la segunda, porque la revancha en Montevideo ante los venezolanos ya está fijada para el 13 de febrero) y La Luz-Danubio.
Del otro lado del diagrama están Peñarol-Boston River y Liverpool-Nacional, con los tricolores debutando en la Libertadores el 21 de febrero en el Franzini o en Venezuela, porque juega ante el ganador de defensoristas y carabobeños.
Como se ve, no está nada despejada la situación, y no es claro cómo se irán fijando esos partidos o si llegarán a jugar de manera desajustada algunos enfrentamientos de cuartos de final mientras se van desarrollando los de octavos que queden para atrás.
Otra variable no menor es que los futbolistas de Barracas de Dolores durante buena parte de febrero estarán defendiendo a su selección en el litoral, y si los doloreños avanzan en su grupo podrán seguir teniendo competencia también en marzo, y entonces habría que ver cuándo se jugaría ese partido ante Torque.
Otra dificultad está en que Wanderers y Danubio estarán jugando en la primera semana de marzo la primera fase de la Sudamericana, y como seguro que uno de ellos seguirá adelante, tendrán todo abril ocupado en la fase de grupos.
Quedando cuatro fases por completar y con una importante cantidad de obstáculos por otras competiciones en febrero-marzo, no es tan simple poder llegar a la final el 17 de abril, tal como se proyectó en principio.
Tampoco habrá mucho espacio de tiempo en la tercera edición, la que realmente corresponde a 2024, dado que la Copa Nacional de Clubes este año tendrá 36 participantes y su desarrollo llevará entre 60 y 90 días, por lo que sus clubes no estarán prontos sino hasta mediados de julio o principios de agosto para jugar la primera fase de la copa más amplia de este país.