El que quizá sea el mejor jugador uruguayo todos los tiempos, el salteño Luis Alberto Suárez, arremetió contra Marcelo Bielsa en una entrevista que concedió al programa De fútbol se habla así de DSports. En la última conferencia de prensa, el entrenador rosarino había desgranado elogios al ex número 9 de la selección, que para todos y todas será eterno. Ante las preguntas sobre el relacionamiento con el plantel de jugadores de la selección uruguaya de fútbol, el entrenador obvió la existencia de problemas en ese sentido y se centró sobre todo en la tarea del Pistolero como referente y como futbolista útil dentro del campo.

Sin embargo, la olla a presión estaba por explotar, se veía venir. En los pasillos siempre se habla, y en el barrido de toda habladuría queda un dejo de verdad o una verdad instalada hasta que alguien la desmiente. Es cierto que Bielsa tiene su estilo, lo que lo ha llevado a ser uno de los entrenadores más influyentes de los últimos tiempos; también es cierto que es la cara visible y toma las decisiones en pro de un recambio generacional, estratégico y futbolístico. Todos los cambios traen consigo crisis, o eso dicen. Lo que también es cierto es que Luis Alberto Suárez no se refirió ni en las conferencias que dio, ni en el entorno de su último partido con la selección, a las realidades que desnudó anoche en la entrevista.

“Sabiendo que él no es de lidiar con los supuestos líderes o jugadores con experiencia porque no le gustan, preferí evitar todo eso porque estaba la selección por encima, yo era partícipe y no quise ser problema”, señaló el futbolista que recientemente consiguió su primer título en el fútbol de la MLS junto a su amigo, el mejor del mundo, Lionel Messi. “Algunas cosas a él no se las dije, pero las di a entender y preferí callarme en ese momento porque algunas situaciones que se generaron en la Copa América duelen. Había que callarse por respeto a la selección y por el bien de la convivencia”, señaló Suárez, quien sostuvo que “hubo compañeros que decían ‘juego la Copa América y no juego más’. Después se sana porque uno ama su país”.

El Pistolero, obviamente, comparó la situación con la convivencia durante el proceso liderado por el Maestro Óscar Washington Tabárez: “Durante muchos años los que convivimos desde 2007 trabajamos mucho para que el Complejo creciera y tuviera lo que tiene hoy en día, y duele que no se pueda disfrutar de todo eso. Ves que los jugadores van y no disfrutan. Ves que en sus equipos se divierten, sonríen y no lo hacen en la selección, no lo están disfrutando. Me duele eso que está viviendo la selección, y hay compañeros que no lo van a salir a decir, y es entendible”, expresó.

“A los utileros, a los fisios les encantaba trabajar con el Maestro Tabárez, con el Profe [Óscar] Ortega. Encantados de la vida lo hacían, pero después dejame disfrutar mi momento. Todo eso se perdió”. En relación con los empleados de la selección, Suárez enfatizó que “en el Complejo Celeste a los empleados no los dejan pasar y saludar y comer con nosotros”. “Se tienen que cuidar hasta de la puerta por donde tienen que entrar. Me parte el alma que en el Complejo se viva así hoy en día. No hay una sola tele prendida y vigilan a los que jugamos al truco”, dijo.

“El día de mañana le pido a la gente que no se la agarre con los jugadores si algo no viene bien. Muchos jugadores hicieron una reunión para pedirle al entrenador que por lo menos nos dijera buen día”, dijo, y agregó: “Un día nos pidió que no paráramos a saludar a la gente. Yo me paré y le dije que a la gente la íbamos a saludar de todas maneras. Bielsa ha separado a todo el grupo”, concluyó el delantero.

“Matías Vecino fue el primero que la vio venir. ¿Nadie se pregunta nada [al ver] que un tipo como Vecino, con 30 años, se fue de un día para el otro?”, dijo Suárez. También se refirió a la decisión de Edinson Cavani de retirarse de la selección: “Hablé con Edi cuando hizo su anuncio y cuando yo anuncié el mío. En esos mensajes, los dos opinábamos lo mismo de lo que vivimos. Nos duele dejar la selección en el momento porque nos sentíamos con capacidad”, dijo.

Por último, Luis Suárez terminó de sacar los trapitos al sol cuando se refirió a la situación de Darwin Núñez, a quien vio lagrimeando luego de las críticas de Bielsa en el entretiempo del partido con Argentina en La Bombonera: “Lo vi a Darwin lagrimeando y le dije: ‘Vos estás acá por mérito tuyo, por lo que trabajás, sos goleador y sos el mejor. Tenés que seguir así, olvidate de lo que digan los demás. Lavate la cara, salí y rompela’. Por eso, cuando hizo el gol fui el primero al que saludó”. Suárez señaló que al cruzarse con Bielsa luego de este episodio, el entrenador le dijo que “no lo estamos ayudando con esas cosas”.

En referencia a la situación de Agustín Canobbio, Suárez dijo que “hay un malentendido: no fue de alcanzapelotas, sino que había tres sparrings y a Agus lo puso en la parte de los sparrings a dar pases. Y a un jugador que está entre los 26 le duele, no podés dar a entender que es un sparring. Por todo lo que vivió, se sintió menospreciado y explotó. Lo banco en lo que sucedió, es una falta de respeto absoluto”.

El Pistolero contó a DSports que luego de ese hecho, le comentó a sus compañeros que iba a hablar con el entrenador y se dirigió a Jorge Giordano para hacerlo. En esa charla, que duró cinco minutos, Suárez manifestó haberle dicho “que lo apoyábamos, que respetábamos sus decisiones”, a lo que el técnico habría respondido con un simple “muchas gracias, Luis”. “Me levanté y me fui”, señaló el delantero, aunque en realidad esperaba una respuesta a una pregunta que no hizo, ya que sus palabras, como manifestó, fueron de aliento al entrenador y no de crítica por las situaciones relatadas anteriormente.

“No me contestó nada a los cinco minutos que hablé. No conseguí ninguna respuesta. A partir de ahí acepté que tenía que quedarme callado en todo momento y respetar lo que dijera hasta que yo siguiera mi camino y tomara una decisión sobre qué iba a hacer en la selección”, terminó. Aseguró que “tanto Jorge [Giordano] como Nacho [Ignacio Alonso] lo saben eso y es lo que más me duele a mí. Se lo dije a Nacho y me duele, pero esto lo permitieron ellos. Ellos le dieron esa autoridad para tener ese trato con el personal”, cerró.