29 años después de su última vez, Botafogo consiguió ser campeón del Brasileirão. Lo hizo tras vencer a San Pablo por 2-1 en el estadio Olímpico de Río de Janeiro, en un partido donde el lateral derecho uruguayo Mateo Ponte fue titular en los campeones. El venezolano Jefferson Savarino puso el 1-0 para los locales, empató William para los paulistas, pero Gregore, cuando se iba el partido, metió el gol de la victoria y del delirio. Es el tercer título en su historia para Botafogo, después de las consagraciones en 1968 y 1995. Un año redondo: también ganaron la Copa Libertadores, en este caso por primera vez en la vida.
La última fecha del torneo brasuca fue intensa_; los diez encuentros se jugaron este domingo a la misma hora. Como Botafogo fue contundente, no hubo necesidad de mirar qué pasaba en las otras canchas, al menos para decidir el título. Palmeiras, que era quien podía alcanzar al Fogão, debía ganar, pero terminó perdiendo 1-0 ante Fluminense –que gracias al triunfo zafó del descenso–.
Aparte de Botafogo y Palmeiras, los otros equipos que clasificaron a la Copa Libertadores fueron Flamengo –que empató 2-2 con Vitória–, Fortaleza, Internacional, San Pablo –todos estos a fase de grupos–, Corinthians y Bahía –en ambos casos en fase 2–.
A propósito de Bahía, su victoria 2-0 ante Atlético Goianiense tuvo un gol de Luciano Rodríguez. La Perla fue titular jugando como delantero centro y a los 58 pudo marcar tras un tiro penal. En los derrotados, que además se fueron a la B, estuvieron los uruguayos Alejo Cruz, Gonzalo Freitas y Rafael Haller.
Otros equipos que descendieron fueron Criciúma, Cuiabá y Athletico Paranaense. Este último equipo, precisamente, no estaba en puestos de descenso antes de la última fecha, pero su caída 0-1 ante Atlético Mineiro más la victoria de Bragantino fue la ecuación en la que terminó perdiendo la categoría. En Paranaense juega el uruguayo Agustín Canobbio –titular en la derrota ante Mineiro–.