Por la cuarta fecha del Apertura, en el Campeón del Siglo, Peñarol logró otra victoria y tiene puntaje ideal en el arranque de temporada. Victoria por tres frente a Cerro -en un trámite que no reflejó el resultado final- con un Leo Fernández muy por encima de compañeros y rivales.
Todo inicio como estaba previsto en varias de las mentes presentes: dominio local y repliegue visitante. También hay que relativizar esto, ya que hubo variantes durante el transcurso de la primera mitad.
Peñarol convirtió a los tres minutos y ello es mucho para determinar un partido de esta naturaleza. En una pelota que Leo Fernández pensó en patear así para complicar, Denis dio rebote corto para que el punta Silvera -que llegó para ello- empujara de forma simple y así poner arriba a los carboneros.
Lo que se comentaba. Esto dio tranquilidad al escenario casi copado por sus hinchas. Si bien los manyas tuvieron ciertas facilidades, no lograron concretar llegadas claras. El Zurdito Fernández fue -como siempre- el más claro con la pelota y Silvera estuvo movedizo por fuera de su hábitat natural: el área.
La visita mostró lo suyo. El tempranero gol no lo afectó como sucede a menudo. Cerro se acomodó para tener algo más la pelota y asociarse en el mediocampo. Aprovechó el desbalance carbonero con transiciones precisas y a buena velocidad para complicar.
Las llegadas no fueron claras pero dieron indicio de las herramientas que los albicelestes podrían sacar de su cajón. Lucas Rodríguez se mostró como el punta a tener en cuenta, con velocidad y buen trato de pelota les complicó la noche a la zaga carbonera.
La visita tuvo lo suyo. En un remate lleno de potencia, Aguerre lució sus condiciones que lo justifican como el guardameta titular de Peñarol.
Como polémica quedó una jugada en la que el zaguero Guzmán Rodríguez debió recibir una segunda amarilla y ser expulsado luego de sujetar en una carrera al rival -tenía la primera tarjeta hace pocos minutos-.
Complicado y distinguido
El complemento lo inició mejor Cerro. Con toques distinguidos individuales logró complicar en ataque. En un pestañeo el local tuvo enfrente la situación más clara, un tiro penal; una falta sobre el goleador Silveira, en la que él mismo toma la pelota y ejecuta, pero que terminó abrazada por Darío Denis, quien se repuso del error en el gol del inicio.
La visita tuvo esos comportamientos. Cuando podía decaer, se recuperaba y tenía ganas de más. Un escenario poco pensado; pero qué pasó: Peñarol confundido con la pelota y pasivo en la defensa.
Había una distinción: no se conformó con lo mostrado en la primera parte. Leo Fernández se convirtió en el despegado del partido, que no fue atractivo en sí.
Gambeteó, asistió y golpeó la pelota como hace mucho no se veía con regularidad en nuestro fútbol. Un sutil botín zurdo que levantó al público en el Campeón del Siglo. Convirtió el segundo con una pincelada de tiro libre y lo cerró con un penal cruzado para poner un 3-0 inamovible.
Apuntes
Ganó y es puntero. El hincha pasa raya y le cierra. Ahora queda en el aire el nivel de este Peñarol pensando en lo que viene: clásico incluido en dos fechas y competencia por la Libertadores. Además, se le suman las incertidumbres de las salidas de Leo Coelho y Byron Castillo por lesión y cuánto lleva la recuperación.
Para los de la villa, el panorama es complejo. No logran sumar y empiezan a quedar rezagados. Lo mostrado no se condice con el marcador final, en un trámite que propuso en ataque, pero no logró convertir en algunas claras de verdad.