El equipo del novel entrenador Emiliano Alfaro recibió al del joven Martín Varini con un precioso marco en Belvedere. Las idas y vueltas del clima escamparon justo para permitir el despliegue de ambas escuadras. Defensor Sporting, cuyos jugadores declararon en Fiscalía este jueves por los problemas en el partido contra River Plate, dominó el primer tiempo. Varini probó con Nicolas Wunsch para acompañar a Facundo Bernal en el medio de las cosas. Contó, además, con un participativo Anderson Duarte. El juvenil Campeón del Mundo está aplomado en la primera del cuadro que ama y que lo vio crecer, y es una de las manijas de Varini.

El violeta, que jugará la final de la Copa Uruguay por segunda vez buscando el bicampeonato, también pelea por consolidarse en el Apertura. Es cierto que el partido con River dejó un golpe anímico más allá del resultado positivo. Pero Varini cuenta con Octavio Rivero en todo su esplendor. El delantero violeta, que volvió al club donde hizo las inferiores, le avisó a Sebastián Lentinelly -que estaba apenas a dos minutos del inicio- cuando buscó el rebote del arquero tras un peligroso tiro libre de Duarte. Minutos más tarde, Rivero hizo de asistidor. La visita hilvanó una jugada por la derecha que derivó en el olimareño. Rivero se perfiló y ubicó al chico Anderson Duarte que convirtió el primero. Se besó el escudo, por supuesto.

Liverpool pareció despertar, aunque Defensor estaba mejor parado. Se arrimó al arco de Kevin Dawson recién después del gol violeta. Fue por un pase magistral de Agustín González, que hubiese sido una pintura de terminar en las piolas. Después se enredó el local, pidió penal a Luciano Rodríguez, algo que desestimó el árbitro y posteriormente el VAR. La historia derivó en la expulsión de Emiliano Alfaro, el técnico del negro.

El entrenador expulsado, representado por su ayudante Amaranto Abascal, mandó cuatro cambios para torcer el semblante del primer tiempo. Uno de ellos, Renzo Machado, se encontró con el gol en la primera jugada como por arte del fútbol. Alfaro encontraba la llave y el partido cambiaba de repente. Liverpool se fue arriba con toda la fuerza de Luciano Rodríguez, que probó una y otra vez. El arquero violeta Kevin Dawson respondió en silencio con categoría.

El partido se volvió de ida y vuelta. En las áreas se agarraron de todos lados. Jugaron un gran partido ambos en la tarde patria. El equipo de Liverpool revivió en nombres y pelea por ser el que fue. O más bien, por parecerse a esta nueva vieja estirpe de la mano del olimareño querido.

Al Defensor de Varini le costó reaccionar al gol tempranero de los locales. Hizo un tremendo esfuerzo en defensa para controlar a Rodríguez, la joya de Belvedere que llegó al menos a tres tiros de larga distancia que cayeron con peligro en las manos o en los suspiros de Dawson. Defensor encontró en Patricio Pacífico el control por momentos del astro uruguayo. Los arqueros fueron grandes figuras, lo que habla de un reñido partido con buenas exposiciones individuales y colectivas. En los descuentos, otra de Luciano Rodríguez que tiró un buscapies, pero no encontró cabida. Defensor y Liverpool se llevaron un punto para cada uno de Belvedere. Puntos que significan cosas distintas, pero que fueron aplaudidos por las dos parcialidades.