Mientras se especula con las sanciones que deberá afrontar Ricardo Caruso Lombardi por agredir verbalmente al árbitro Javier Feres en el encuentro entre Miramar Misiones y Liverpool, que ganaron los negriazules, el entrenador argentino confirmó que renunciará a su cargo.

Días antes, el gerente deportivo del club, Edgardo Lasalvia, dijo públicamente que Lombardi no representa al club y que analizaría su continuidad en el puesto.

Su postura

Lombardi contó, en conversación con Sport 890, que este miércoles tendrá una reunión con la dirigencia de Miramar Misiones y les anunciará su decisión de salir del club. “Mi posición es irme de Miramar. Yo no puedo estar cinco partidos sin dirigir a mi equipo. Me van a dar cinco partidos de suspensión porque me van a usar a mí de ejemplo”, declaró.

El entrenador argentino contó que llamó al árbitro Javier Feres –a quien insultó en el último partido–, quien le contestó que se alegraba con su llamada. Caruso le pidió disculpas por sus expresiones y le explicó que reaccionó de esa manera por la expulsión a uno de sus jugadores.

Pero, más allá de eso, el argentino considera que los árbitros están en su contra. “Yo me doy cuenta cuando los árbitros me tratan mal. Siento que les caigo mal a los árbitros. Vengo de un país donde estoy enfrentado al poder, estoy enfrentado a full con Tapia. Tapia es amigo del presidente de la AUF”, comentó.

En ese contexto, el argentino dijo que los jueces “están muy celosos” de él “después del partido con Nacional”. En ese partido Lombardi debutó como entrenador del monito y criticó al VAR tras el encuentro.

“Yo no estoy cómodo, no me siento bien. Me ponen 70 micrófonos, la cámara enfocándome todo el tiempo, esperando algo mío”, agregó.

Caruso dijo sentir una “presión extra” por la trascendencia mediática que tiene su presencia. “No quiero perjudicar al club. Yo no soy de protestar de la forma que lo hice el lunes. Reaccioné mal y son cosas que no me suelen pasar a mí”, finalizó.