Peñarol superó 1-0 a Fénix con gol de Damián García y logró su decimotercera victoria en el Apertura. La última fecha del primer torneo del año significaba un trámite para Peñarol, porque es campeón desde la fecha 12 y porque el rival, al tratarse de uno de los que van peor, a priori era sencillo, aunque en la cancha no fue tan así; no por mérito de los dirigidos por Nicolás Vigneri, sino porque el conjunto mirasol no fue contundente.

A su vez, el aurinegro sabía que no perder en esta última instancia significaba mantener su invicto y cerrar una primera parte del año casi perfecta en números, con la contundencia de haber obtenido 41 de los 45 puntos posibles, producto de 13 victorias y dos empates. Y lo consiguió.

Más movido

La tarde lluviosa de domingo fue el contexto perfecto para un comienzo de partido en el que no hubo ritmo. Ambos equipos se medían y ninguno lograba imponerse, algo que sorprendía a los espectadores que esperaban más de los dirigidos por Diego Aguirre.

Peñarol tenía más la pelota, pero no construía jugadas ofensivas, más bien se limitaba a manejar el asunto y no era creativo para generar profundidad. A los locales les quedaba cómodo ese desempeño del rival porque se dedicaron a defender buscando salir a atacar desde los contragolpes.

Por momentos, el partido se volvía de ida y vuelta, pero las jugadas de peligro no aparecían. El primer tiempo se fue sin ninguna chance clara para Peñarol, que sólo tuvo tibias aproximaciones y, si bien Fénix mostró apenas chispazos, el mérito estuvo de su lado por bancar el marcador en un amplio 0-0.

Más de lo mismo

El segundo tiempo comenzó mejor para el local, que exigió a Washington Aguerre en dos ocasiones. Esa postura de Fénix alertó a Peñarol y, como en el fútbol los intentos no cuentan, enseguida convirtió la visita.

Leo Fernández mandó una pelota llovida al área que cabeceó Damián García para mandarla a guardar, y abrir el marcador, en el que fue su primer gol en la primera de Peñarol, y coronar el mérito que tuvo durante toda la temporada con este tanto. Y a pesar de que el complemento estaba en sus primeros instantes, ya era más entretenido que todo el primer tiempo.

Pero eso fue sólo una ilusión, porque a lo que vino después le faltó dinámica; quizás por el cansancio que implica estar en el final de algo, quizás por el clima, por el contexto, por el entorno. Lo real es que Aguirre aprovechó para hacer varios cambios cuando el aurinegro quedó con ventaja en el marcador, aunque fuera corta, el rival no lo intranquilizó en ningún momento.

Y el carbonero tampoco se lució, porque sus figuras más destacadas, como Leo Fernández y Maxi Silvera, no aparecieron de la misma forma que lo hicieron cuando han salvado partidos.

El aurinegro se fue del Centenario mirando a su hinchada con la sonrisa cómplice de haberlo dejado todo, de tener una estadística de oro que lo deja como el mejor posicionado en este cierre del Apertura, que le da buena perspectiva para todo lo que queda por delante en este Campeonato Uruguayo.

Los de Capurro, por su parte, finalizaron el torneo con 13 puntos, superando solamente al último, Miramar Misiones, y siguen muy complicados en la tabla del descenso.