En Uruguay casi todos hablan de deporte. En la oficina se habla de los cruces de la Libertadores; en el puesto se arma el cuadro que debe parar Bielsa; con el portero del edificio de las finales de básquet; en un asado se discute quién pinta para crack de la actual sub 20; el chofer del Uber puede llegar a comentar sobre la llegada de Mbappé al Real. En los últimos JJOO nos descubrimos hinchando por dos remeros de los cuales no sabíamos casi nada como antes fue Lasa y, antes de eso, Wynants y su medalla de plata.

En Uruguay, cuando no sabemos de qué hablar, hablamos de deporte, sobre todo de fútbol, aunque de vez en cuando se cuela otro deporte. Cuando no queremos hablar de cosas serias, hablamos de deporte. Cuando coincidimos en un ascensor hablamos de deporte. Cuando no conocemos a nuestro interlocutor, hablamos de deporte. En Uruguay casi todos hablan de deportes menos los precandidatos a presidente. Ahí fuimos, a conocer la visión del deporte de cada uno de los referentes de los precandidatos.

Ciertas reglas

Se puede argumentar la falta de espacio y oportunidad, las propuestas sobre políticas deportivas no entran en los temarios de los debates ni de las entrevistas a los candidatos. Tampoco lo tratan los innumerables programas deportivos radiales o televisivos, quizá por aquello de “no mezclar fútbol con política”, que de tanto repetirlo alguno pensará que es cierto. Lo cierto es que no está en la agenda de los precandidatos, lo reconoce Armando Castaingdebat el referente en el área de deportes del candidato Álvaro Delgado (PN): “Tiene que estar en la agenda como uno de los temas más importantes de todos los candidatos, hasta ahora no lo hemos logrado más allá de expresiones de deseo”.

El también nacionalista Gustavo Modernell opina que “no se percibe en la sociedad que la inversión en deporte sea relevante, o prioritaria, o quizás que no tiene impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos, sin advertir que el deporte es un poderosísimo motor de desarrollo social que contribuye fuertemente a la solución de estos problemas y a la formación de mejores ciudadanos”.

Para Marcos Melazzi (PC) el tema está en que “Hoy los candidatos deben exponer en breve tiempo sus propuestas para atender los problemas de mayor preocupación de la gente o del tema del momento. El deporte a priori no se percibe como un problema o una urgencia, debería ser una política a largo plazo”.

Se mueven millones

Un estudio titulado “El significado del fútbol en la sociedad uruguaya” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar coordinado por el Dr. Felipe Arocena estimó que en 2016 el dinero generado por el fútbol era de un 0,6% del PIB (330 millones de dólares en aquel entonces). Además, ese informe reveló que cerca de un 25% de la población manifiesta jugar al fútbol y “Que el fútbol es muy importante en sus vidas” lo piensa más gente (44%) de la que piensa que la política es importante en sus vidas (40%).

El Centro de Estudios Fiscales del Ministerio de Economía estimó en 2019 que la renuncia fiscal de las instituciones deportivas era de poco menos de 85 millones de dólares. O sea, dinero que el Estado deja de recaudar por brindar un sistema tributario diferencial. Por otro lado, en un informe especial de 2021 de Ceres, centro de estudios especializado en políticas públicas, independiente y sin fines de lucro, se establecía que Uruguay, en la última década, era el líder mundial en exportación de jugadores por habitantes, generando un ingreso de 600 millones de dólares.

Perspectiva y relevancia

El deporte, visto los números, relevante en la economía nacional, lo practica uno de cada cuatro uruguayos y el Estado aplica políticas tributarias sobre él. Parecen ser razones suficientes para que sea un tema de campaña.

Todos los comandos de campaña tienen un referente en el área. En el caso del colorado Robert Silva su hombre en deportes es Marcos Melazzi (exatleta, hoy presidente de la Confederación Atlética del Uruguay) que comienza explicando: “La actividad física es un derecho humano fundamental consagrado en la Carta Internacional de la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte de la Unesco. Los tiempos actuales presentan nuevos desafíos, que van desde nuevas enfermedades hasta un mayor nivel de competencia internacional, exigiendo mayor esfuerzo de las políticas públicas para estar acorde a estos tiempos”.

En el caso de Silvia Pérez (periodista, titular de la Secretaría de Educación Física Deporte y Recreación de la IM), quien es la referente de Carolina Cosse, entiende que “el deporte es clave para lograr la salud física y mental de la población de todas las edades. Es, a su vez una poderosa herramienta para llegar a las poblaciones más vulnerables con propuestas lúdicas y deportivas, logrando la inclusión social de los mencionados grupos”.

Dentro del Partido Nacional, Gustavo Modernell (vicepresidente de la Federación Uruguaya de Handball) es quien representa a la candidatura de Laura Raffo en el tema y el ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, a Álvaro Delgado. Para Modernell, “el deporte va mucho más allá que la actividad física. Debe actuar como verdadero motor del desarrollo social, promoviendo valores fundamentales como la superación personal, la disciplina, el trabajo en equipo y el respeto, que son esenciales para una convivencia armoniosa y una sociedad más cohesionada”. Castaingdebat, a su vez, maneja conceptos similares: “El deporte más que un fin en sí mismo nosotros consideramos que tiene que ser un instrumento para atacar un montón de problemas que tenemos en la sociedad y que no les hemos encontrado solución. El deporte viene a ocupar el lugar que antiguamente ocupaba la escuela pública, donde todos eran iguales y lo único que lo diferenciaba era si la moña estaba bien hecha o mal hecha. Hoy eso se ha perdido y aspiramos a que un campo deportivo, una cancha de fútbol, una cancha de básquetbol junte y vuelva a ser igual en la sociedad”.

Dentro de las políticas deportivas hay un área que podríamos definir como el deporte de alta competencia, algo diferente a lo considerado como “deporte comunitario o social”. Melazzi lo define como “la punta del iceberg” que en ocasiones precisa más recursos que el resto del iceberg. “Para que nuestros deportistas de élite sean competitivos a nivel internacional, se debe trabajar sobre la brecha que generan los países desarrollados, tanto a nivel de conocimiento, investigación, ciencia aplicada, infraestructura, nivel de competencias, entre otros” continúa diciendo el colorado, que propone para acortar esa brecha trabajar en “convenios internacionales, continuar implementando y fortaleciendo mecanismos de financiación para estos proyectos deportivos y la institucionalización de nuevas becas de mediano plazo con fondos mixtos y de prestaciones que permitan al deportista mayor tranquilidad para enfrentar las distintas etapas de un ciclo olímpico”.

Silvia Pérez pone el énfasis en la infraestructura que debe ser de calidad y tener presencia en todo el país, también potenciar un sistema de becas para jóvenes deportistas y además “renovar y mejorar la ley de fomento del deporte para generar los mecanismos que permitan una adecuada preparación de los atletas y deportistas”.

Modernell también considera fundamental contar con infraestructura de calidad y trabajar en la formación y capacitación de deportistas, entrenadores, árbitros y dirigentes, entre otras cosas a través de un programa de becas. Habla de promover alianzas público-privadas para el financiamiento de programas deportivos, fomentar la participación internacional y que “la organización de los Juegos Suramericanos de la Juventud 2029 sería un lindo desafío para el deporte nacional desde todo punto vista”.

Por último, para Castaingdebat el panorama es el siguiente: “Potenciar el deporte de élite pasa pura y exclusivamente por un tema económico. Si no logramos fortalecer las asociaciones, vamos a terminar con apoyos individuales y totalmente dirigidos. Para que pueda haber buenos atletas, tiene que haber una confederación atlética fuerte que esté en toda la etapa de captación, de desarrollo, de potenciar, y el Estado debe dar el puntillazo final”.

Más adelante

Estos equipos de trabajo seguramente se reconfiguren luego de las internas y las ideas deberán dar paso a las propuestas concretas. Aunque todavía falta para octubre, ya hay algunas ideas que le gustarían impulsar en caso de asumir el próximo gobierno.

Melazzi: Crear los canales para el aporte de fondos por parte del sector privado, tanto de empresas como por parte de los ciudadanos, para financiar proyectos de desarrollo deportivo, además de crear un vínculo, fortaleciendo el sentido de pertenencia. Fortalecer los Juegos Deportivos Nacionales, velar para la adecuación de las infraestructuras que permitan compatibilizar la maternidad con la práctica deportiva, continuar con la transición de las plazas de deportes a la órbita de los gobiernos departamentales, la incorporación de las sociedades por acciones simplificadas deportivas, proyecto de ley de Felipe Schipani que la actual SND no vio con buenos ojos y “una reforma integral de la actual Ley del Deporte, la cual es muy simple y falta de sustancia”.

Silvia Pérez: Implementar en todo el territorio lo que venimos trabajando en Montevideo (el ABC + Deporte en territorio). Llevamos a los barrios más vulnerables propuestas de recreación y deportes para las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Se trata no sólo de acercarles a sus barrios las actividades, sino también organizar salidas (por ejemplo, han ido a ver un partido de la selección uruguaya al estadio Centenario, a ver rugby al estadio Charrúa, al Parque de la Amistad, etcétera) para que conozcan otras realidades.

Gustavo Modernell: Nuestra principal prioridad es la implementación de políticas públicas que promuevan la actividad física y el deporte como motor para el desarrollo social. Esto incluye: la inclusión social a través del deporte, la promoción de estilos de vida saludables desde la niñez a la tercera edad, el fortalecimiento del deporte federado y de los programas de actividad física en el ámbito educativo.

Armando Castaingdebat: Nosotros en Uruguay tenemos una Secretaría del Deporte que ni presupuesto tiene. Yo creo que también esa es otra línea para trabajar. Hoy es muy difícil hablar de la creación de nuevos ministerios, aun cuando estamos convencidos que no es aumentar la estructura de gastos de este país, sino que es darle al deporte la jerarquía que tendría que tener a nivel de un ministerio, que puede ser asociado a otras cosas, puede ser deporte, ciencia, tecnología, juventud. Ahí podés aglutinar un montón de cosas. Pero sin lugar a dudas que estamos convencidos de que el deporte tiene que jugar un papel mucho más importante que lo que ha jugado hasta ahora. Por eso somos unos enamorados y convencidos de que el deporte tiene que ocupar un lugar preponderante en cualquier plan de gobierno de cualquier candidato.

Para este artículo fueron consultados los equipos de trabajo de Yamandú Orsi y Andrés Ojeda, pero no hubo respuestas.