Fue el quinto partido en el torneo entre Peñarol y Aguada, el cuarto que se definió por un punto. Una verdadera locura. La visita se sobrepuso al dominio rival, controló a Jayson Granger y se terminó quedando con el triunfo de manera agónica, 66-65, con certeza desde la línea de los suspiros.

Las discusiones tediosas que nutrieron micrófonos durante la semana quedaron atrás. Las finales comenzaron en cancha de los clubes. Por ostentar el “1” de la fase regular, Peñarol comenzó jugando en su palacio. Aliento, banderas, papelitos y el equipo que absorbió la energía para iniciar 9-0. Marcelo Signorelli, entrenador carbonero, decidió ingresar sin el pívot dominicano Eloy Vargas, que había estado afectado sanitariamente en los últimos días. Referencias personales llamativas: Emiliano Serres con Donald Sims y Granger con Victor Rudd. El trabajo individual de los mencionados fue clave para tapar las principales vías de gol del rival. Además, colectivamente con cambios de hombre en las cortinas directas y cerrando el aro propio, alcanzó para disminuir la diferencia de centímetros que tenía Luis Santos a su favor.

El éxito de la planificación fue la defensa. Ofensivamente, Jy’lan Washington sacó a Luis Santos de la zona de influencia, Granger hizo gala de todas las virtudes que lo llevaron a recorrer Europa y Serres metió dos triples que le marcaron las venas al gritarlos. Además, Peñarol dominó el rebote ofensivo, algo inesperado. Llegó a sacar 12, pero cerró el primer cuarto 26-17.

El segundo fue a otro ritmo, sin tanto gol. Aguada se obsesionó con buscar la ventaja de Santos sin éxito, pero Federico Pereiras lo trajo de los pelos con un par de lanzamientos lejanos. El rojiverde aprovechó la salida de Granger para ponerse a dos posesiones, pero en el momento cumbre falló tiros abiertos que suele meter, sobre todo en manos de Sims. Con figuritas repetidas se acomodó el dueño de casa, retorno de Granger y Serres del descanso para cerrar 11 arriba el primer tiempo. Más allá del sorprendente 2/17 en triples del rojiverde, Peñarol tuvo la gran virtud de bajar la producción ofensiva del rival.

Para el complemento cambió uno de los jueces, tirón en el gemelo de la pierna derecha para Diego Ortiz y a la cancha Carlos Romero, que estaba aguardando por las dudas. No fue la única mutación en la noche, la visita metió dos triples en un minuto mejorando notoriamente la efectividad. Rudd fue en la referencia personal de Granger, lo controló y trancó la fluidez ofensiva del rival. A lo bueno de Victor se sumaron Sims y Vidal con sus costumbres ofensivas. El rojiverde, que anotó 26 puntos en el primer tiempo, puso 28 tantos en el tercer cuarto. Pasó la visita 54-53 de cara al último.

El básquetbol es un deporte de rachas, aventuró alguna vez un iluminado y quedó como frase para usar en libertad. Aguada metió dos puntos en siete minutos en bache jodido. Peñarol no lo aprovechó del todo, pero fue más vertical para atacar el aro saliendo del letargo del período anterior. La final, como era obvio, ganó en nerviosismo y eso se tradujo en errores impropios. El trancazo era global y las protestas, moneda corriente. Con más mente fría que corazón caliente, Rudd y Vidal se encargaron de hilvanar un 7-0 para que Aguada pasara por un doble a falta de 1.57.

El final: lo que debía ser. Toma y dame constante. Peñarol pasó con dobles de Granger y Serres, pero tres libres consecutivos entre Vidal y Rudd colocaron a la visita uno arriba. Jayson tuvo para ganarlo primero y, luego de personales fallados por Santos, Zanotta lanzó la última sobre la chicharra y salió apenas. Locura rojiverde que ganó la primera final 66-65. Aguada pegó primero, de visitante, y el jueves tendrá la chance de ampliar en su escenario.

Detalles

Peñarol (65): Salvador Zanotta 7, Jayson Granger 19, Shaquille Johnson 4, Emiliano Serres 16 y Jy’lan Washington 10 (quinteto titular); Eloy Vargas 1, Ignacio Xavier 7, Joaquín Osimani 1, Eduardo Medina, Joaquín Rodríguez, Roodvan Osores y Marcelo Rosas. Entrenador: Marcelo Signorelli.

Aguada (66): Santiago Vidal 16, Donald Sims 11, Federico Pereiras 8, Victor Rudd 18 y Luis Santos 8 (quinteto titular); Juan Santiso 3, Agustín Zuvich 2, Diego Pena García, Bruno Curadossi, Agustín Gentile, Juan I. Stoll y Manuel Fernández. Entrenador: Germán Cortizas.