Marcelo Bielsa dio una conferencia de prensa, la que de manera protocolar tienen que dar los técnicos el día antes de los partidos de la Copa América 2024, en esta oportunidad, del partido contra Brasil. La conferencia fue en el espectacular y novel estadio Allegiant de Las Vegas, el inaugurado hace menos de cuatro años, el que es cerrado y con aire acondicionado para bajar a la mitad la temperatura externa. Ahí estuvo el técnico de la selección uruguaya, junto a Facundo Pellistri, contestando y desarrollando ideas, insumos necesarios para la defensa del fútbol.

Sí, habló del equipo –cuya formación, como sabíamos que sucedería, no adelantó, porque nunca lo hace según su proceder de no dar ninguna ventaja– y lo que manifestó fue que estaban todos aptos para jugar. También habló de la imposibilidad de trasladar aquel partido de Eliminatorias, cuando Uruguay ganó 2-0 el año pasado en el Centenario: “Es difícil transpolar experiencias pasadas con compromisos actuales, porque no son los mismos jugadores, no es el mismo entrenador, no es la misma realidad deportiva. Hay muchos puntos de diferencia. Es una lista larga de cosas distintas como para tomar como base lo que pasó”.

También habló de su ausencia en el partido ante Estados Unidos y compartió sus conclusiones: “Mi ausencia no tuvo significado, salvo el cierre del partido en el que Estados Unidos, con una disposición muy ofensiva con todos jugadores de ataque en sus líneas, en los últimos diez minutos, generó un peligro que hasta ese momento no había producido. Así que mi opinión no es que si yo hubiera estado en el campo de juego la producción hubiera sido mejor. Normalmente, yo me fijo en qué sector del campo jugamos, cómo recuperamos la pelota, dónde, si creamos peligro y en qué modo generamos peligro, y si el modo en el que elaboramos el ataque representa el estilo que quiero del equipo. Esas son las evaluaciones que hago. En algunos aspectos, las evaluaciones son unas, y en este caso hay posibilidad de corregir, pero, considerando el tiempo que hay entre cada partido y la recuperación, más la acumulación de minutos y cargas, las correcciones son más verbales y con imágenes, que en prácticas”.

Defensa del fútbol

Lo mejor fue la defensa del fútbol y el cuestionamiento del tratamiento que la mayoría de los medios preeminentes dan al juego y a los protagonistas. Todo arrancó a consecuencia de una consulta sobre los arbitrajes. “Las polémicas arbitrales nunca son saludables, sobre todo porque los árbitros tienen una tarea que es muy muy muy difícil, y pareciera que el auxilio de la tecnología nos vuelve aún más tercos para valorar las conclusiones que parecerían irreversibles, y eso para mí le hace mucho daño al fútbol. En la medida que se interpreta que nadie puede fallar y que si alguien falla hay que señalarlo y acusarlo, crea una serie de condicionamientos que operan psicológicamente sobre los que tienen que arbitrar, y yo le aseguro que es mucho más difícil arbitrar que jugar, y le aseguro que la lupa sobre cada uno de los que juegan es mucho menos exigente que la que opera sobre los árbitros. En la medida que el juego se vuelva absolutamente predecible, y hacia eso vamos, cada vez irá perdiendo el atractivo. Yo tengo la certeza de que el fútbol está en un proceso decreciente, es decir, al fútbol cada vez lo ve más gente, pero cada vez es menos atractivo, porque no se privilegia lo que convirtió a este juego en el primer juego del mundo. Entonces ese proceso al final se corta”.

El negocio

Bielsa expuso con firmeza y denunció una situación propiciada por los mismos que le están tomando la palabra y vendiendo con su imagen: “No es que si usted deja que al juego lo vea mucha gente, pero no protege que lo que se mire no es agradable. Eso favorece al negocio, porque el negocio es que lo vea mucha gente, pero esa curva se corta, y cuando pase el tiempo y los futbolistas que merezcan ser mirados sean menos y cada vez que el juego que se produzca sea menos agradable, ese aumento artificial de los espectadores va a sufrir un corte, porque el fútbol no es cinco minutos de acción, es mucho más que eso. Es una expresión cultural, una forma de identificación.

Dígale a un uruguayo que mire los highlights de 'la celeste' y cada vez habrá más, pero no tienen nada que ver con la esencia que permitió el enamoramiento de una población con el signo de identificación más significativo que tiene un pueblo. Lo que deberíamos hacer todos es ignorar ese escenario que nos proponen, donde la polémica, la acusación y la determinación de la responsabilidad se vuelve una obsesión que empeora el clima en el que se tiene que jugar al fútbol”.

Y el rosarino siguió: “El fútbol es propiedad popular, porque los pobres tienen muy poca capacidad de acceso a la felicidad, porque no disponen del dinero para comprarla. El fútbol, como es gratuito, es de origen popular”.