Terminó la Olimpíada de Ajedrez en Budapest y Uruguay tuvo una actuación destacada. Sus ajedrecistas, tanto en la categoría absoluta como en la femenina, obtuvieron muy buenos resultados y cerraron una participación muy por encima de sus expectativas.
Pero de los tableros para afuera hubo otra destacada y fue la árbitro Sabrina de San Vicente, con quien la diaria habló sobre su labor y su historia dentro del ajedrez, que empezó siendo con movimientos de piezas para, hoy en día, dedicarse a la fiscalización de los tableros participantes.
¿Qué te llevó a convertirte en árbitra internacional y cómo fue el camino para alcanzar la posición en la que estás en estas olimpíadas?
Como jugadora siempre sentí la necesidad de conocer las reglas del juego que estaba practicando. Me gustaba leer los reglamentos y comprenderlos. Comencé a vincularme al arbitraje en 2012. Hice un curso de árbitro asistente y estudié en profundidad las reglas del ajedrez.
Intercambiaba correspondencia con otros árbitros de América consiguiendo reglamentos antiguos, estaba interesada en la evolución de las leyes. El árbitro internacional [AI] Héctor Silva Nazzari me ayudó mucho en esta investigación e intercambio de información.
Noté que había redacciones poco claras y traducciones imprecisas, entonces elaboré mi propia traducción. Consulté varias veces a la Comisión de Reglas de la FIDE [Federación Internacional de Ajedrez] e hice mis propias sugerencias. Las sugerencias que realicé en 2016 fueron incluidas en posteriores cambios de reglas. En la olimpíada de 2016, en Bakú, mi última olimpíada como jugadora, aproveché los días libres para presenciar todas las reuniones de las comisiones de FIDE vinculadas al arbitraje.
En paralelo, fui logrando los títulos de árbitra FIDE y, finalmente, árbitra internacional. En noviembre de 2018, la FIDE me invitó a integrar la Comisión de Calificación, que es la que aprueba los títulos de los jugadores. En 2019, me convocaron para ser el árbitro principal de los juegos IMSA en China [“los juegos de la mente”, que incluyen varias disciplinas, el ajedrez entre ellas].
Ese mismo año me ascendieron a consejera en la Comisión de Calificación y me convocaron para el TAP [árbitro de emparejamientos de la Olimpíada 2020]. Estuvimos trabajando durante un año en el algoritmo de emparejamientos y los sistemas de desempate de la olimpíada, ya que necesitaban ser actualizados. Finalmente, la Olimpíada de Moscú 2020 se suspendió por la pandemia y fui adjunto principal en las olimpíadas online.
En 2022, FIDE me designó nuevamente para el TAP, y unos meses más tarde me ascendieron a adjunto principal en la Olimpíada de Chennai, India. También pasé de ser consejera a presidenta de la Comisión de Calificación en FIDE.
En Chennai, FIDE me entregó el premio a la mejor árbitra de América. Dada mi pasión por los reglamentos, el año pasado fui convocada junto con siete árbitros de distintas partes del mundo para reescribir las Leyes del Ajedrez, y actualmente estamos trabajando en ese proyecto.
Este año, sorpresivamente me convocaron nuevamente para ser adjunto en esta olimpíada en Budapest, cosa que no esperaba, ya que esta posición normalmente nadie la repite.
¿Podrías explicar cuál es tu rol dentro de la olimpíada de ajedrez y cuáles son las principales responsabilidades?
En un torneo grande como este hay una estructura. En la base están los árbitros de match (alrededor de 200). Cada uno se encarga de atender a uno o dos matches. Estos 200 árbitros están divididos en 12 sectores. Si un árbitro de match tiene alguna duda, se dirige a su árbitro de sector. Si el problema no se puede resolver, el árbitro de sector solicita ayuda al adjunto principal, que es la posición que ocupo.
En esta olimpíada me encargué de la rama femenina y tuve a mi cargo un grupo de casi 100 árbitros. El rol del adjunto principal es apoyar al árbitro principal, sugerir estrategias para favorecer el buen funcionamiento del torneo, sustituirlo en caso de ausencia.
¿Cómo es el proceso de preparación y selección de los árbitros para estos eventos?
Las posiciones destacadas (árbitros adjuntos y de sector) fueron seleccionadas por el árbitro principal, el AI Ivan Syrovy, en consulta con el presidente de FIDE, Arkady Dvorkovich.
Para seleccionar los árbitros de match, la FIDE hizo una convocatoria a todos los árbitros del mundo. Luego se elige un porcentaje de árbitros con experiencia, otros nuevos. También hay cierta cuota de árbitros designados por los continentes. Además, se respeta que al menos un 25% sean mujeres.
La preparación de los árbitros comienza varios meses antes. Tuve varias reuniones online con el árbitro principal para decidir sobre varios temas, como, por ejemplo, el código de vestimenta que se va a solicitar tanto a jugadores como árbitros.
También hubo varias reuniones con los árbitros de sector y con los árbitros de match previo a la olimpíada para afinar cosas, instruir a los árbitros y dejar todo bien en claro. Todas estas reuniones sirven tanto para refrescar a los más experientes como para dar un panorama a los que recién se integran sobre cuál es su rol y cuáles son las tareas que tienen que realizar tanto antes como durante y después de cada partida.
¿Cuáles son los principales desafíos a los que te enfrentás al coordinar un equipo de árbitros en un torneo tan importante?
Hay que hacer una muy buena preparación previa, no todos los árbitros tienen suficiente experiencia en este tipo de eventos. Nos apoyamos en los árbitros experientes y los alternamos dentro de cada sector para que haya referentes.
El idioma es un gran desafío, ya que tenemos árbitros de todas partes del mundo. Si bien el inglés es el idioma oficial, no todos lo hablan fluido y es una posible barrera. Es fundamental acordar sobre la aplicación de las reglas y asegurarse que todos estén en la misma línea, ya que las leyes del ajedrez dejan al árbitro en libertad de tomar diferentes decisiones en ciertos casos.
A lo largo de tu carrera, ¿cuáles han sido los momentos más significativos o desafiantes como árbitra?
A lo largo de estos años he tenido oportunidad de arbitrar en diferentes países, como China, Polonia, India, Azerbaiyán, Estados Unidos, Panamá, España, Ecuador, Georgia, El Salvador, Paraguay, Brasil, República Dominicana, México, Perú, Hungría, etcétera.
El secreto es la preparación previa, estar actualizado con las reglas y estar en todos los detalles. Siempre trato de ser la primera en llegar y la última en irme. La puntualidad, la disciplina, el respeto a las reglas, el respeto a los jugadores, que son lo más importante, han hecho que no haya tenido grandes inconvenientes.
El torneo más difícil que probablemente me haya tocado arbitrar fue el de discapacitados en Lublin, Polonia. Había discapacitados físicos, auditivos y visuales. No tenía experiencia previa con discapacitados, no conocía los relojes ni los tableros especiales que utilizan ni me había enfrentado a estas situaciones nunca. El tener amigos árbitros por todo el globo terráqueo me ayudó para hacer consultas previas y poder conocer sobre la problemática antes del inicio. Si uno se prepara bien, eso ayuda a facilitar el camino.