El próximo miércoles comenzará el campeonato del Sur, tres días después arrancarán el Litoral, el Litoral Norte y el Este, lo que significa que una vez más estará en marcha el mayor campeonato de fútbol del Uruguay, el Campeonato del Interior, la Copa Nacional de Selecciones, nuestro Mundial.

Desde siempre, desde sus inicios hasta nuestros días, los torneos de selecciones del interior han sido absolutamente trascendentales en la repercusión y adhesión de vecinos y vecinas de los seleccionados del pueblo, en el desarrollo y crecimiento de esas sociedades y hasta en su proyección con el futuro y su encuadre en el pasado.

Desde 1912 cuando nació el primer clásico de ciudades entre Mercedes y Fray Bentos, desde 1922 cuando se jugó el primer campeonato de selecciones departamentales en Paysandú dando inicio a las competencias del Litoral, desde 1924 cuando se jugó el primer Sur, desde 1926 con el primer torneo del Norte, desde 1927 cuando arrancó el Este, desde 1952 cuando ya consolidados los campeonatos departamentales por confederaciones apareció la fórmula para definir el campeonato de todo el Uruguay, menos Montevideo, y también desde 1992 cuando se implementó el democrático cambio de habilitar a otras representaciones citadinas que no eran ciudades capitales estos eventos han fogueado en pueblos y ciudades la adhesión al lugar, el afecto por los pares, los vecinos, el ansia de superación colectiva a través de once camisetas que más allá de los colores lo que decían era somo nosotros como sociedad, como pueblo.

Concomitantemente con ese noble y notable desarrollo que desde hace más de 100 años acompaña a esas sociedades felizmente pueblerinas, ha existido una enorme distancia con la comunicación desde el punto de vista nacional que a pesar de que sabe y conoce la importancia de los acontecimientos no ha logrado exponer masivamente el tráfico de información, análisis y exposición de estos campeonatos que ahora para esta edición de 2025 jugará con 33 representaciones que aglutinan o separan ligas, ciudades y pueblos en los que hay más de 600 clubes, puros, genuinos, barriales o del lugar que genera una media de potenciales 15.000 futbolistas elegibles.

Ese divorcio con la información nacional de manera masiva y especializada genera conflictos en la comunicación que se potencia además por la resolución de índole administrativa de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) que llama o denomina a las selecciones con el apellido de Capital o Interior.

¿ 1 o 2?

Cuando se habilitó que haya más de un representante por departamento, para aquellas ligas que no fuesen capital y no estuviesen especialmente consideradas, como Paso de los Toros, Canelones del Este –con Pando como eje– o la Federación de Ligas de Colonia –la que más pueblos colonienses juntaba de sur a norte y de este a oeste–, fue el momento en el que pusieron ese ingrato nombre de Sector 1 o Sector 2, o ahora más próximo en el tiempo Sector Capital o Sector Interior, y de ahí quedó, para afuera de nuestra competencia y para diarios, radios y canales, además de redes sociales de especialistas, entre otras cosas, como Capital o Interior.

En un entorno de evolución, justicia y también de ampliar las bases del negocio, se produjeron cambios notables en el campeonato grande y en los campeonatos regionales, aquellos históricos y maravillosos torneos de selecciones departamentales que básicamente eran combinados de las ciudades capitales pasaron a ser de selecciones de ciudades o combinados de pueblos. Definitivamente había dejado de ser un campeonato de selecciones departamentales para pasar a ser uno de selecciones de ciudades o de combinados de participantes en una misma liga.

Hay por lo menos 50 pueblos representados en los 35 combinados competidores en los cuatro torneos de manera tal que no los podemos llamar a cada uno por su nombre o agrupación de nombres, pero sería inadmisible que cualquier persona con el conocimiento estándar de la terminología le dijera Tacuarembó Interior a Paso de los Toros.

Nadie puede sentir el más mínimo compromiso o adhesión por un colectivo que en vez de su nombre lleve el de Sector 2 o Sector Interior ni con apellido prestado del nombre del departamento, y menos cuando, además, hay veces que ni corresponde administrativamente a ese departamento.

No, es necesario que llamemos las cosas por su nombre: Nueva Palmira, campeón del Interior en 2016, no puede ser recordado como Sector Interior de Soriano campeón de la 13ª Copa Nacional de Selecciones. No, es Nueva Palmira, que esta vez vuelve, a pesar de ser una ciudad de Colonia, a representar a uno de los dos cupos de Soriano y fue campeón de un torneo que premia al mejor de Uruguay desde 1951.

Sin embargo, es admisible, y la respuesta sólo la dará el tiempo y la construcción o sedimentación que aportemos las distintas generaciones, que a Soriano, actual campeón del Interior, le llamemos Mercedes, porque fue la Liga de Fútbol de Mercedes la que ganó nuestro Mundial, o también Soriano, como nos ha pasado en estas mismas páginas.

Lo mismo sucede con Fray Bentos, y hasta tal vez con Minas o Melo, pero sucede que nos han enseñado nuestros mayores y nosotros tomamos la posta y lo extendimos a nuestros hijos, que gritan ¡Arriba, Lavalleja! y no ¡Arriba, Minas! o ¡Vamos, Río Negro! y no Fray Bentos. Un ¡Dale, Mercedes! puede funcionar, pero se grita ¡Soriano campeón!