Poco importa la copa, la medalla y el título en la vitrina. Peñarol ganó el Clausura por decimosegunda vez en su historia, pero lo más importante es que aseguró su lugar en la definición del Campeonato Uruguayo. En semifinales enfrentará a Liverpool, pero además le puso condimento a la última fecha al colocarse a tres puntos de Nacional en la tabla anual.

El carbonero sigue sin jugar bien; esta vez lo salvó Lucas Hernández con un doblete. El lateral izquierdo, y capitán en la noche, fue la gran figura de un partido chato. Eric Remedi e Ignacio Sosa se hicieron sacar la quinta amarilla y no estarán en la última fecha ante Montevideo City Torque, donde el carbonero deberá jugar a la misma hora que Nacional, seguramente el domingo de tarde. Para la estadística, Peñarol suma el Clausura de este año a los que obtuvo en 1994, 1999, 2000, 2003, 2008, 2010, 2015, 2017, 2018, 2021, y 2024.

Lucas Hernández al rescate

El partido empezó de la peor manera para Peñarol, con un penal en contra en el arranque del partido. Nahuel Herrera fue a despejar y le pegó a Diego Abreu, que definió con jerarquía al medio, cuando Brayan Cortés fue hacia la punta.

El nerviosismo se apoderó del carbonero y desde la tribuna hubo murmullo constante ante la adversidad del resultado en contra. El equipo de Diego Aguirre fue por inercia, pero sin claridad; llamativamente, Remedi no estuvo claro con la pelota, y cada vez que Sosa, Stiven Muhletaler o Leonardo Fernández rompieron líneas los bajaron con faltas. El único recurso fue enviar centros al área; solamente una vez ganó Matías Arezo y la pelota se fue cerca.

El violeta, vestido de blanco para la ocasión, se plantó bien en el mediocampo y atacó con transiciones rápidas, sin cuidar la posesión y con el arco de enfrente en la mira. Todas las aproximaciones, llegando con ventajas de hombres, fueron mal resueltas en el pase final; José Álvarez estuvo impreciso.

Con el nerviosismo del público en el punto máximo de ebullición, y en el tiempo de descuento, el peruano Marco Saravia le cometió una innecesaria falta a Maximiliano Silvera, que estaba de espaldas y lejos del arco. De ese centro, la pelota derivó en Hernández, que sacó una volea que rebotó en Juan Viacava y desorientó a Kevin Dawson. Sin claridad, lo empató Peñarol, jugando un mal primer tiempo, mientras que Defensor desaprovechó la chance de aumentar, con las licencias que dio la parte defensiva del rival.

Capitán y goleador

Hernández anotó un doblete para inclinar la balanza en favor de Peñarol. El segundo gol fue similar al primero; luego de un tiro de esquina hubo un despeje defectuoso que dejó la pelota picando en el área, pero esta vez se llenó la zurda, con un misil que reventó la red e hizo explotar las gargantas de los hinchas en el Campeón del Siglo. El capitán aurinegro, yendo al frente y sacando la cara por un equipo que estaba lejos en el juego.

Con el resultado a favor, el locatario se soltó y mejoró la asociación de pases para llegar al área rival. Ignacio Ithurralde colocó cambios, Defensor Sporting fue más incisivo cuando juntó a Xavier Biscayzacú, Alan Torterolo y Nicolás Wunch en la creación; además, Lautaro Navarro peleó mejor en el área. Pese a la mejoría, a la visita le siguió faltando contundencia y decisión al aproximarse al arco de Cortés, que mostró algunas dudas cuando tuvo que intervenir pero se fue afianzando con el correr del segundo tiempo.

Dentro de los movimientos tácticos, Aguirre mandó a Jesús Trindade a batallar en la mitad de la cancha, y su colega respondió con Augusto Cambón para cerrar con dos referencias de área. Los cambios y las amarillas que se hicieron sacar Sosa y Remedi para llegar a la quinta les quitaron ritmo a los últimos minutos. Los de Punta Carretas tuvieron un remate lejano de Biscayzacú, que fue lo más peligroso, y dos cabezazos de Navarro, en los que le faltó combinar potencia y dirección.