En el último partido del grupo A, Uruguay perdió 1-0 ante Venezuela con gol de penal en el segundo tiempo de Kevin Andrade. La selección uruguaya que desde el partido pasado había asegurado su clasificación al hexagonal final como primera del grupo, no pudo mantener su imbatibilidad en el campeonato y realizó, con un equipo que no fue el de siempre, un partido de menor tono que los tres anteriores. Ahora Uruguay jugará el hexagonal final que se disputa en cinco fechas, todos contra todos, desde el martes 4 de febrero, donde empezará enfrentando a quien termine tercero en el grupo B, que hasta ahora es Brasil. Argentina ya está clasificada por dicho grupo, mientras que los que acompañan a Uruguay por el A son Paraguay y Chile.

La liguilla final define al campeón, pero además otorga cuatro cupos para el Mundial de la categoría que se jugará en Chile entre setiembre y octubre, por lo que la rojita no ocupará ninguno de esos cuatro cupos porque ya está clasificada de oficio.

Desencuadrado

La selección uruguaya, ya clasificada y con el primer lugar asegurado, afrontó el partido con los locales con una oncena absolutamente distinta a la que había arrancado en los dos primeros encuentros. Uruguay empezó con Federico Bonilla; Lucas Agazzi, Paolo Calione, Nicolás Ramos, Facundo González; Mateo Peralta, Thiago Helguera, Agustín Albarracín, Gonzalo Petit, Germán Barbas y Esteban Crucci. Después, en el segundo tiempo, ingresaron Patricio Pacífico, Bruno Calcagno, Erico Cuello, Lucas Pino y Alejandro Severo.

El equipo celeste, que frente a los venezolanos vistió de blanco, no se acomodó de entrada en el juego, seguramente por la falta de encuadre colectivo por el equipo que cambió en defensa, medio y línea delantera, y además porque los venezolanos, en su despedida del torneo que organizaron en sustitución de Perú, jugaban de buena manera, fundamentalmente en las acciones ofensivas.

Llegando a la mitad de la etapa inicial, el conjunto de Fabián Coito empezó a engarzar buenas jugadas ofensivas con llegadas al área venezolana que, si hubiesen tenido otra definición, tal vez hubiesen terminado contra las redes.

De hecho, sobre la media hora Uruguay llegó al gol, aunque por razones que aún no quedan claras la cuaterna arbitral no dejó que subiera al marcador. Fue una gran jugada con engarces de juego de lado a lado y dentro del área, una conexión muy positiva que terminó con el aurinegro Germán Barbas convirtiendo el gol que finalmente no fue dado.

Un penal

La primera parte se terminó en cero, pero con buena impresión del juego venezolano y menos dinámica de la habitual de los uruguayos.

En el segundo tiempo, las características de juego se mantuvieron con la dinámica y velocidad del equipo venezolano en acciones ofensivas, desplegándose de muy buena manera y a los 13 minutos llegó el gol local, convertido a través de un remate penal de calidad de Kevin Andrade, tras un controvertido fallo del árbitro brasileño que en la barrida de Patricio Pacífico vio penal.

Como en la primera fase no hubo video arbitraje, ni el penal ni el gol de los venezolanos anulado al comienzo del partido, ni el más inexplicable gol anulado a Uruguay pudieron ser revisados; por tanto, las sanciones iniciales son las que valen, sin lugar a poder revocar los fallos. En la fase final sí habrá VAR.

Al equipo uruguayo le siguió costando el desarrollo del encuentro por la postura y el acierto de los venezolanos que se despedían del campeonato.

Aún así, rápidamente el elenco de Coito pudo haber llegado al empate en otra muy buena jugada que terminó con una definición de Esteban Crucci, que remató del lado de la red donde no se festeja.

Intentó el elenco uruguayo arrimarse al empate y, a través de pelotas quietas, puso un poco de peligro en el arco venezolano que no pudo ser batido.

Buena despedida venezolana en una presentación que no cuenta para la proyección que este equipo uruguayo puede tener a partir del martes.