La noticia sacudió la agenda cotidiana del fútbol uruguayo. Desde Paraguay, donde Ignacio Ruglio concurrió para presenciar el sorteo de la Copa Libertadores, tiró la bomba: que Peñarol y Nacional jueguen el Campeonato Gaúcho.
“Hace mucho tiempo lo tengo pensado; el Gaúcho se juega del 17 de enero al 15 de marzo, es un viaje corto, se juega en tres series de cuatro equipos y estoy obsesionado en romper la monotonía del fútbol uruguayo. […] Cuando vas a jugar internacionalmente es otro fútbol; entonces Peñarol y Nacional damos mucha ventaja y cuando te llega la Copa Libertadores das una ventaja por cómo competís a nivel interno, y tenemos que ver cómo salir de eso”, dijo Ruglio en entrevista radial, agregando además que las fechas del Gaúcho son ideales porque en Uruguay el Apertura aún no ha comenzado. Sin embargo, Ruglio también dejó dudas: “Si eso va a pasar o no, no lo sé porque hay reglamentos, pero si no empujamos, no vamos a salir nunca de la vueltita del fútbol uruguayo, que es el fútbol que amamos, pero que cada vez nos genera menos competencia de calidad y cuando vas a competir al exterior es otro fútbol”, concluyó.
Ruglio no sólo deslizó públicamente la idea, sino que también conversó con los actores en cuestión, específicamente Nacional y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Así lo confirmó Ricardo Vairo, presidente de los tricolores, quien comentó que la idea “surgió no sólo por el momento en que se juega el Gaúcho, sino también por un tema económico y deportivo, porque ya es arrancar con un nivel de juego que te prepara mejor para lo que viene en el resto del año. Es una idea interesante, pero hay que analizarla con la parte deportiva y técnica porque te agarra a principio de temporada”.
Ignacio Alonso, presidente de la AUF, también confirmó que charló con Ruglio del tema, esta vez, pero también antes. “Hace un tiempo que venimos manejando esa idea”, dijo Alonso, quien además explicó que su idea, a diferencia de la de Ruglio, no es jugar el Gaúcho, y sí otro torneo de “alguna forma de integración con la Federación Gaúcha, de tener algún tipo de campeonato o Copa. No como está manejando Ruglio, que es sobre una copa que ya existe, sino pensar en generar una copa con más equipos uruguayos que Nacional y Peñarol. En el Torneo Gaúcho hay doce equipos”.
Más allá de las intenciones y los deseos, hay cuestiones jurídicas que aparecen como barreras para poder llevar a cabo la idea. Y lo dejó claro la Federación de Fútbol de Rio Grande do Sul en un comunicado público difundido este martes. En él se explicita que para que los clubes uruguayos jueguen el Gaúcho, primero necesitarían desafiliarse de la AUF, luego regularizarse en Brasil, después afiliarse a la propia federación de Rio Grande do Sul y que la Confederación Brasileña de Fútbol apruebe dicha afiliación, y ahí recién poder empezar a jugar en la tercera división del torneo (lejos de donde están Inter y Grêmio y los partidos de mejor nivel que Ruglio aspira tener).
Lo que sí puede suceder sin tanta traba jurídica es crear un nuevo torneo, como dice Alonso, y que ese torneo tenga carácter amistoso (o el visto bueno de las dos asociaciones nacionales). Esta posibilidad, si bien aparece como más cercana desde lo reglamentario, tendría la contra del factor tiempo, porque los uruguayos sí podrían jugar desde los primeros días de enero, pero los gaúchos no, porque tienen su campeonato oficial, y una vez terminado este, comienza el Brasileirao.