“Es un sentimiento, no puedo parar” fue el grito de los hinchas de Liverpool, que cambiaron de barrio para colocarse en la tribuna visitante del Paladino.

Ganó el negriazul y sigue en lo más alto del Torneo Apertura. Si le gana en la próxima fecha a Juventud, en Las Piedras, será campeón. La algarabía es total, como el juego sólido de un equipo que todavía no perdió en el certamen, y que si arranca ganando es muy difícil que se lo empaten. Sólo pudo Wanderers, en la lejana tercera fecha.

Abel Hernández puso el primero, de cabeza. Es el diferencial ofensivo del equipo; si le queda, casi nunca falla. Para confirmar que es humano, erró un penal en el segundo tiempo. También con la pena máxima, en la última, Renzo Machado liquidó el partido.

Foto del artículo 'Liverpool venció 2-0 a Progreso y quedó muy cerca del título'

Foto: Alessandro Maradei

Una fiesta del fútbol de barrio, dos equipos vecinos, más de 1.500 personas en la tribuna y todo transcurrió con tranquilidad. Color, cánticos y deporte. Unos festejan, otros muerden la bronca.

Liverpool tiene una joya

El primer tiempo fue peleado, de pierna fuerte, con dos equipos bien parados que priorizaron cuidar la batalla en la mitad de la cancha y no dejar espacios atrás.

El trámite, en general, fue parejo. Lo rompió Hernández, que tiene ángel y calidad. Cada vez que le queda, la manda a guardar. Le llegó un centro perfecto desde la derecha y pasó a cobrar para delirio del público negriazul, que llenó la tribuna visitante.

Fue una segunda jugada, Nicolás Fernández no la pudo sacar y la dejó muerta al borde del área, donde Hugo Quintana sacudió la derecha, obligando a una gran atajada de Nicolás Gentilio. En el rebote, el zaguero Nicolás Cabral levantó el envío que se convirtió en asistencia.

Kevin Amaro, de Liverpool, y Agustin Pinheiro de Progreso, el 27 de abril, en el estadio Abraham Paladino.

Kevin Amaro, de Liverpool, y Agustin Pinheiro de Progreso, el 27 de abril, en el estadio Abraham Paladino.

Foto: Alessandro Maradei

Pasó poco más. El trámite era lógico de empate, pero de un lado estaba Abel.

Aguantar en la trinchera

El segundo tiempo tuvo a Liverpool varios metros más atrás, esperando y buscando salir rápido. En alguna oportunidad lo logró, pero lo más importante fue que mantuvo seguridad en el área propia, pese a que la pelota fue de Progreso.

El gaucho no tuvo ideas ni profundidad. Solamente generó una por derecha que le llegó a Alejandro García, que no pudo definir; su remate salió alto.

Renzo Machado, de Liverpool, festeja su gol junto a Nahuel Soria, el 27 de abril, en el estadio Abraham Paladino.

Renzo Machado, de Liverpool, festeja su gol junto a Nahuel Soria, el 27 de abril, en el estadio Abraham Paladino.

En el cierre, el local fue con empuje y con cambios ofensivos de Alejandro Larrea, pero no inquietó. A Liverpool le costó el nexo entre el mediocampo y el ataque; de todas formas, fabricó dos penales. El primero lo erró Hernández, la tocó con las dos piernas al rematar porque se resbaló, al estilo Julián Álvarez. El segundo lo cambió por gol Machado y le bajó la cortina al encuentro.

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