Cerro Largo recibió a Nacional en su rodeo donde es toro generalmente, aceitado por el inicio de su participación en la Copa Sudamericana. En la misma semana en la que le ganó a Peñarol, debutó con Defensa y Justicia y empató en el Centenario. Volvió a su recinto de Melo para recibir a un Nacional en emergencia. Con la buena nueva del arribo de Pablo Peirano como entrenador, el tricolor arribó a Melo con Martín Ligüera en la dirección técnica con el apoyo de Sebastián Eguren, ambos con otras funciones en el club, asumiendo como interinos por último partido. Peirano se estrenará como entrenador albo en la Copa Libertadores de América.

Sin embargo, Nacional abrió el score temprano, cuando apenas iban ocho minutos. Una trepada de Emiliano Ancheta, que no sería la única, la combinación con Jeremía Recoba, que devolvió la pared de taco, y la habilitación para Luciano Boggio, que venció a Gino Santilli. Luego del gol de la apertura, Nacional recibió lo mejor de Cerro Largo del partido. Leandro Otormín tomó las riendas y generó juego con Alan García y Federico Medina para habilitar a la pieza de gol, Mauricio Affonso.

Sin embargo, fue primero Medina, tras habilitación del ex Nacional, el que se perdió el empate. Pateó cruzado y ancho al arco de Luis Mejía. Luego fue García en una situación similar, por derecha, luego de un córner en el que los tricolores abandonaron la segunda pelota y el diez local la capturó para habilitar a García, que definió igual, cruzado, ancho, afuera. Los goles errados le pesaron al equipo local, que sintió la ansiedad de su gente y la presencia de cientos de hinchas de Nacional que viajaron hasta el borde del país. Un cabezazo de Affonso también supo avisar, pero la visita volvió a pegar en el momento justo.

Diego Herazo se debatía en duelos aéreos con Martín Gianoli y con Mauro Brasil. Sebastián Assis, otra de las claves de Danielo Núñez, llevaba su equipo al frente. Sin embargo, nuevamente Ancheta se desplegó en la cancha y trepó al ataque para encontrarse con Boggio. En este caso, el ex Lanús, luego de enganchar en una baldosa, habilitó a Rómulo Otero, y el venezolano convirtió el segundo. Nacional necesitaba la victoria para volver a creer. Recoba fue la manija hasta que estuvo en cancha y Boggio nuevamente fue un pilar en el bolsilludo.

Doblete

En el complemento, Cerro Largo fue en búsqueda del partido. Llegó con cierto peligro sobre el arco de Mejía en un par de oportunidades y ambos entrenadores movieron las alternativas. Núñez probó con la velocidad de Maxi Añasco; Ligüera, con los cambios, corrigió para seguir en la misma. Cerro Largo estaba mejor y la expulsión de Herazo pareció complicar a Nacional. El colombiano, que tenía un juego físico con los zagueros arachanes, metió una mano en la cara de Brasil cuando cubrió la pelota y el árbitro interpretó una sanción de amarilla que, sumada a la que tenía, significó su expulsión del juego. Nacional tuvo que rearmarse, pero tuvo la virtud de volver a convertir en el momento exacto. Fue con un tiro libre del venezolano Otero, un especialista. Le pegó de tal manera que la pelota subió y bajó de manera repentina, serpenteó en el aire y confundió a Santilli, que terminó por quedarse sin reacción. Golazo de tiro libre para poner a Nacional tres goles arriba y transitar lo que quedaba del partido con otra carpeta. Incluso le dio para convertir un gol más.

Lucas Morales, que había ingresado, aprovechó un Cerro Largo adelantado en busca del honor y colocó un pase notable para Lucas Villalba, que fue más rápido que todos y definió cómodo frente al arquero para poner el cuarto. Nacional pareció despertar, acordarse de algunas de las mejores cosas de la era Lasarte y volver a cosechar tres puntos. Mejía salió lesionado, lo que dio ingreso a Ignacio Suárez. El que se quedó en el banco una vez más fue el Diente Nicolás López. Así las cosas para la bienvenida del nuevo entrenador Peirano, que inicia su momento, quizás un momento soñado, a partir del lunes en la Ciudad Deportiva de los Céspedes.

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